INTERROGANTES SOBRE EVALUACIÓN

INTERROGANTES SOBRE EVALUACIÓN

Tercera parte

• ¿Estamos todos convencidos de que las funciones sumativas y formativas de la evaluación, se complementan?
•  ¿Coincidimos en que el objetivo principal de la evaluación formativa es mejorar los aprendizajes de los estudiantes y aumentar la probabilidad de que todos aprendan?
•  Parafraseando a Rebeca Anijovich sobre las evaluaciones auténticas, ¿las consideramos como el tipo de evaluación más adecuado para las aulas heterogéneas, que por supuesto deben estar en consonancia con las consignas auténticas que se formulan en las actividades de aprendizaje?
•  ¿Estamos dispuestos a diseñar instrumentos diversos de evaluación, ofrecer a los estudiantes de un mismo curso, distintas opciones para que demuestren lo que han aprendido, partiendo de la convicción de que las personas aprendemos de manera diferente?

Según mi experiencia e investigaciones realizadas -en las que obtuve datos cualitativos y cuantitativos-, acordar institucionalmente sobre la evaluación de los aprendizajes, mejora los resultados académicos de los estudiantes de una escuela. Y si esto es posible,

• ¿por qué no intentarlo?, para que entre todos los niveles establezcamos como eje transversal: “la evaluación”. Seguramente si logramos crecer en esta temática, quizá podamos aspirar luego a analizar la evaluación desde el paradigma de la complejidad.  Boggino y Barés (2016) expresan que pensar la evaluación desde la complejidad, lleva a considerar múltiples dimensiones de análisis, además de la del alumno: la del docente; de la institución educativa; de la familia; de la comunidad; del contexto, entre otros.  Estoy convencida de que no es una utopía pensar de que estamos en camino hacia la reforma del pensamiento parcelario, monodisciplinario, para alcanzar un pensamiento complejo, organizador, que separa para analizar y une para sintetizar o complicar. No estamos tan lejos quienes ejercemos nuestra profesión en la Provincia de Santa Fe, si aplicamos institucionalmente y en forma coordinada, lo trabajado hasta el momento en Escuela Abierta, más los Núcleos Interdisciplinarios de Contenidos, y Secundario Completo, -este último, específico del nivel. Estamos en condiciones de articular institucionalmente primero y luego entre los niveles, para diseñar una nueva evaluación global basada en la complejidad; partir de una evaluación estratégica que mire antes el diseño curricular, desaprendiendo las viejas prácticas con el fin de pensar una evaluación más global, más compleja. Por supuesto que el Nivel Superior no está ajeno a este cambio de pensamiento que todos debemos hacer y poner en práctica, porque es quien forma a los futuros profesionales de la educación.
• Es imprescindible encontrar nuevas formas de evaluación en aulas heterogéneas y diversas, si aspiramos a una educación de calidad y si aspiramos, a una inclusión con calidad. Es obligatorio acordar institucional e interinstitucionalmente, las nuevas formas de evaluar la comprensión, la apropiación y utilización de los saberes. Resulta imperiosa la necesidad de reflexionar colectivamente acerca del valor que le otorgamos a las funciones sumativa y formativa de la evaluación.

El texto pertenece a parte de las conclusiones de mi primer libro (2016). Conceptos teóricos que siguen interpelándome; interrogantes que continúo formulando en tiempos de pandemia…