¿Vale la pena morir por esto?
¿Vale la pena perder la salud por estrés fuera de control? En las acciones de coaching en las que colaboramos con ejecutivos de primera línea para optimizar su gestión, notamos que este tema está cobrando cada vez más relevancia por su impacto en las personas. El desgaste de muchos directores y gerentes cobra significativa importancia en las dificultad para alcanzar los logros esperados de su gestión y esto deriva en una peligrosa espiral de muy alto riesgo por lo que estamos observando.
Controlar el estrés implica el respeto por tus valores. Practicar un buen manejo de tus tiempos, comer bien y mantenerte activo. A simple vista sabemos que son simples verdades de Perogrullo… pero están sucediendo situaciones que no son tratadas en su justa dimensión y vale la pena tener en cuenta el riesgo de lo que esto significa para todas las partes. Lo grave es que el 100% de los ejecutivos con los que hablamos toman esto como si fuera lo normal que puede esperarse dadas sus responsabilidades. En nuestro equipo, dentro del cual contamos con un médico especialista, no tenemos la misma opinión y creemos que, si bien hay que analizar lo que sucede en cada caso, este tema debiera ser tratado con mucho interés y cuidado dentro de las organizaciones empresariales.
Imagínate un día lunes, pricipio de semana, durante el desayuno se te quemaron las tostadas, cuando saliste para el trabajo el portón automático del garage ¡no respondió al control remoto! Mientras resolvías la situación comenzaste apensar que justo anoche te despertaste como a las 3 de la mañana porque te acordaste de un tema importante que quizás no llegues a concretar… ¡Paremos aquí! ¿Vale la pena enfermarse por estas cosas? Pasa que el estrés, sea grande o pequeño, produce daños muy serios, y hasta muchas veces irreparables.
Las personas de alto riesgo
Las personas que denominamos de alto riesgo responden al estrés como si estuvieran trabadas en un combate mortal. Los menores detalles, como esperar más tiempo del programado en la sala del dentista, hace disparar la tensión arterial. Segura que has oído hablar de las personas Tipo A y Tipo B. Las primeras son impacientes y agresivas. Interrumpen y golpetean los dedos en el escritorio o se comen las uñas insistentemente, más allá que se muestren impertérritas ante situaciones enojosas. Los del Tipo B, por el contrario, son mucho más relajados, son buenos “escuchadores” y calmos en los momentos de crisis. Y es que ¿son así, u ofician de ello?
Se sabe que las conductas de Tipo A pueden ser un factor desencadenete de enfermedades coronarias. Y las del Tipo B, también generan situciones de alto riesgo. Muchas de ellas suelen funcionar como ollas a presión que estallan cuando, por ejemplo, un colega se lleva todo el reconocimiento por un logro obtenido en conjunto. Lo cierto es que, en todos los casos, estar en buena forma no da certeza de protección de la salud a las personas de alto riesgo. Es tan fácil reaccionar exageradamente ante el estrés mental, tanto para una persona que realiza ejercicios regulares como para cualquier otra que no lo hace. Las personas de alto riesgo suelen visualizar inquietantes brechas entre sus expectativas. Por un lado perciben un futuro promisorio y repentinamente frustraciones que les presenta la realidad con las que sienten amenazada su autoestima. Esto produce una forma peligrosa de estrés que se denomina “incertidumbre, duda y/o miedo”. Lo grave que queremos destacar en este post es que mientras más alto es el nivel de las personas dentro de las escalas ejecutivas, mayor es el compromiso que asume el ejecutivo frente a lo que se espera respecto a la previsibilidad de sus decisiones. Lo que se sabe en la actualidad es que los ejecutivos enfrentan usuales complicaciones relacionadas con hipertensión (frecuentemente no diagnosticada), mayores posibilidades de accidentes cardio y cerebro vasculares. Irritabilidad y hasta accidentes en el manejo de sus vehículos. Estamos seguros que conviene ser consciente de ello para afrontar las vicisitudes con el mejor entrenamiento posible.
