Cinco consejos prácticos para hacer en la oficina, mientras los demás descansan
Navegan por la red cientos de consejos en cuanto a lo que deberíamos hacer en nuestros períodos de vacaciones, recomendaciones que van desde sembrar un árbol, caminar por parajes de verde frondoso, dedicar tiempo a limpiar nuestra bandeja de mensajes (en especial para aquellos que trabajan de manera independiente), cocinar, dedicar tiempo para afrontar metas personales, investigar, ir a sesiones de masajes y embellecimiento general, tomar ese curso de fotografía anhelado, dedicar calidad a la familia, o sencillamente elegir el azul como el color de la esperanza, y dibujar con ese estilógrafo a mano alzada, asumiendo el reto que dejamos olvidado por culpa de la tecnología de enfrentarnos a una hoja en blanco, con lujo de detalle cada una de las líneas que el corazón le dictase a la torpe pluma, donde se consignasen cada uno de los sueños motores para seguir adelante con absoluta pasión y devoción.
En países como Argentina, Uruguay y España, es muy habitual ver como prácticamente se paralizan algunas empresas, por aquello de las “vacaciones colectivas”, dando lugar a escenas que para extraños habituados a dicha cultura, resulta a veces difícil de entender, porque para ello tan solo basta con revisar la ocurrencia de hechos como por ejemplo, el tener que reinstalar un programa de software, darse cuenta que solo el proveedor tiene las claves necesarias, llamar a la oficina del mismo y encontrarse con que el contestador salta diciendo que todos están de vacaciones, y usted allí, agarrado del cabello pensando en que tiene su propio proceso de producción paralizado porque depende de una persona que está en pantalones cortos bronceándose en paradisiacas playas.
Mientras los que pueden gozar de un merecido descanso, lo hacen con el claro objetivo de recargar energías, cabe preguntarse que podrían hacer las empresas para aprovechar dichas vacaciones para hacer productivo dicho período, así que aquí planteamos nuestro listado de recomendaciones:
1. Remodela tus sueños!!!
Pasamos tantas horas de nuestra vida en los lugares de trabajo, que parece más que lógico realizar un proceso de maquillaje a ese espacio en el cual nuestro equipo de trabajo, con su entusiasmo y dedicación, construye el sueño colectivo de sacar adelante la empresa, así que sería bueno sorprenderlos con un espacio renovado, paredes pintadas de colores vivos, plantas que den vida, y con todo ello dar cabida en conjunto a la creatividad y a las ganas de dar lo mejor de cada uno en el trabajo.
2. Digitaliza
El día a día a veces nos hace olvidar de las ventajas que tiene el tener poco papel en nuestros puestos y/o archivadores. Aprovechar el período de vacaciones para contratar estudiantes en prácticas, o a personal de apoyo para que se dediquen a la valiosa y necesaria tarea de digitalizar los documentos, y con aquellos que proceda, eliminarlos siguiendo el protocolo adecuado.
3. Cuida tus equipos
El período de receso es un buen momento para que hagamos un buen proceso de mantenimiento preventivo a todos los equipos de nuestra oficina. La fotocopiadora, impresora, redes, conexiones eléctricas, revisar extintores, son algunos de los elementos que deberían estar correctamente revisados y dispuestos para cuando regrese el equipo de trabajo a la carga.
4. Renueva tu lista de chequeo de seguimiento
En organizaciones de tamaño medio o pequeño, es muy normal que no se cuente con un responsable de temas legales, razón por la cual resulta saludable incluir en el proceso de redacción del listado de chequeo, la verificación de la vigencia y/o caducidad de los distintos contratos con proveedores y/o miembros del equipo de trabajo. Ese es tan solo un ejemplo de elementos que deberían estar presentes en las famosas listas de chequeo, que permitan meter a la organización en la dinámica del Getting Things Done!!!
5. Refuerza tu compromiso social
El periodo de receso, puede ser un buen espacio para ir y conocer los resultados de las distintas iniciativas sociales y/o ecológicas que hayas decidido apoyar desde tu organización, y que quizá no hayas tenido tiempo de revisar por ti mismo para conocer en persona los resultados directamente en campo. Si el caso es que no estás vinculado a alguna actividad de corte social o ambiental, pues con mayor razón aún, aprovecha el tiempo para conocer las distintas alternativas, y a la vuelta de tu equipo de trabajo, invítalos a participar activamente en la selección de aquella que más los motive.
Pensar en productividad en medio de las vacaciones quizá suene un poco extraño, pero este pequeño listado de consejos sin duda van a contribuir positivamente en el buen desempeño de tu organización.
Estamos listos….y tú?