La verdadera satisfacción del trabajo
Cada día al sonar el despertador nos levantamos de mil formas; unos medios dormidos otros listos para hacer ejercicios. Lo cierto es que uno elige con que disposición iniciar el día. Me ponía a pensar cuan importante es para las personas darle sentido a todo lo que hacemos y esto trae a mi memoria un momento especial en mi vida que podría servir para entender la trascendencia de nuestro trabajo.
Este año, en el mes de enero mi madre partió a una mejor vida, después de tres meses de agonía en él área de cuidados intensivos de un hospital. Durante tres meses, día a día solo despertaba con la esperanza de una pronta recuperación, que lamentablemente no se dio. En ese lapso ocurrió algo importante: como el hospital quedaba lejos de mi oficina y solo tenía 30 minutos para la visita (al mediodía) me vi obligado a cambiar mi rutina, es por ello que empecé a hacer escala en un local de Stabucks que queda camino al hospital, en la calle Prescott en San Isidro, para ser más exacto. En ese local conocí a las personas que atendían; la mayoría chicos que estudian una carrera, que te reciben con una sonrisa y te tratan de tú con respeto… ¡esos jóvenes si que fueron amables conmigo! Desde la tranquilidad, la cordialidad y la buena música que encontré allí, pude avanzar mi trabajo, coordinar citas, escribir artículos y reunirme con gente.
Hace unos días volví a ese local, no iba desde que mi madre falleció, y me encontré con una de las chicas que conocía el motivo de mi asidua concurrencia. Me dio mucho gusto, le di las gracias, desde lo más profundo de mi alma, por haberme permitido pasar esos tres meses difíciles en buena compañía. Como dato anecdótico, recuerdo que tuve oportunidad de participar de las degustaciones y de las encuestas… me convertí en un cliente fidelizado y referencial para ellos. Lo que quiero rescatar es que muchas personas ignoran cuanto bien pueden hacer por los demás, solo con el hecho de hacer bien su trabajo; en este caso las chicas de Starbucks no tenían idea lo mucho que me ayudaron, por el hecho de ser bien acogido y sentirme como estuviera en mi oficina o en casa. Si algo destaca a Starbucks es la experiencia positiva que vives dentro tomando un café; que mejor pretexto para pasarla bien.
La mayor motivación en el ser humano es hacer algo por otra persona, según Juan Antonio Perez López. Los que tienen claro esto, disfrutan sirviendo; recibir una sonrisa o simplemente la palabra gracias, es más significativo que una recompensa económica. Cuando las personas empiezan a comprender que el trabajo que realizan, puede cambiar la vida de otra persona, encuentran el verdadero sentido, ahí empiezas a sentir que vale la pena todo lo que haces. Por ejemplo, la motivación para un carpintero que hace un sillón para un cliente solo a cambio de dinero, no será la misma si es consciente que ese sillón será para una persona que pasará el resto de su vida postrado en él.
La fidelización de un cliente va mucho más allá del producto en si, tiene que ver con actuación de las personas. Los protocolos son importantes pero no determinantes, los clientes por lo general no escuchan lo que dice el protocolo sino como lo dices y ahí entra en juego la motivación de la persona… su esencia.
Estoy seguro que existen muchos casos similares al mío, que han quedado anclados en la memoria… La verdadera satisfacción del trabajo, insisto, la encuentras cuando sabes que actúas desde la libertad y desde la dignidad de la persona. Los errores que muchas veces nos condenan y cargamos en la oficina se minimizan cuando los ponemos en ese contexto… mejor aun cuando comprendes que lo que haces contribuye al bienestar de otro ser humano.
Hasta la próxima!
Articulo publicado en 2011