Apartheid a los agoreros: ¡Démonos una oportunidad!

Este fin de semana fui a ver la película Lincoln ya que me gusta mucho el cine, y en época de Oscar como estamos, me apetece ver las nominadas para hacerme mi propio criterio al respecto.

La película desde mi punto de vista no es nada del otro mundo, pero retrata bastante bien la persona que había tras el famoso personaje estadounidense Este, en una de las múltiples conversaciones que mantiene, cuenta una anécdota que me gustó bastante. Habla que un hombre tenía un loro quien todas las mañanas, sin faltar ninguna, amanecía vaticinando a los cuatro vientos: “¡Hoy va a llegar el final del mundo! ¡Todos vamos a morir!”. Día, tras día, mes tras mes, el loro recibía el nuevo día con tan motivador mensaje, hasta que un día el hombre, cansado de tanta negatividad cogió una escopeta y mató al loro, haciendo que su profecía se cumpliera, al menos para él.

Esta historieta me pareció muy actual, en un momento donde los “optimistas” del lugar dicen que este va a ser el último año de la crisis, pero que sin duda va a ser el peor de todos los que hemos vivido. Eso es optimismo y lo demás tonterías.

La verdad es que en este momento en el que toca arrancar el año, y empujar una vez más a nuestros equipos y/o nuestras familias a luchar en una cuesta de enero que ya dura cinco años, este tipo de loros agoreros no sólo no aporta nada, sino que resta mucho.

Creo que es momento de tirar y de empujar, de construir, de centrarnos en lo bueno que nos ocurre, de celebrar los pequeños éxitos, de conocer gente nueva, de motivar a los que nos rodean, de correr el doble, de abrir nuevos mercados, nuevos clientes o nuevos productos. Es momento de luchar y de cambiar las cosas, y para ello no digo que les peguemos un tiro a los agoreros, ni mucho menos, pero sí que les dejemos de lado. Qué no les demos la razón, qué nos les leamos ni les comentemos, qué no les demos bola entre los nuestros, que no caigamos en su juego, que miremos adelante porque de nosotros, y sólo de nosotros depende que las cosas cambien, ya que visto lo visto a nuestros políticos no les podemos ni pedir ni siquiera que sean honestos.

Luchemos, sonriamos, soñemos, imaginemos, busquemos soluciones, conversemos, trabajemos, creemos, emprendamos, ayudemos, apoyemos, seamos solidarios, innovemos, busquemos fuerzas hasta debajo de las piedras, pero sobre todo no dejemos que los agoreros nos roben la energía que tanto necesitamos para hacer, como dice el profesor Fernández Aguado, de nuestro micromundo un lugar mejor.


ARTÍCULO PUBLICADO EN ENERO DE 2013