Mentoring y trabajo colaborativo.
Al principio se habló de trabajo en grupo, que consistía en que el jefe decía lo que había que hacer y dividía el trabajo entre todo el grupo, luego nace la figura del líder, que era el mismo jefe pero ya no con un trato autoritario, sino motivando al grupo, y ahí es que el equipo reemplaza al grupo, porque todos sus integrantes no solo se ocupan de hacer bien su trabajo sino que ayudan a las otras partes para que también lo hagan bien.
Es con el trabajo en equipo que nace el liderazgo participativo, entre otros estilos, y el papel de los mentores en las organizaciones era el de llevar a los mentorados de la situación A, trabajo en grupo, a la situación B, trabajo en equipo.
En este paso del conglomerado humano que alcanzaba objetivos, tuvo mucho que ver el mentoring formal e informal, y es así que surgen grandes organizaciones, porque se deja que los integrantes de la empresa se involucren más en la empresa, ya no sólo de forma operativa, sino aportando ideas, canalizando su creatividad, y con esa dinámica se tiene a personas más realizadas, nace el sueldo moral o el salario emocional, el reconocimiento, el trabajar por objetivos, hazlo a tu manera pero consigue los resultados.
Actualmente el trabajo en equipo está entrando en crisis, y es aquí que los mentores necesitamos ir al rescate, está naciendo el trabajo colaborativo, a veces confundido con el compartir una tarea en una wiki o en google drive.
Los equipos están liderados por alguien que tiene la autoridad legal de dirigirlos otorgada por la misma organización, y la autoridad moral de que cuenta con las competencias técnicas y humanas para que el trabajo se haga bien y que el equipo este motivado y con un flow al 100%.
Pero….. no siempre el líder es el más idóneo para dirigir el equipo en todas las etapas del proyecto, es por ello que el trabajo colaborativo busca el liderazgo, ya no centrado en una persona, sino que esté disponible para varios integrantes del equipo, es decir, que depende de la etapa en que se encuentre el equipo en su camino hacia el objetivo, para definir y decidir quién va a liderar esa etapa del proceso.
Si es el equipo de ventas de una organización, el jefe de ventas no hay dudas que es el que mejor domina los cierres de ventas, pero cuando se acerca la convención anual y hay que rendir cuentas, hay que hacerlo de manera asertiva, didáctica y amena, y tal vez en el equipo hay integrantes que lo pueden hacer mejor que el jefe de ventas. O en temas de capacitación, tal vez el jefe de ventas es bueno para capacitar a su equipo en los aspectos técnicos de la venta, pero no en el desarrollo de las habilidades blandas o softskills.
El trabajo colaborativo, requiere de ese liderazgo rotativo, donde quien lo asume, temporalmente, asume toda la autoridad, pero no la responsabilidad del equipo, porque el líder del equipo, puede delegar la autoridad para que ese integrantes guie al equipo en una etapa del proceso, pero la responsabilidad del equipo o del departamento frente a la gerencia, estará siempre en el líder del equipo o del departamento.
Los mentores, una vez más, necesitamos llevar a los mentorados integrantes de equipos, la situación A, a la situación B, ser integrante del trabajo colaborativo.