Proceso, etapas, pasos...
Para lograr cambios en la vida es necesario interrumpir conscientemente la sobre estimulación de cada día. Restablecer un orden de tiempo y espacio que permita pasar por un proceso, que no es automático. Hay situaciones de vida que requieren atravesar por pasos definidos, evitando bloquear factores trascendentales. La vía expreso a veces tiene un alto precio en salud y relaciones personales. ¿Este momento presente es el adecuado para comenzar?
Ese primer paso es priorizar, valorar y ser proactivo en acciones que demuestren una intención clara de cambio. Reconocer los rituales y prácticas que ya no son relevantes al anhelo de una etapa de vida diferente, con un estilo de vida de más sentido. Debe acompañarse con cambios en la forma de pensar que fomenten una mejor calidad de vida. Evitar los estresores internos y externos, condicionados con conductas automáticas que disparan sensaciones asociadas, a lo que precisamente se quiere cambiar.
El hacer cambios rápidos puede llevar a hacer unas sustituciones que no son sostenibles por largo tiempo. Carecen de los elementos que se van desarrollando en cambios de conciencia que incluyen auto estima y espiritualidad, en nuevas etapas de vida. Hay que mantener un alto nivel de auto conciencia para lograr una mayor habilidad progresiva de liderazgo personal y no volver a lo mismo.
Cambio implica también cambio de hábitos y aprendizaje de conductas auto reguladoras. Los cambios vienen acompañados con “tareas” asociadas a un nuevo estilo de vida. Cada paso o cada etapa es un compromiso personal y medible por sus consecuencias. Las transiciones requieren retomar el manejo de la propia vida y dejar la necesidad de controlar situaciones externas. Asumir la responsabilidad personal del proceso con un cambio de actitud.
Ya en conexión interna, generar auto motivación haciendo un inventario personal de talentos, fortalezas y vulnerabilidades que atender durante el proceso. Se van trabajando asuntos emocionales que puedan bloquear el fluir de la nueva vida de propósito trascendental. Se re-evalúan posibilidades reales y se diseñan estrategias que apoyen el cambio deseado.
Una parte esencial es reconocer cómo las afiliaciones con otras personas significativas pueden apoyar o atrasar el proceso. Las relaciones familiares y profesionales pasarán también por un proceso de aceptación de la nueva fórmula. Si las relaciones son de co-dependencia, en vez de ser parte del nuevo orden, se convierten en estresores externos.
En los procesos de cambio es inevitable pasar por la tensión de crecimiento rompiendo patrones establecidos en la zona de confort. Si se hacen, paso a paso, se logran los objetivos en sintonía ecológica con nosotros y con los demás. Gran parte de la felicidad de cada día depende de esta capacidad de ajustarse al cambio e identificar el cambio como una oportunidad de crecer, madurar y transformar el presente en la vida con propósito.