¿Optimismo o pesimismo? ¿Cuál es su discurso para el segundo semestre?
Iniciamos el segundo semestre del año con algunos indicadores en nuestro país, que no son los mejores en temas de productividad y crecimiento. Muchas empresas en éste país, están viviendo un año de confusión, con bajo crecimiento e incluso con problemas ya de cartera vencida. Sin embargo también debo decir que algunas otras están encontrando buenos caminos para obtener resultados de rentabilidad que les permiten tener la confianza necesaria en que será un buen año para continuar participando en el mercado con la confianza lograr las metas planteadas en su Plan de Negocios. Éstas empresas tienen un factor común que las hace ir por encima de sus competidores. ¡Están aprendiendo constantemente de cada paso que dan el en camino y sus líderes tienen la confianza en que podrán salir de cualquier situación que se les presente en el mismo. En éste sentido, los líderes emiten discursos que mantienen en alto la motivación de sus empleados y la expectativa de que podrán salir de los planeas de manera positiva.
Son empresas donde la voz de sus líderes permite volver a FOCALIZAR sus acciones en el Cliente y a mantener en un alto grado de entusiasmo en alcanzar todo lo que se ha previsto en el Plan de Negocios.
No son tiempos de GRITAR y GRITAR desesperadamente en medio de la Confusión o bajos resultados incluso, son tiempos de lanzar mensajes a los equipos de trabajo que les hagan sentirse seguros en su posición para poder lograr que den lo mejor de sí para nuestro negocio.
Alzar la voz, solo significa hacer notar nuestra incapacidad de manejo de la complejidad, cosa que como líderes no nos lo podemos permitir. Al subir el tono de voz, le estamos diciendo a la gente lo poco que nos importa y de que somos capaces de abandonarlos cuando más nos necesitan.
Tenga en cuenta, que si no controla sus emociones y sus pensamientos, lo que saldrá de su boca puede determinar al final el resultado que obtendrá. Las palabras determinan su estado de ánimo, influyen en su manera de procesar la realidad y pueden arrastrarte hasta el precipicio. Así que sea impecable con sus palabras, si lo que pretende es obtener resultados impecables con sus clientes. Sus mensajes determinan el éxito o el fracaso de su negocio. ¡Así de simple!.
No puede ser usted de doble discurso, pues cuando eso sucede su liderazgo ya está perdido y no podrá recuperarlo jamás. Cuando los líderes emiten dobles discursos su liderazgo está más que devaluado y habrá perdido la gobernabilidad de su equipo y su credibilidad y compromiso para con la empresa y por supuesto con usted mismo.
Es importante tener en cuenta que la reacción de nuestra gente depende en gran medida de los mensajes que emitimos. Usted tiene la obligación de obtener de ellos lo mejor de sí y cada palabra suya tienen entonces que ser inspiradora, no acusadora o intimidatoria.
Emitir mensajes intimidatorios únicamente trae como consecuencia descubrir sus miserias (escasez de conocimientos sobre liderazgo y peor aún si se le llegan a notar su incapacidad técnica) y por ende concluir su carrera como líder de equipos.
Jamás podrá aspirar a tener un equipo de alto rendimiento mientras sus mensajes no sean atractivos para los demás, usted tiene que transitar en el terreno de la CONGRUENCIA diciendo y haciendo, y mostrando lo que se alcanza al hacer las cosas correctamente.
Y no estoy tratando de decirle que oculte la verdad si su negocio va mal, no. Estoy tratando de decirle que aún cuando la vida parezca que se le viene encima, usted tiene que mantenerse firme, dando el enfoque correcto y trabajando para que no se pierda la motivación y esperanza de que se puede salir adelante de cualquier problema que se presente, aún cuando éste sea demasiado complicado para solucionarlo.
La vida puede dar muchas vueltas, nos mostrará caminos fáciles y difíciles para transitar, caemos y aprendemos, pero sin duda, las palabras de un líder son las que determinarán el resultado de nuestros equipos.
