Neurodiversidades y las Artes
A menudo la gente cree que para desarrollar un arte en general tenemos que venir dotados de cierto Don, esto lo hemos mencionado en diferentes artículos; Esta idea ha causado mucho dolor y frustración a través de la historia, generación tras generación en todo el mundo y todas las artes e incluso hoy, en pleno 2021 sigue siendo un flagelo para muchos.
Bajo el concepto del “dotado” y considerando que durante mucho tiempo se entendieron algunas condiciones neurológicas como “deficiencias” pretender que un niño con autismo, por ejemplo, pudiese participar de una clase de música, danza o teatro era prácticamente imposible de creer.
Gracias a una mirada más profunda y la voluntad de muchos profesionales en entender estas condiciones, hoy podemos hablar de neurodiversidades, un término que encierra una forma diferente de ver y sentir la realidad, ni mejor ni peor que el promedio de los habitantes de este mundo, simplemente diferente.
Así mismo, el transitar este camino con nuestros alumnos, contemplando estas diferentes formas de relacionarse con el entorno, hace que debamos adaptar nuestras herramientas tradicionales a la hora de enseñar, por ejemplo, una pericia artística. En el caso de la música, entender que determinadas estimulaciones no son adecuadas y son más aptas otras o aceptar que son mejor aceptados ciertos instrumentos sobre otros, es un camino que muchos docentes estamos recorriendo en la actualidad.
En mi caso, trabajo con neurodiversidades, condiciones específicas e incluso individuos con enfermedades terminales, desde la vocalidad desde hace muchos años y realmente es un camino que no deja de sorprenderme y emocionarme. Así como una flor no es idéntica a otra, tampoco los humanos lo somos, simplemente hay que animarse a hacer ese viaje con amor y voluntad.
Tenemos que entregarles a nuestros niños, adolescentes y adultos una alternativa a las terapias tradicionales, que en muchos casos lejos de animarlos a integrarse, los alejan más de ese mundo que desean conocer. Tenemos la obligación de comprometernos a hacer un medio artístico más inclusivo, porque también podemos pensar en determinadas actividades como profesiones a futuro para estos artistas.
El canto específicamente ayuda a mejorar la comunicación, a propiciar fluidez en el lenguaje, incluso mejora la deglución y el funcionamiento general del cuerpo, refuerza la autoestima y el autoconocimiento. Un niño o adolescente con Asperger o Autismo, va a sentirse refugiado en el canto, incluso podrá utilizar herramientas técnicas de respiración o meditación cuando se encuentre en alguna situación que lo supere. Él podrá marcar el rumbo y es por eso que es tan importante que podamos darles este tipo de propuestas que podrán integrar fácilmente en su vida. ¡Ni hablar de los beneficios que suponen estas actividades si son incluidas en la educación tradicional escolar! Hablamos entonces de una herramienta no trabajada hasta el momento, o abordada por muy pocas instituciones en nuestro continente.
La danza, ayudará en la flexibilidad y la destreza, la coordinación y la memoria muscular, el teatro mejorará la expresividad y la empatía y la pintura seguramente será un medio maravilloso de expresión para los más ensimismados.
El arte es para todo el mundo, ¡hasta en la naturaleza hay arte! Debemos, como docentes, animarnos a probar y probarnos, para descubrir junto a nuestros alumnos este mundo de posibilidades que nos permite crecer hasta el infinito. Por muchos años la terapéutica tradicional ha tratado de que los individuos neurodiversos “entiendan” nuestra forma de ver la vida. Creo que el desafío está en que nosotros tratemos de entender su forma de ver una realidad que no le pertenece a nadie y nos incluye a todos. Logremos un mundo integrado donde las artes sean ese lenguaje universal que nos une a todos, y permitámonos quitarnos esta idea de DON y cambiarla por la idea del trabajo esmerado y continuo al modo y tiempo de cada individuo.
Luego de 15 años de enseñanza profesional y trabajo desde la vocalidad y el abordaje corporal, puedo asegurar que el don no es más que una cualidad, facilidad que puede venir con uno, y es genial cuando es así, pero que bajo ningún punto de vista es un condicionante para realizar una actividad.
Por otro lado, dentro del arte hay cientos de profesiones o manifestaciones, existen también aquellas tareas que no son socialmente expuestas y que también necesitan de un ojo creativo, pensemos entonces en ofrecer oportunidades inclusivas y abiertas a fluir.
El gran secreto del arte es amarlo. No importa el camino que tomemos si nos permitimos transitarlo.
Sol tiene 18 años, está terminando la secundaria y fue diagnosticada con Asperger cuando era muy pequeña. Comenzó a estudiar canto hace menos de un año y ha crecido muchísimo. También ha participado de clases magistrales y cursos especiales y a raíz de eso, quiere ser fonoaudióloga para trabajar con otros chicos y enseñarle diferentes herramientas para que puedan integrarse y comunicarse mejor.
¿En que sentís que te ha ayudado el estudiar canto? - Me pasa que yo como que retengo muchos sentimientos, tristeza y frustración en el pecho y lo tengo retenido sin poderlo sacarlo, me siento como encerrada. Cuando canto puedo sacar todo eso afuera, siento que puedo convertirlo en algo lindo y me hace feliz además de darme confianza
¿Sentís que internamente adquiriste más seguridad a la hora de comunicarte? - Desde que canto he notado que pronuncio mejor y hablo más fuerte, además tengo como el habla más firme, porque antes solía titubear mucho.
¿En tu vida diaria, los recursos que has ido incorporando en este tiempo, te han servido? - Si porque tengo más confianza en mí misma, hablo más fuerte y estoy más motivada.
¿Qué les dirías a otros chicos que tienen tu condición? – Que a pesar de que sientan que no pueden afrontar el mundo y que todo sea muy grande y complejo, pueden recurrir al canto como si fuera un instrumento para luchar en la guerra que puede ser la vida. Si le dan la oportunidad al no es que van a salir saltando el primer día, tienen que darle tiempo y no tener miedo a equivocarse, y es seguro que van a poder salir del caparazón.
¿Sentís que te interesan otras cosas y tenés más disposición para hacerlas? - Yo al principio pensaba que con mi voz no había caso. Cantaba bajito porque estaba segura de que siempre iba a desafinar. Pero me animé y me deje llevar y como resultado estoy sintiendo como se forma mi voz. Por eso me digo que si puedo hacer eso puedo hacer cualquier actividad que me interese; que es lo que hago, cada vez con menos miedo a equivocarme.