Las empresas valoran de manera positiva a un candidato con habilidades avaladas por un organismo; el tomar un curso no se equipara a presentar un diploma que muestre tu nivel de conocimiento.
Un viejo axioma nos dice que generalmente podemos clasificar a la gente en tres categorías: Unos pocos que hacen que las cosas sucedan;unos cuantos más que observan cómo suceden las cosas...
Nada mejor que los ejecutivos que propician y aprovechan las oportunidades de diálogo directo con sus clientes y que a partir de ellos, establecen planes de mejoramiento. Pero mucho mejor si eso lo hace el director de servicio al cliente.