Las crisis pasan, los hombres quedan…

Las crisis pasan, los hombres quedan. Hombres tras empresas fortalecidas por las estrategias de supervivencias tan singulares como las mentes de sus creadores. La creatividad de ciertos hombres en momentos de crisis asombra al mismísimo hombre y lo hace cada vez más sabio para superarse.

Decir que los emprendedores tienen que transformarse en manager, sin dejar de ser emprendedores, es justamente necesario para lograr buenos resultados en momentos de perturbaciones, de crisis y en tiempos donde las amenazas y las oportunidades del mercado juegan un papel relevante. Es ahí cuando un Manager Emprendedor puede marcar la diferencia.

Todos conocen el concepto de análisis FODA. Bien se sabe que en momentos de estabilidad del mercado, un manager suele trabajar generando valor, y esto se logra maximizando las Fortalezas y disminuyendo las Debilidades. En momentos de turbulencia y de crisis un manager debe enfocarse sobre el mercado y estar atento a las Amenazas y Oportunidades. Es aquí donde debe brillar en el manager sus virtudes de emprendedor.

Se describe al “Emprendedor” como una persona innovadora, dinámica, creativa, y por sobre todo con capacidad de asumir riesgos.

Un emprendedor es como un surfista. A diferencia de lo que hace la multitud, éste ingresa al agua cuando la bandera de peligro está color roja, cuando todos por su seguridad salen del agua. Un surfista tiene similares habilidades a las de un emprendedor, debe tener visión, ser estratega, demostrar coordinación y por sobre todo aprovechar las oportunidades y evadir las amenazas. Evidentemente esos golpes, duelen y podrían evitarse si no se entrara al agua, pero la adrenalina y la satisfacción de lograr montar una ola, no tiene comparación y justifica todo el riesgo que se corre al asumir el desafío.

Con respecto a la Crisis y a las Oportunidades, es importante reconocer los ciclos económicos. Puntualmente en países como los latinoamericanos, que no han alcanzado un nivel de maduración político-económica y tras años de claridad hay meses de oscuridad, estos ciclos se ven acentuado en amplitud y frecuencia.

Las grandes compañías, “venden unidades de negocios que creen son improductivas”, “compran unidades de negocios que creen poderlas hacer productivas”, “lanzan nuevos productos o servicios”, “abren nuevos mercados”, “generan nuevas alianzas”, “generan nuevas cuentas”, “entregan créditos para ampliar su cartera de clientes”, “invierten en activos fijos”, “invierten en infraestructura para achicar gastos fijos”, “Sistematizan procesos, preparándolos para su reactivación”, “planifican, generan metodologías y entrenan a su gente”, “reestructuran, optimizando recursos”, “revalúan y renegocian aquellos contratos realizados en momentos en donde no había tiempo para tanto análisis”, etc…

Muchas de estas acciones, en otras escalas, y fundamentalmente sobre la consigna de “Optimizar Recursos” son las que se deben abordar en estos períodos de poca visibilidad e incertidumbre.

Durante el período que dura una crisis, el mercado consume lo mínimo indispensable, pero transcurrida la crisis el mercado se reactiva y hace un pico de consumo. Vale destacar que cada crisis se lleva consigo un porcentaje mayor o menor de competidores… es por eso que tenemos que tener dos objetivos bien claros: 1) estar entre las empresas que resisten éstas tempestades 2) fortalecerse para ser más competitivos y capturar el mercado de los que son llevado por la crisis.

Para quienes no puedan manejar la crisis y la crisis defina un fin para su empresa, no olviden que los ideales deben quedar intactos porque las crisis pasan y los hombres quedan…


La crisis según Albert Einstein: “No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estratégicas. Quien supera la crisis, se supera a sí mismo sin quedar “superado”.Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.”