Problemas de oficina: ¿Cómo convivir con los malos compañeros de trabajo?

 En las oficinas hay muchos tipos de compañeros de trabajo y muchos, muy malos.

Sedún detalla el diario Expansión, algunos ejemplos de los que se reconocen inmediatamente son: los trepadores, los pesados, los envidiosos, los que ponen la traba al menor resbalón, los vagos, los muy atareados o los que todo lo dejan para el día siguiente.

Con todos hay que convivir y trabajar. Sin embargo, lo ideal es tratar de evitar a la mayoría de ellos.

El mejor consejo para hacerlo es: cuanto menos coincidan, mejor. Pero usted sabe que a veces es imprescindible, por eso armarse de paciencia es otro de esos consejos que nunca deberían fallarle.

A continuación, el diario español detalla otros tips:

- Trabajar en equipo nos hace mejores profesionales. También de los malos compañeros tendrá la oportunidad de aprender, sobre todo lo que nunca debería hacer en una empresa. Tenga en cuenta que ser felices aumenta la eficacia y la productividad suya y del grupo. Si sus compañeros no le hacen feliz, busque otras alternativas fuera o dentro de la compañía. No busque hacer amigos en ella, si los tiene genial, pero lo único que debe hacer es convivir con ellos.

- Un 35% de los españoles lleva más de diez años en su actual puesto de trabajo y muchas veces la razón fundamental son los compañeros. Quizá su problema actual no tenga que ver tanto con cómo son ellos, sino con la asiduidad con la que les ve.
Trate de no estar siempre con ellos, procure tomar café o comer con compañeros con los que no trate codo con codo.

- Si el problema con su compañero es que éste es conflictivo, hable con su jefe y propóngale un cambio de departamento para usted o para él. Tener compañeros así debilita la dinámica del equipo de trabajo y puede llevarnos al fracaso. La empresa será la primera en entenderlo porque no querrá departamentos poco eficaces en su seno.

- Si el problema es que usted le ve como un enemigo, tenga en cuenta que una sana competencia es buena para ambos. No deje que su recelo merme sus posibilidades laborales. Los enemigos nos hacen mejores. Encárguese de que no se aproveche de sus éxitos profesionales, eso bastará para mantenerle a raya.

- No deje que la mala energía que le transmite su compañero le afecte en su trabajo o en su vida. El trabajo ocupa una parte importante del día, pero fuera de él la vida sigue y usted tendrá otras oportunidades de sentirse bien.

- Si la situación es insostenible, plantéese el teletrabajo o el cambio de compañía. Es la más radical de las soluciones, pero valore esta posibilidad.