Qué hacer cuando tienes que volver a empezar de cero
Cuando empiezas algo nuevo, lo ideal y lo que más deseas es que todo vaya bien y que logres el objetivo que te habías propuesto. Todos partimos con esa ilusión, por supuesto, y hacemos lo que haga falta para que las cosas funcionen, pero qué pasa cuándo no es así.
Muchas veces, por mucha ilusión y esfuerzo que pongas, las cosas no salen bien y, ya sea por una mala decisión (como me comentaba una lectora el otro día) o porque te empeñas en algo que no es más que un peso muerto, te toca abandonar el barco y empezar desde cero. Y ¿entonces qué?
Tu siguiente paso dependerá del tipo de situación en la que te encuentres en ese momento. ¿Con cuál de estas tres te identificas?:
1. Te has quedado completamente bloqueada y no sabes qué hacer
Nunca te habías parado a considerar otras alternativas, tu siempre a lo tuyo y tan contenta y ahora que te encuentras sin ello, no sabes qué hacer. Si este es tu caso te toca trabajo de introspección, como comentaba en otro artículo, volver a considerar qué quieres en la vida, qué te gusta hacer, qué se te da bien o te pide la gente. Ese es el primer paso. No es fácil, así que cuanto antes empieces mejor. Puedes intentarlo por tu cuenta, buscar algún libro o contratar a alguien que te ayude, lo que sea con tal de salir de ese estado de angustia y bloqueo.
Pero sabes qué es lo mejor, evitar llegar a esa situación. ¿Cómo? No esperando a que pase algo así para descubrir qué otras cosas te gustan. Así, si en algún momento tienes que empezar de cero, tendrás miedo y lo pasarás mal pero al menos sabrás que tienes opciones. Empieza ya a experimentar y probar otras cosas para ver qué te gusta. Yo por ejemplo hice el curso de coaching por afición y mira donde estoy ahora.
Un ejercicio muy útil y a veces muy difícil es pensar si existieran cinco universos paralelos en los que no pudieras dedicarte a lo que haces ahora, ¿qué harías? Yo ahora lo tengo claro pero cuando era científica ¡no! No me imaginaba haciendo nada más, creía que no me gustaba nada más, hasta que empecé a hacer cursos y a probar…
2. Estás desanimada y agotada pero al menos sabes qué quieres hacer a continuación.
En este caso, la cuestión es volver a ponerte en marcha sin que los miedos y dudas te saboteen. Recuperar las fuerzas (tomándote unas vacaciones si es necesario), recordar las lecciones aprendidas y manos a la obra de nuevo.
Cuando yo decidí cambiar mi negocio de coaching para cientificos en Canadá me costó mucho porque estaba muy apegada a mi idea y no hacía caso a mis mentoras. Al final tuve que admitir que me tocaba empezar de nuevo, con resignación e impaciencia porque había invertido tiempo, ilusión, dinero y no me apetecía nada tener que volver a empezar, ¡nada! Pero ¿qué otra opción te queda? ¿Quedarte protestando y renegando? De eso nada, me tomé una vacaciones y aproveché para hacer la mudanza a España y asentarme en Valencia mientras reorganizaba ideas y a empezar de nuevo.
No fue nada fácil y menos para una impaciente crónica como soy yo, que quiero resultados ya, pero esta vez las cosas fueron mucho más rápido porque ya sabía qué evitar y había aprendido muchísimo de la experiencia anterior, así que en tres meses ya tuve mejores resultados que en todo el año anterior. No hay mal que por bien no venga
3. Sabes lo que quieres pero te has quedado sin recursos, con una mano delante y otra detrás.
En este caso, si ya sabes lo que quieres y estás decidida a conseguirlo, ¿qué necesitas? Encontrar recursos, así que a ser creativa y a tener paciencia. A veces podrás pedir créditos o ayuda a conocidos, pero otras veces te tocará apretarte el cinturón e ir ahorrando, o buscarte un 2º trabajo para poder costearte los gastos. No es fácil, ya, si lo fuera todo el mundo sería multimillonario y haría lo que quisiera. Pero si esa es tu situación ese es el sacrificio.
La cuestión es, ¿de verdad quieres lo que dices que quieres? Si es así estarás dispuesta a hacer lo que haga falta y serás consciente de que el sacrificio es sólo una parte del camino. Si no, te buscarás 500000 excusas y sólo serás capaz de centrarte en el sacrifico, no el el proceso y en el resultado que quieres conseguir. Ahí ya depende de ti..
Ya de por sí la decisión de abandonar es muy dura, especialmente si es algo en lo que has trabajado mucho o le has puesto mucha ilusión y recursos; y volver a empezar puede hacerse cuesta arriba. En cualquier caso, lo más importante de esta experiencia es aceptar que lo hiciste lo mejor que pudiste según tus circunstancias, que ha sido un revés y una lección y tomarte el tiempo que necesites para reflexionar, recuperar fuerzas y volver a empezar.
Cuéntame, ¿qué 1º paso vas a dar tu? Ya sabes que la cuestión es empezar, sea por donde sea. Abrir una cuenta y empezar a ahorrar, comprarte un libro y averiguar qué te gusta hacer (te recomiendo este y este), tomarte un descanso para coger fuerzas… Cuéntamelo en los comentarios
Autora: Aida Baida Gil - Coach personal certificada por la Coach Training Alliance, licenciada en Biologia, doctora en Genetica.
Trabaja con mujeres profesionales que quieren ganar seguridad en si mismas, decidir el siguiente paso a dar y diseñar su vida y su carrera según sus intereses y valores.