Un Sueño hecho Realidad

Aquí estoy de nuevo, sentada frente a este papel, con mis colores a la mano a punto de compartir contigo una historia más de mi vida. Una aventura que empezó hace mucho, y que por largo tiempo fue algo inalcanzable, solo un sueño.

Una vez más aquí estoy recordando tantas cosas y tantos hechos que fueron necesarios para encontrarme hoy donde me encuentro, no solo en este lugar físico, pero toda la experiencia y aprendizaje que llevo adentro.

Mi papá habló siempre de lo maravilloso que era Estados Unidos. El fue piloto de la Fuerza Aérea Colombiana FAC, y por eso le decíamos “El Capi”, y tuvo la oportunidad de estar en intercambio en la Fuerza Aérea Estadounidense USAF. Creo que ahí fue cuando se enamoró de este país. Cuando nos contaba a mí y a mis hermanos de sus “aventuras” en Estados unidos, una Luz iluminaba su cara. Su expresión se llenaba de Gozo, su Sonrisa era inigualable. Su entusiasmo y alegría parecían que estuviera “inventando” una historia de fantasía en tierras lejanas. ¡Y en verdad, así era!

Mi experiencia de la Felicidad de El Capi en esos relatos, siempre fue y ha sido una de las que más recuerdo y está latente en mi corazón.

Años más tarde en el colegio, por ser hijos de militares, mis compañeros viajaban mucho a Estados Unidos porque transferían a sus papás por uno o dos años. Durante mucho tiempo ese sueño parecía para mi solo eso: algo inalcanzable que sólo algunos lo realizaban dependiendo de las circunstancias de los demás. Cuando volvían a clases al año siguiente, contaban de todas sus aventuras y viajes, y adentro de mí sentía que mi sueño se alejaba más y más cada vez; casi se esfumaba.

Con el pasar de los años guardé mi sueño en el baúl del olvido. Pasaron décadas antes de volver a visitarlo… Durante esos años mi hermana tuvo la oportunidad de viajar a tomar un Seminario de crecimiento personal y al final de su entrenamiento nos encontramos en Miami para ir de vacaciones. Un regalo para las dos de El Capi. Al regresar a Colombia, mi baúl del olvido me esperaba abierto. Mi sueño se asomaba recordándome de su existencia. Volví a soñar, dejé que saliera, despertara y viviera de nuevo. Y nuevamente se hicieron presentes la Alegría, el Gozo y el Entusiasmo de la Aventura, y la Luz reflejada en la cara de El Capi se avivaron en mi corazón de nuevo. Mi Sueño seguía latente…

Después de ese viaje, mi hermana se inscribió para tomar una Maestría en Psicología Espiritual, y después de algunos años de ir y venir, finalmente se casó y se quedó a vivir en California. En 1995, tres meses después del fallecimiento de El Capi, me invitó a pasar unas vacaciones con ella. Estar aquí renovó una vez más mi deseo de vivir en Estados Unidos. No sabía por qué, ni sabía cómo explicarlo. Sólo sabía que quería mudarme aquí. Al regresar de esas vacaciones, sentí que tenía todo a mi favor para finalmente salir de Colombia… muchas cosas se presentaron, muchos obstáculos aparecieron en mi camino.

Un par de años más tarde, mi hermana se graduaba de la Maestría y de nuevo me invitó a pasar unas vacaciones y a este festejo. Un mes más de avivar y alimentar mi sueño, y al regresar a Colombia, con toda la energía, nuevos obstáculos truncaron mi deseo. Hoy simplemente puedo decir que aún no era tiempo, y era necesario completar otras cosas, tener otras experiencias necesarias para abrir el camino.

El 30 de enero del 2000 mi amado sobrino nació. Y de nuevo mi hermana me invitó de vacaciones para conocerlo. Estuve un mes con ellos… mi corazón ahora sabía con certeza que era hora de realizar mi sueño. Supe entonces que era tiempo. El conocer a mi sobrino y tenerlo en mis brazos fue finalmente lo que me empujó a empacar maletas y dejar todo lo que hasta ahora había conocido. Si bien todo hasta ese momento había sido necesario para lograrlo, la señal final fue mi sobrino.

Al regresar a Colombia esta vez las cosas se dieron de una manera que no puedo contarte como si fuera un cuento. Una tras otra, simplemente y de manera mágica las cosas se dieron, como sólo Dios y el Universo pueden confabular, dando paso e Iluminando el camino para cumplir mi sueño.

