El objetivo invisible: Fijación de Metas y Liderazgo

Mientras escribia esto, estaba en un avión que volaba de Buenos Aires a Lima. Me pregunte y le pregunto:

¿Cree usted que el piloto de la aerolineas habría despegado desde el aeropuerto de Ezeiza sin ningún tipo de plan de vuelo? Si va en un crucero, ¿el capitán va a la deriva con la esperanza de que el buque llegue al destino previsto? Ambas preguntas parecen ridículas, ¿no? Nunca me fiaría de un piloto o un capitán que vaga sin rumbo fijo. ¿Cómo se puede llegar a alguna parte sin un plan? A pesar de lo obvio e inútil de no tener direccion, es algo que veo todo el tiempo.

Antes de leer más, lo invito a leer este breve cuestionario con un “sí” o “no”.

1. ¿Tiene metas personales?
2. ¿Están escritas?
3. ¿Tiene objetivos a corto plazo, mediano plazo, y largo plazo?
4. ¿Tiene su compañía objetivos claros para este año?
5. ¿Están escritos?
6. ¿Todos los empleados ( y cuando digo todos es “todos”) saben los objetivos que quiere lograr la empresa?
7. ¿La empresa tiene objetivos a largo plazo?

¿Cómo estuvo el cuestionario?
En los últimos meses, he hablado en mis presentaciones y sesiones de formación de liderazgo, coaching y ventas con empleados de diferentes niveles de varias compañías en diferentes paises latinoamericanos. Cuando llevo a cabo un ejercicio acerca de los objetivos a corto, medio y largo plazo, estoy asombrado. ¿Por qué? Debido a que el 98% de los participantes no tienen objetivos de ningún tipo. ¿Cómo puedo saberlo? Sencillo, les pregunto y escucho algunas de estas razones:

• “Yo no tengo el tiempo”.
• “Estoy demasiado ocupado”.
• “No he pensado en ello.”
• “No parece tan importante.”

¿Es esta una nueva generación de ejecutivos y trabajadores que no tienen metas? No, no es una cuestión de generaciones, la gente en estas sesiones de formacion estan comprendidas entre los 20 y 60 años. Me preocupa mucho que las personas que están activas en sus vidas profesionales y personales no tengan un propósito o plan (escrito o no). Esto no es una conjetura. Esto es lo que me dicen.

Entonces, ¿por qué las personas se mueven a traves de sus vidas sin objetivos que les proporcione una dirección? La pregunta es tan fuerte que no puedo responder. Aun así, me he preguntado si es lo mismo es cierto tipo de empresas. Sin duda, los directores generales, directores financieros, y ejecutivos de las compañías establecen metas ¿verdad?

Hace unos meses, estuve trabajando unas sesiones de coaching con un ejecutivo de una empresa mediana, en una de esas sesiones le pregunté:

“¿Tiene metas y objetivos estratégicos para el 2009?” Después de unos segundos de incómodo silencio, el ejecutivo tranquilamente respondió: “Bueno, algo así”. Yo, le respondi presionando un poco: “¿Los tiene o no los tiene?”. Silencio.

“¿Tiene metas y objetivos estratégicos para el 2010?” Pregunté nuevamente (y por dentro con un poco de malicia). Más silencio.
“Uhm…, probablemente deberíamos trabajar en eso “, murmuró el ejecutivo, levantando una ceja.
“¿Tiene usted un plan a largo plazo por ejemplo para los próximos tres a cinco años? Mi coachee se movió incómodo en su asiento. Yo ya sabía que la respuesta iba a ser: “No.”

Si bien muchas empresas importantes, nacionales y multinacionales tienen amplio y muy bien articulados planes, estoy encontrando esta deficiencia en las pequeñas y medianas empresas, a veces no tienen planes de ningún tipo. ¿Por qué es esto?

Puede haber varias razones posibles incluyendo las siguientes:

• Sus prejuicios contra el establecimiento de metas en sus vidas personales se derrama sobre sus vidas profesionales. Debido a que no tienen metas de desarrollo personal, no los tiene para su empresa.

• Están tan centrados en las operaciones día a día que sólo se refieren a temas momentáneos, ignorando el futuro. Esto viene de pensar sólo el hoy, la próxima semana, o este mes. Están atrapados en lo que se llama “el síndrome del incendio” que suele ser impulsado por la urgencia.

• Fundaron una empresa porque eran buenos en algo, pero nunca aprendieron a planificar estratégicamente. Ellos carecen de esta habilidad crítica para construir el futuro a largo plazo de la empresa y a veces su orgullo o el no querer invertir dinero no les permite solicitar ayuda externa.

¿Cómo pueden los líderes de algunas empresas no tener un plan real y con empleados que tienen fe en su liderazgo? Es muy desconcertante. Si usted es un líder, ¿qué puede hacer?. Aquí están algunas sugerencias.

• Comience fijándose objetivos en su vida personal. Creo que los líderes deben modelar los comportamientos que ellos quieren ver en sus empleados. Muestre a los empleados que tiene fijados objetivos claros que establece en su propia vida y en su empresa y animelos a hacer lo mismo.

• Aliente a los empleados a establecer metas personales, y proporcionar capacitacion (no es una formación de motivación) si es necesario. Si ofrece formación sobre este tema y hace un buen seguimiento notará la importancia que tiene para cada uno de sus empleados y para el éxito de su empresa.

• ¿Que beneficos tiene esto? Sus empleados saben ahora porque trabajan, cuales son los objetivos a lograr y como pueden transferir esto a sus vidas dandole un sentido a la misma, sin olvidar que la familia de cada empleado tambien se beneficia.

• Tómese el tiempo para explicar a sus empleados las metas establecidas por la empresa y la importancia que tiene el protagonismo que tienen cada uno.

• Asegúrese de reunirse con su equipo ejecutivo para fijar metas que sean cuantificables y concretas para el año siguiente. Fije los ingresos, flujo de caja, los márgenes de beneficio, etc Si no puede hacerlo por su cuenta, traiga ayuda externa. Sí, esta opción puede ser costosa, pero no puede darse el lujo de no hacer este esfuerzo.

• Comunique las metas y objetivos a medida que se van logrando a todos los empleados sobre una base consistente y regular. Si no se comunican los logros, no existen. Asegúrese de comunicarse con frecuencia, dar actualizaciones periódicas sobre los objetivos, y recordar a todos cuál es su postura como empresa. Esto ayudará a los empleados a seguir su ejemplo, a hacer sus propias metas y evaluar su progreso.

Nadie puede dar en un blanco que no está a la vista o alcanzar una meta que no está definida. Una vez que sepa la suya y la de su organización, ¡no dude que dará en el blanco!