El valor de la confianza
Siempre he sabido que la confianza tiene un valor incalculable y seguro que todos opinamos lo mismo, sin embargo tras leer el libro de Stephen M. R. Covey, me puse a pensar con mayor detalle si realmente se puede valorar en su real dimensión.
Recuerda usted por ejemplo ¿Cuánto cambió la vida en los aeropuertos, después del atentado del 11 de setiembre? se lo voy a recordar… Antes necesitábamos media hora para poder hacer el chek-in y abordar en vuelos nacionales y 1 hora para vuelos internacionales. Ahora se requieren 2 y 3 horas respectivamente, ¿Qué pasó? resulta que la desconfianza generó que tengan que revisarte de pies a cabeza (solo falta que te hagan una resonancia magnética), hay una lista de artículos prohibidos, pasas por detectores de metales, te quitan los zapatos, existe más personal de seguridad, etc, etc. En su libro el factor de confianza Covey explica como a mayor confianza, existe mayor rapidez y se genera menor costo y a menor confianza, menor rapidez y mayor costo… haga la prueba y analice cualquier situación y dígame si no es cierto.
¿Se puede confiar en una persona que desconfía de sí misma? de plano que no. Según Covey, existen dos factores claves para confiar en una persona: el carácter y la competencia y lo explicaremos más adelante. La confianza personal tiene que ver con la credibilidad, con el desarrollo de la integridad, la resolución, las capacidades y los resultados. Plantea dos preguntas fundamentales: ¿ Confío en mí mismo? y ¿Soy una persona en la que los demás pueden confiar? Pongamos un ejemplo. Supongamos que me propongo levantarme más temprano porque estoy llegando tarde a las reuniones con mis clientes, entonces decido programar el despertador 15 minutos antes de lo acostumbrado… hasta ahí todo muy bien. Pero que pasa si cuando suena no le hago caso y sigo levantándome a la misma hora una y otra vez… acaso ¿no genera este hecho desconfianza en uno mismo? ¿no me sigo engañando a mi mismo? Bien lo dice Jack Welch, de General Electric “Lograr que los demás confíen en sí mismos constituye una parte muy importante del liderazgo”. Personalmente, esta es la definición que describe mejor esta competencia, algo escasa en muchas organizaciones, por cierto .
Volviendo a los dos factores claves, antes mencionados, es verdad que para confiar en una persona lo primero que evaluamos es su integridad (hacer lo que dices) esto es un gran paso, no obstante, puede resultar insuficiente, para delegarle una responsabilidad, si no cuenta con la competencia que se requiere. Para simplificarlo… si usted confía mucho en una amigo de toda la vida, no dudo que podría prestarle su auto recién comprado, pero si él no sabe conducir (no tiene la habilidad) difícilmente lo haría, a pesar de lo integro que pudiera ser. Covey señala que existen cuatro focos de credibilidad: 1)Integridad, 2) intenciones, ambos ligados al caracter y 3) capacidades y 4) resultados, vinculados a la competencia.
El tema es muy amplio y prometo desarrollarlo en un próximo artículo, lo que pretendo es que reflexionemos sobre éste valor, en el contexto que deseen. Piense en el impacto que podría tener en los resultados de una empresa si lo tenemos en cuenta, en la relación de una pareja, con un amigo. No olvidemos que todo empieza con uno mismo y lo que proyectemos para lograr una buena relación, en el plano laboral las empresas que prevalecen en el mercado son aquellas que han logrado consolidar una imagen basada en la confianza (por el comportamiento de sus líderes, por sus resultados). Difícil olvidar lo contrario, cuando nos referimos a Enron Corporation por ejemplo.
Vivimos obsesionados por conseguir resultados. Sin embargo, el precio que se paga puede ser muy alto. Muchas veces es preferible sacrificar el triunfo de hoy por la integridad y la credibilidad. Eso sucedió con el tenista Andy Roddick cuando perdió un encuentro al reconocer que la bola que lanzó su rival, el español Fernando Verdasco había ingresado dentro del campo y no fuera como la cobró el juez. Roddick insistió con el juez y fue aceptada aunque finalmente le costara el encuentro. Sin duda que un hecho como ese dice mucho de este deportista y dudo mucho que su credibilidad será puesta en tela de juicio, después de un acto como ese.
Cierro con una frase de Warren Buffett, director general de Bekshire Hathaway, “Busco tres cosas a la hora de contratar a una persona. La primera es la integridad, la segunda es la inteligencia y la tercera un gran nivel de energía. Pero si no tienes la primera las otras dos acaban matándote”