Escuchar, un acto de responsabilidad

Escuchar, es un acto de responsabilidad

Pensemos y sintamos juntos esta frase; en el acto de la comunicación hay una distancia, entre lo que el emisor expresa y el receptor escucha.

A esta distancia se conoce como: Brecha interpretativa

Usualmente se habla del orador, y la “manera adecuada” en la que el emisor puede enviar un mensaje para asegurar que el mensaje llegue de manera limpia. Y está perfecto, da resultados maravillosos, porque el emisor se asegura de hacer todo lo posible para que esa brecha interpretativa se acorte.

Sin embargo, en este modelo, se desliga al escuchador de su responsabilidad a la hora de recibir el mensaje. El receptor del mensaje en apariencia no tiene nada más (y nada menos) que recibir el mensaje y ¡listo!

PERO, cuando hablo de que escuchar es un acto de responsabilidad, es una invitación a pensar el rol del receptor, que es, en definitiva, quien hace la interpretación de toda la información recibida, y desde ese lugar, puede acortar o agrandar la brecha interpretativa.

Es el escuchador (o conjunto de escuchadores) quienes llevan adelante las acciones, quienes codifican las intenciones y las posibilidades de lo escuchado. Es en el acto de escuchar donde lo posible cobra sentido.

Siendo escuchadores responsables, nos empoderamos de quienes somos, y tomamos las riendas de nuestras posibilidades para acortara esa brecha interpretativa. Y ahí los invito a que suelten las frases armadas que se suelen escuchar: “me dijo que...” pensemos el poder que tenemos cuando escuchamos.

¡No es solmanete lo que nos dicen, si no lo que escuchamos y lo que hacemos con esto!