De acuerdo a un estudio, los trabajadores chinos no necesitan estímulo

Un sondeo de las oficinas de empleo chinas mostró que ese país asiático tiene una escasez récord de trabajadores, por lo que los salarios para los empleados extranjeros registraron un alza interanual del 16,6% si se compara el primer trimestre de este año con el de 2011.

Mientras Estados Unidos enfrenta una relativamente lenta recuperación del mercado laboral, China parece tener el desafío contrario, indicó el diario Wall Street Journal (WSJ).

Pese a la fuerte desaceleración de la economía, una serie de cifras sugieren que los mercados laborales están ajustados. En el primer trimestre, un sondeo de las oficinas locales de empleo encontró una escasez récord de trabajadores. En el mismo período, las cifras del gobierno sugieren que los salarios para los trabajadores inmigrantes registraron un alza interanual del 16,6%.

Indicadores a futuro apuntan en la misma dirección. De acuerdo al matutino estadounidense, un sondeo a 4.304 empleadores realizado por Manpower encontró que un 71% espera ya sea un incremento o ningún cambio en el empleo en el segundo trimestre. Sólo un 2% prevé una baja. El Índice de Gerentes de Compra de mayo mostró que la balanza del empleo también se inclinó levemente hacia más contrataciones.

Los cambios estructurales en China ayudan a explicar porqué este año no se está viendo una repetición y la demanda por trabajadores está superando la oferta. La población en edad de trabajar ya ha alcanzado un máximo. Y tras 30 años, el flujo de trabajadores rurales que están dispuestos a salir de las granjas hacia las fábricas se ha reducido a un mínimo, agregó el periódico.

El positivo panorama de empleos también da importantes pistas sobre la condición económica general de China. Si las fábricas chinas estuvieran en la cuerda floja, ello se mostraría en una debilidad del panorama de empleos. En cambio, la resistente demanda por trabajadores sugiere que las fábricas tiene un buen desempeño, destacó WSJ.

Los ajustados mercados laborales también reducen las posibilidades de estímulo. Por años, un exceso de oferta en los mercados laborales chinos ayudó a mantener los salarios bajos; el gobierno podría dar un impulso a la economía sin que ello se traspase a la inflación.

Los salarios del sector manufacturero subieron un 20,1% en 2011, según cifras de la oficina de estadísticas. Un mayor estímulo podría reiniciar una inflación que las autoridades chinas trataron de controlar durante gran parte de 2010 y 2011.

El desempleo es un indicador rezagado, y los empleos perdidos sólo se muestran cuando la economía ya está en una situación desesperada -por lo que a futuro podría empeorar, remarcó el matutino.

Pero, hasta el momento, el gobierno chino no se muestra apresurado por revelar un estímulo para crear empleos de manera masiva. Si uno de los problemas que enfrenta la economía es la escasez de trabajadores, esto tiene mucho sentido, concluyó WSJ.