Mes y medio más tarde, el 19 de junio de 2000 aterrice en Los Ángeles con dos maletas en mis manos, y un mundo de posibilidades a mi alcance. Aterrice en Los Ángeles para quedarme. Me recibió el verano y con él una escuela de delfines cantando, saltando y celebrando mi llegada. Tengo que confesar que el cambio para mi fue fácil: tenía un lugar donde llegar, comida y una familia donde aterrizar. Viví con ellos por tres años, ayudando a mi hermana con mi sobrino y también haciendo voluntariado en mi Iglesia. Tuve todo el apoyo de mi hermana y mi cuñado. Sólo Bendiciones de Amor y Gratitud existen en mi corazón para y por ellos.

No sé bien como explicarte lo que sentí al pararme un día descalza en la arena, con mis brazos abiertos al mundo, en frente del océano, descubriendo 360 grados de posibilidades. Yo sólo sé que sentí que una carga pesada que llevaba sobre mis hombros había sido levantada… Efectivamente me sentí más “liviana”, y aún más importante, sentí que finalmente podía ser yo, auténtica, natural, humana. Ya no tenía la necesidad de pretender, vestirme ni complacer a otros. Ya no sentí la necesidad de pertenecer. Simplemente SER. Entonces le di rienda suelta a SER quien soy y abrir mi Corazón y mi mente para compartir desde ese lugar de Amor y Aceptación, Compasión y Entendimiento. Finalmente entendí por qué siempre quise vivir en Estados Unidos, más allá de una historia “inventada” de fantasía en tierras lejanas.

Cuatro años más tarde me casé (una Historia de Amor digna de contar en otra oportunidad).

Con mi esposo viajamos y trabajamos juntos. Visitamos 25 estados de este país viendo y trabajando con personas. También fuimos a México y regresamos juntos a Colombia. La mayoría de las veces yo le traducía, y así fue como aprendí más de mucho del trabajo que ahora hago.

En el 2018 tuve la oportunidad de Certificarme como Mentora Profesional Internacional con mi querido amigo Jaime España. Una oportunidad que tocó a mi puerta, un regalo por el cual solo tengo agradecimiento. Y es allí donde descubro que ya soy Mentora y no sólo eso; que lo he sido desde muy niña y he estado trabajando en ello desde hace mucho tiempo. Un hermoso descubrimiento que aún me llena de Alegría, Gozo y Entusiasmo. Y también Ilumina mi cara con una hermosa Sonrisa. Sí, una vez más la experiencia de El Capi se hace presente en este momento.

El Capi ya no está con nosotros en esta hermosa tierra, pero siempre me acompaña la Alegría de sus relatos en tierras lejanas. Un sueño de niña, que fue más bien una Declaración, se convirtió en una realidad de vida, aunque sólo tomó 25 años para llegar y aún sigo viviéndolo. Y también sigo Soñando, Imaginando, Creando y Descubriendo. El Sueño no tiene fin; está en mi mantenerlo vivo, latente y activo. Y es aquí donde te invito a seguir soñando. Sueña conmigo y sigamos dando los pasos necesarios para Crear y Compartir tu Luz y la Magia que todos llevamos dentro.

Así que, Sueña… Sueña en Grande sin Excusas, ni Límites. Tus Sueños son tuyos y también son Gratis. Deja volar tu imaginación, escribe tu Historia de Fantasía y ve por todo eso que Quieres y Mereces. Abre tu mente y especialmente tu Corazón, y permite que tus sueños sean una realidad. Sé tu propio “Capi”, y con tu historia Ilumina e Inspira a todos aquellos que quieren y buscan tener la Experiencia de tu Luz, tu Gozo, tu Entusiasmo, y con ello, dar el paso a lograr lo que siempre han soñado.

Un abrazo colombiano con Amor y Gratitud, desde Santa Mónica, California,

Margarita Gibson, DSS

Margarita Gibson, DSS

Doctor in Spiritual Science

International Professional Mentor Expert in Human Development

Founder & CEO | Transformational Health Services®

"Acompaño a las personas a encontrar el lugar interno donde la Salud reside"

Speaker Mentor, Sherpa Mentor, Mentor Writer, International Facilitator certified in Appreciative Feedback

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