Los factores Positivos y los Factores Negativos
Se pueden mejorar las respuestas ante los factores estresantes, sin disminuir el nivel de productividad. Seguidamente encontrarás un listado de acontecimientos de la vida diaria, son los básicos, que debieras tener en cuenta para enfrentar las vicisitudes laborales con tranquilidad. Esa posible tranquilidad, tan necesaria hoy, se puede obtener cuando hayas reflexionado sobre el valor que le asignas a cada una de estas cuestiones en tu vida. Lo ideal para bajar el estrés de de estos aconteciminetos se reduce a si tienes claro qué significan en tu vida y si has calibrado el impacto que pueden estos producir en tu proyecto de vida laboral. Por lo tanto te sugerimos que tengas claridad respecto a los siguientes básicos:
Tu Carrera Laboral. En la sociedad de la inmediatez en la que vivimos la “identidad del quién eres”, usualmente deriva de “cómo te ganas la vida”. De allí es que los índices de estrés sean muy altos cuando los ejecutivos en las empresas pierden el trabajo, o cuando no se han preparado para jubilase y les llega el tiempo de hacerlo. Este mismo riesgo de altísimo estrés lo encontramos en los casos en los que aparecen ciertas posibilidades de cambiar las condiciones laborales. Es decir cuando aparece la incertidumbre respecto de lo que puede ocurrir en por una reorganización, o ante la compra de la empresa por otro grupo.
¿Cómo puedes aprovechar las circunstancias para afrontar alguna de estas posibles vicisitudes ? Lo primero que sugerimos que tengas en cuenta hacer es tener tu propio proyecto de vida laboral. Por más que te encuentres cómodo en en la organización y en el puesto que ocupas, puede ocurrir que se esté demorando el cumplimiento de tu proyecto. Para ello es muy importante que tengas claridad respecto a cuáles son tus valores y tus competencias relevantes. Y, dado que vemos que es algo que no todos llevan a cabo, hay que exponerse con frecuencia en el mercado laboral. Esto significa atender a las posible invitaciones que puedas tener de head hunters y te intereses en conocer lo que ocurre en el mercado y conversar sobre nuevas alternativas. Esto constituye un ejercicio imprescindible para cualquier ejecutivo ya que esa gimnacia reporta mucha información vital para ajustar el proyecto personal laboral de modo de saber cómo adaptarse a las nuevas relidades que suelen ser desatendidas por aquellos que llevan más de 10 años en una misma organización.
Tu estado de Salud. La necesidad de tener que “mostrarse infalible permanentemente” carga a muchos ejecutivos con un alto nivel de estrés que, tarde o temprano, produce concecuencias serias en la mente como en el organismo. Dependiendo de la edad, muchas personas dejan para más adelante el cuidado necesario para mantener un estado saludable. Si te sientes sano y mantienes un control médico regular, seguramente no te encuentras en riesgo. No dejes de hacerte chequeos regulares para despejar preocupaciones inútiles y así constatar tu sensación de bienestar.
La Relación Familiar. Criar hijos es un campo en el que la diferencia que puede darse entre tus expectativas y la realidad, puede darse en estados opuestos. En sociedades en las que han cambiado tanto los oficios y ha aparecido una gran diversidad de oportunidades diferentes a las de antaño, suele ser común que los padres sientan “que tienen muy poco control sobre el destino de sus hijos” y eso suele ser una gran fuente de preocupación. No es algo sencillo en ciertas ocasiones, pero lo que sí aconsejan los profesionales es que hay que definir estas situaciones. Y en esto aconsejan procurar aceptar a los hijos tal cual son y comprender que los éxitos y los fracasos serán parte del camino que ellos habrán de construir para armar su vida. No es nada sencillo, no?
