La Re-inducción, una oportunidad para fortalecer la ejecución de la estrategia

 Contratar los mejores es un reto para los responsables de atraer talento a la organización, retenerlos es una responsabilidad cotidiana que incluye a los jefes y compañeros pero que está determinada también por la claridad que tenga de la gestión que realiza y los resultados que esperan de su trabajo, de la cultura organizacional que le permita sentirse acogido e integrado a una cotidianidad donde el clima laboral permite desarrollar espacios de vida compartida.

Al llegar a la empresa seguramente recibió una inducción al cargo pero también a los procesos generales, lo cual le permitió tener una visión clara de la plataforma estratégica y los valores corporativos que guían la acción empresarial. Se evidenciaron los aspectos claves para su adaptación al cargo y descubrió que es un entorno amigable pero retador y que es una “empresa en la cual vale la pena trabajar”.

A medida que pasa el tiempo la gestión tiende a concentrarse en las tareas propias del cargo y en ocasiones se comienza a perder de vista el contexto organizacional, la repetición de tareas y la rutina nos llevan a fortalecer nuestros vínculos y relaciones con la empresa y compañeros pero al mismo tiempo a perder de vista la necesaria conexión con los sucesos que puedan estar ocurriendo en otros puntos de la organización. En muchas ocasiones los equipos comienzan a desarrollar la soberbia personalista que los hace creerse indispensables en los resultados de la empresa cuando la realidad puede evidenciar que son el obstáculo que impide avanzar en la implementación de los cambios necesarios para hacer más eficiente la operación.

No importa el nivel al cual se pertenezca, siempre será necesario volver a las fuentes para identificar el origen y los motivos que impulsan la organización, comprender que la gestión individual está indivisiblemente unida a la razón de ser de la empresa y descubrir que el aporte que realiza cada uno de los integrantes de la empresa es valioso y agrega valor.

La re-inducción se convierte en una exigencia estratégica de retención, es volver a mostrar las razones por las cuales vale la pena entusiasmarse con las tareas que se realizan, fortalecer el compromiso y sentirse más orgullo de pertenecer a una organización con la cual se tiene la responsabilidad de hacerla más sostenible desde cada una de las áreas en que transcurre la gestión empresarial.

Elaborar un programa de re-inducción debe incluir la participación de todos los líderes estratégicos que reconocen la importancia de asegurar que fluya por todos los rincones el conocimiento requerido de lo que ocurre en la sala de juntas y que debe ser conocido por todos los integrantes de los equipos de trabajo. En este sentido no se trata de un seminario o curso que se oriente a reforzar el conocimiento básico de los principales procesos de la empresa sino que incluye los eventos que permiten la actualización de los colaboradores en los diferentes temas especializados que se requieren para ofrecer un servicio cualificado a los clientes.

Normalmente los programas de re-inducción se realizan para los colaboradores que llevan DOS años o más en la organización, se trata de jornadas específicas que permitan identificar las nuevas tecnologías que se han implementado, los nuevos modelos de gestión que ocurren en las diferentes áreas o procesos, recordar los principios que guían su comportamiento y fortalecer la importancia que tiene el compromiso y la motivación laboral.

La realidad cambiante y competitiva del mercado hace que los equipos de trabajo revisen cada cierto tiempo el valor agregado que dan a los resultados corporativos, se trata de identificar en cada uno de los colaboradores las competencias requeridas para dar desempeños superiores y diferenciadores que permitan consolidar los talentos que deseamos retener.

La re-inducción es también una oportunidad para escuchar a nuestros colaboradores, saber cómo se sienten y qué puede hacer la empresa para mejorar el clima laboral en cada una de las áreas, igualmente le permitirá a la empresa identificar los aspectos necesarios para incluir a los participantes en un plan de carrera que asegure los resultados esperados para el proceso y la empresa.

Los programas de re-inducción permiten que cada colaborador pueda sentirse parte de la organización como un todo y no solo como miembro de un equipo que en muchas ocasiones no tiene la oportunidad de conocer y dar a conocer los planes y proyectos que se están implementando.

Finalmente considero que se trata de una oportunidad para consolidar en cada uno de los participantes en el programa de reinducción su responsabilidad con los resultados para los cuales fue traído a la organización, un espacio para recibir información pero también para renovar su compromiso cotidiano con las tareas que le permiten crecer personal y profesionalmente.