SALUD Y BIENESTAR EN LAS EMPRESAS.

Bien sabemos que la salud y el bienestar de las personas son esenciales para el desarrollo sostenible, y aunque pudiesen reconocerse algunos avances, el progreso ha sido desigual y no asegura la buena salud para todas las personas, por ejemplo, la contaminación del aire causa más de 8 millones de muertes al año y aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades, lo que provoca que las personas falten al trabajo o disminuyan su rendimiento laboral.

 

Y aunque esta reflexión es sencilla y lógica, difícilmente se comprende que gastar  en la recuperación de un colaborador es menos rentable que invertir en un plan de prevención. El problema radica entonces, que no en muchas compañías se tiene realmente clara la diferencia entre gasto e inversión.

 

Además, si se comprendiera en profundidad la repetida expresión “El activo más importantes de la organización es el capital humano”, se  velaría por la salud y el bienestar de las personas a fin de resguardar no sólo la integridad física, emocional y mental de ellas, sino también la utilidad y la rentabilidad de la empresa.

 

Por lo anterior, dentro de mis programas de formación de gerentes analizamos a fondo el vínculo existente entre la calidad y productividad de la empresa con el bienestar integral de las personas y por ello un buen análisis financiero conduce comprender la importancia de invertir en la salud y el bienestar.

 

Es decir, los hábitos saludables y en general el ambiente laboral saludable son materia prima de la productividad, la calidad, la utilidad, la rentabilidad y en consecuencia la competitividad.

 

En otras palabras, todas las empresas debiesen contribuir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 3. ¿Cómo hacerlo?

 

Implementado un programa de higiene, salud, seguridad laboral y también asegurándose de mantener una operación que no quebrante los derechos humanos ni afecte al planeta:

 

  • Proporcionando formación periódica sobre seguridad y salud a los trabajadores.
  • Acogiendo protocolos eficientes de seguridad e higiene.
  • Adoptando un sistema que reduzca accidentes y enfermedades.
  • Cuidando a colaboradores en trabajos de riesgo, con discapacidad, embarazo,…
  • Promoviendo estilos de vida saludable entre los empleados.
  • Limitando o eliminando el uso de productos químicos, contaminan­tes o nocivos.
  • Migrando gradualmente a energías renovables.
  • Cuidando el aire, el agua, la tierra, el ambiente,…

 

Reflexionemos, Los antiguos y recientes problemas de salud demandan acción y mitigación de sus consecuencias y creo que la industria tiene un gran camino por recorrer para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible vinculados con la salud.

 

Por lo anterior, cuando me piden entrenar o acompañar a emprendedores, les exhorto a crear ideas de negocio o empresas que aporten soluciones a la salud y al bienestar o por lo menos que no estén en vía opuesta a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

 

Y mi sugerencia a todos los habitantes del planeta tierra es “Ser clientes de empresas que respeten los derechos humanos y abstenerse de adquirir productos o servicios que dañen el planeta”.

 

¿Qué opinas al respecto?

 

¿Surgen reflexiones desde tu mente y tu corazón?

 

¿Estás dispuesto a ser un multiplicador de este mensaje?