DE QUÉ SE ARREPIENTEN LAS PERSONAS JUSTO ANTES DE MORIR

Esta fue la pregunta que Bronnie Ware le hacía a los pacientes terminales en su trabajo como enfermera, luego de muchas conversaciones con muchos pacientes a lo largo de los años aparecerían cinco arrepentimientos comunes que tienen las personas, en esta nota se describen brevemente cada uno de ellos y se aportan algunas sugerencias prácticas para no esperar a vivir esa experiencia cercana a la muerte, y empezar ahora mismo.

#1: No ser fiel a uno mismo.

Ojalá hubiese tenido el coraje para vivir una vida auténtica y fiel a mis propios deseos y expectativas, y no vivir la vida que otros esperaban de mí.

Según la enfermera Warre, el mayor arrepentimiento de las personas en sus últimos momentos de vida es el de no haber tenido el coraje de vivir siendo fieles a sí mismos. Por miedo a no encajar, por querer hacer lo que se suponía se esperaba de ellas, o por no defraudar a otros. Lo cierto es que muchas personas se dolían de no haber sabido llevar a cabo sus planes, de abandonar sus metas.

Muchas veces vivimos cumpliendo las expectativas de otras personas, sin pensar en que lo realmente importa, vivimos en “piloto automático” paralizados por el miedo y por el deber ser, dejando nuestros propios sueños sin cumplir y oportunidades desaprovechadas, procrastinando los propios deseos.

Generalmente, las personas empezamos a valorar las cosas recién cuando las perdemos, como ser la salud, y es entonces que empezamos conectar con ese potencial que estaba dormido, pero ya no queda mucho tiempo.

Mientras haya tiempo:

  • No esperes hasta que ya no tengas tiempo para cambiar.
  • Enfócate en vivir la vida de la manera que tenga significado para ti. Que te llene y te haga sentir el mayor bienestar posible.
  • Celebra los pequeños logros.
  • Haz un listado de tus momentos buenos y malos.
  • Resignifica lo malo y conviértelo en aprendizajes.
  • No renuncies a tus sueños por encajar en los sueños de otra persona. 

 

#2. De haber trabajado tan duro

En una cultura donde se valora más el Tener que el Ser, hace que la mayoría de las veces pensemos que nuestra vida es solo trabajar y en conseguir tanto patrimonio como sea posible, buscamos lo mejor para nuestra familia, para nosotros mismo, pero en ese afán de pensar solo en lo material hace que nos perdamos tiempo valioso de estar junto a los que más se ama, compartiendo cumpleaños, fiestas escolares, actividades en familia… Sin embargo, la vida tiene muchas otras actividades que pueden ser complementadas, y se pueden disfrutar, la idea es construir una vida integral, en la cual tengamos espacio para disfrutar y compartir con los demás.

Mientras haya tiempo:

  • Pregúntate si lo que estás haciendo te permite tener una vida equilibrada entre lo personal, laboral y familiar.
  • Haz un repaso a tus prioridades. Si están en el orden correcto, ¡Felicitaciones! Pero si te das cuenta de que hay lugar para mejorar, hazlo ahora. No lo dejes para más adelante.
  • Crea y nutre una red de apoyo.
  • Déjate tiempo personal.

3. De no haber tenido el coraje de expresar mejor sus sentimientos

Muchas veces pasamos por la vida pensando que se ve mal expresar nuestros sentimientos sinceramente ante los demás, pero la realidad es que nuestros familiares o personas cercanas no van a estar ahí para siempre, expresa lo que sientes ahora, antes de que sea demasiado tarde.

Según sostiene la autora Ware que "muchos desarrollaron enfermedades relacionadas con la amargura y el resentimiento que cargaron consigo". De hecho, estas dos emociones son típicas de enfermedades desafiantes como el cáncer.

No importa la forma de cómo nos relacionamos con las emociones, la clave está en saber expresarla a tiempo.  No decir lo que uno siente para evitar el conflicto, no hará que esa emoción desaparezca, y dañara aún más la relación con la otra persona. A veces callamos para evitar el rechazo, y solemos decir que “está todo bien”, pero por dentro no estamos siendo coherente con nosotros mismos, y como resultados nos acostumbramos a una existencia mediocre y anodina impidiendo convertirnos en lo que realmente podríamos haber llegado a ser. Al negar los sentimientos, estamos privando de la esencia misma de vivir.

Mientras haya tiempo:

  • Evita postergar decir lo que sentís, y hazlo en el momento.
  • Acepta que no se puede cambiar las reacciones de los demás.
  • Aprende a gestionar las emociones de manera más inteligente.
  • Evita hacer juicios.

#4. De no haber estado más en contacto con los amigos

Cuando nos cargamos de muchas obligaciones, tenemos la tendencia a dejar nuestras amistades en segundo plano. No lo hacemos porque no queramos estar con nuestros amigos, es que creemos que no tenemos tiempo para más.

Bronnie Ware escribe en su libro que, muchas personas se arrepienten terriblemente de no haber sacado tiempo para mantener las amistades verdaderas de la infancia y la juventud. Mantener vivos los lazos de cariño y amistad implica un “esfuerzo”. Implica repensar el orden de nuestras prioridades en la vida.

Mientras haya tiempo:

  • Cultiva las relaciones interpersonales.
  • Escoge bien a las amistades.  Pocos, pero buenos.
  • Mantén un vínculo constante con aquellos que brindan relaciones constructivas.
  • Atesora los momentos disfrutados y crea nuevo momento en cada encuentro.
  • Date tiempo para expresar y demostrar lo que se siente por la otra persona.

#5. De no haberte dejado ser más feliz

Por lo general pensamos que si tuviéramos más dinero, si nos dieran ese ascenso que tanto buscamos, podríamos llegar a encontrar la felicidad, pero esto no es así, la felicidad depende en cada instante de la calidad de pensamiento que pongamos en nuestra mente, aprende a tener mayor gratitud, y a agradecer por cada momento que tienes.

Según comenta Ware "Muchos no se dieron cuenta hasta el final de que la felicidad no es un estado, sino una elección", "Se habían quedado atrapados en viejos patrones y hábitos. La llamada 'zona de confort' y el entorno familiar les paralizaron, y el miedo al cambio les hizo fingir delante de los demás, y para sí mismos, que estaban contentos, cuando en lo más profundo de su ser anhelaban reírse y volver a hacer todo tipo de tonterías".

De todas, ésta es la mejor elección que puedes hacer. Decide ser feliz. Es una elección. La felicidad no es algo que se encuentra al final del camino. No es algo que un día aparece en tu vida. Es una opción de vida.

Y al final del día, poco importará lo que piensen los demás. Lo que valdrá la pena al volver la vista atrás, será sentir la satisfacción de haber elegido felicidad en tantas ocasiones en las que podrías haber elegido sufrimiento y amargura. Vivir significa que vas a encontrarte con muchas situaciones dolorosas. Pero, el sufrimiento es opcional.

Mientras haya tiempo:

  • Descubrí qué te hace feliz y disfrútalo. Ten más de esas experiencias, aunque parezca poca.

  • Acepta ser feliz y no tener razón. Cada uno tiene su punto de vista.

  • Elige ser feliz ahora. No lo dejes para cuando ya no tengas la posibilidad de decidir.

  • Demostrá tu felicidad con gesto, hechos, no solo con palabras.

 “Tenemos dos vidas: la segunda comienza cuando nos damos cuenta de que sólo tenemos una”. (Confucio)

¿Y tú? ¿De qué cosa te arrepientes? ¿Vives tu vida como si este día fuera el último? ¿Has elegido la felicidad?

Fuentes: