Muchas veces el cierre de la venta es más cerca de lo que pensamos.

Muchísimas veces nos ha sucedido, hemos hecho una buena prospectación, llegamos con anticipación a la junta o reunión, rompemos el hielo con temas de interés, iniciamos el proceso de presentación de nuestro producto y en un momento determinado nos sentimos desconcertados ya que no sabemos cuál es la opinión del prospecto, sobre nuestro producto si es de su interés o no, si lo va a adquirir o no.

Porque?

Simplemente porque esperamos que el prospecto nos diga verbalmente que si lo toma, que si lo adquiere, que estaba esperando con ansias nuestra visita para comprar este producto, que el día de hoy se despertó, levanto sus brazos y dijo;
Hoy es un gran día para comprar lo que este agente me viene a vender.

Pues déjeme decirle mi amigo lector, que eso no va a suceder, el prospecto nunca no va a decir que nos estaba esperando para comprarnos nuestro producto.

Es por ello que debemos prestar atención a todas las señales de nuestro prospecto.

Aprender a leer la comunicación no verbal de nuestro prospecto, porque muchas veces el cierre de nuestra venta está mucho más cerca de lo que nosotros creemos.

Debemos de dejar de vender características y beneficios y enfocarnos en las necesidades de nuestro prospecto.

Muchas veces estamos presentando nuestro producto, nuestra oferta y continuamos hablando y no observamos que el prospecto con su cabeza nos está aprobando y nos está diciendo que si con sus gestos. Y seguimos sin prestar atención y dejamos que se nos valla una venta la cual ya el cierre estaba hecho.

Hagamos que el cliente hable.

Se llama cierre porque es el momento en que el agente debe aprender a cerrar su boca, deje que el prospecto hable, hágale preguntas cerradas, insístale en que le hable más, que le cuente.

Y llega el momento en que una junta o reunión de ventas se torna en una placentera conversación para ambos, el prospecto se relaja y el agente sin perder de vista que está allí para cerrar un negocio, completa su orden de pedido.

Deje de vender, haga que el prospecto hable el 80% , usted pregunte y escuche y vera como usted conduce la conversación hacia el rumbo que a usted le interesa llevarla y así lograra ser efectivo en el cierre de ventas.

Observe cuanta emoción impregna en sus palabras cuando habla de las cosas verdaderamente importantes, tales como; su familia, su casa, su empresa.
Conviértase en un extraordinario oyente.