En cuanto a los padres, también las relaciones son dinámicas y suelen complicar los estados de situación. Hay padres a los que les cuesta dejar de ser padre o madre de una persona que ya es adulta. Así dejan de lado la posibilidad de refundar una relación de padres a hijos distinta, en la que los hijos cambian el rol y hasta pueden pasar a tener que “cuidar” a los padres. Descubrir y trabajar desde ambas partes estos cambios, genera relaciones extraordinarias y destraba situaciones que producen serios niveles de estrés que invade la vida laboral de muchos ejecutivos cuando sobreviene la vejez de sus padres.
Respecto al la vida en común, el matrimonio, estudios realizados sobre ejecutivos que logran un buen grado de felicidad en una sana relación de pareja, muestran que tienen un flanco resuelto respecto a la incidencia del estrés en lo laboral. En este aspecto la vida ha cambiado y aparecen nuevas formas de convivencia, sobre todo en las personas jóvenes. En estos casos también suceden cosas que aún no han sido del todo resueltas. Lo que sí se observa es que, en todos los casos, resulta un fuerte alivio al estrés laboral cuando existe un proyecto de vida consensuado en el que ambas partes poseen intereses comunes y valores compartidos.
El manejo de tus Relaciones Sociales. Las personas que cultivan amistades a través de deportes, clubes u otros grupos de afinidad, poseen un buen ejercicio de convivencia que, por lo general, constituye un extraordinario entrenamiento de vida en comunidad que los forma en el desarrollo de las relaciones interpersonles y repercute en una baja incidencia del estrés laboral.
Tu situación económico financiera. Vayamos al grano. Todos sabemos que no será sorpresa si tu situación no es cómoda en este aspecto. Seguramente tarde ao tempranos generará ansiedad y su consiguiente situación de estrés, si no es resuelta en los tiempos necesarios.
El “perfeccionista”. Hay un cierto estilo de perfeccionistas guiados o guiadas por el temor al fracaso. En esos casos en particular, como su productividad se limita al “no ser capaces de delegar”, corren serios riesgos de atascar el desarrollo de sus carreras. Y allí es donde, como toda moneda, esta actitud tiene dos caras. Lo importante será poder llegar a comprender que hay que encontrar el equilibrio de esta moneda entre lo que es “lo adecuado” y lo que es “perfecto”. La tensión que genera esta situación, en este tipo especial de ejecutivos perfeccionistas, provoca situaciones de alto estrés que impacta en su productividad y son circunstancias complejas de resolver.
La Autoestima. En particular la baja autoestima suele asociarse a la mala toma de decisiones, la culpa, la sensación de límites y el deseo imperioso de complacer a los demás. Sólo una autoestima alta y equilibrada puede ayudar a superar los golpes de la vida. Las personas que saben valorarse y poseen claridad en sus proyectos de vida, tienen una visión positiva, realista del mundo, que les ayuda a sortear los inconvenientes transformádolos en desafíos a resolver.
Los Valores. Aunque hablar de los Valores suene a algo ingenuo en la realidad actual, nosotros pensamos que es el punto central en el tema estrés. Cuando los ejecutivos tienen la posibilidad de reflexionar sobre cuáles son Los Valores Fundamentales que regirán su vida y sus proyectos, les queda en claro dónde se sentirán cómodos y donde no lo estarán. Los Valores son los instrumentos de navegación que las personas necesitan para tomar convencidas decisiones y ordenar prioridades.
Conclusión
Seguramente si te pones a pensar, en tu caso en particular, podrá encontrar más factores a analizar para ver de disminuir aquellos que producen estrés en tu vida laboral. Aquí lo que intentamos es destacar la importancia que tiene este tema y la poca atención que suele dársele en las organizaciones. Estamos convencidos que es un tema que hay que abordar sobre dos vías de acción: desde la empresa y desde lo personal. Y cuando se logra un buen trabajo, sabemos que se logran resultados extraordinarios para las dos partes. Este es un baile en el que ambas partes son partícipes necesarios.