El impacto de nuestras palabras está cargada de todas las emociones y pensamientos que tenemos en el corazón y en éste sentido mostrará a los cuatro vientos aquello de lo que estamos hechos y si nosotros tenemos la fuerza suficiente para alcanzar grandes retos y proyectos en el futuro. Es decir, mostrará nuestro alcance como líderes a los ojos de los demás y nos hará ver tan fuertes o tan débiles o mediocres de acuerdo a nuestro mensaje. Además determinará el estado de ánimo y el resultado de aquellos a los que nos toca liderar.
Siempre he dicho que el tope de nuestra eficiencia personal, es directamente proporcional al tamaño de nuestro liderazgo, es por ello que la forma en como nos comunicamos cobra una gran importancia, cuando se trata de dirigir a los demás.
Hacer una visión de negocio y plasmarla por escrito es vital para una organización, hablar de ella, lograr que los demás se entusiasmen y se reflejen en ella, es el trabajo de los líderes y necesaria y diariamente necesitan hacerla suya para que puedan asegurarla en la realidad frente a los clientes.
Así que deje de darles el discurso de que las cosas van mal, deje de amenazar que que va a despedir a sus empleados si las cosas no se corrigen, deje de alardear y haga lo correcto. No grite, concéntrese en lanzar mensajes que infundan valor, entusiasmo y un gran compromiso para los demás. Usted es la piedra angular en su negocio, y sus mensajes son parte de ello.
Congruencia en las palabras
Si su objetivo es alcanzar el máximo nivel de resultados, su obligación es enfocar correctamente a los demás en su visión, ¿es correcto?, posteriormente usted trabajará en lograr que su visión se cumpla, es decir, pasar de las palabras a los hechos (liderar), pues bien si no alcanza a emocionar con su discurso a los demás, lo segundo no lo logrará.
Desencadenar el potencial de los demás significa mantenerse cerca, haciendo relaciones, generar la confianza en los demás, ganar credibilidad etc., y necesariamente, tendrá que utilizar mensajes en todo momento para que ésto pueda darse.
Sus palabras, sus decisiones, la manera en como llega a ellas con parte también del entrenamiento de la gente que lo rodea, y ésto les permitirá en el futuro actuar congruentemente con lo que usted pretende. Veamos un ejemplo: Hace poco tiempo, encontré un empresario que me decía en su reunión que las cosas para su empresa estaban bastante mal, había cancelado todo tipo de gastos, incluyendo algunos relacionados con la frecuencia de viaje a los clientes, gritó al mundo entero que su empresa estaba prácticamente por cerrar y que no garantizaba su permanencia en el mercado. Como conclusión a lo anterior sucedieron dos cosas interesantes:
1. Al visitar con menos frecuencia a sus Clientes, éstos buscaron otras alternativas para proveerse, haciendo una caída en las ventasespectacular y por supuesto el valor de su negocio.
2. Su personal, al saberse que no garantizaría la permanencia, optó por buscar mejores opciones de trabajo y le abandonó el primer equipo gerencial y por supuesto personal calificado.
Somos lo que pensamos, pero aún más lo que decretamos. No se puede ir corriendo
gritando a cielo abierto que las cosas no funcionan, porque lo que estamos dando a conocer, es que no tenemos la capacidad de liderar correctamente y es por eso que no funcionamos. ¿Ven ahora el impacto de nuestras palabras? Nuestra responsabilidad está centrada en hacer más y mejores cosas para los demás, en lograr que nuestros colaboradores enciendan su fuego interior para comprometerlo con nosotros. Así que nuestro mensaje no puede ir en otro sentido. Dejemos de lanzar mensajes que nos hagan sentir como víctimas de las circunstancias y comprometamos más con nuestro discurso a nuestra gente.
Estamos a mitad del ejercicio, tenemos mucho tiempo para capturar el entusiasmo de nuestra gente y recuperar el terreno perdido y nuestra credibilidad.