Crisis financiera: evolución de la responsabilidad social
Mientras algunos analistas predicen que el fin de la crisis se acerca, otros no son tan optimistas. Nos parece importante analizar cómo la RS está siendo afectada por este proceso.
Es usual que las empresas pasen por varias etapas, antes de lograr integrar la RS de forma transversal en sus actividades.. Muchas comienzan por acciones de filantropía, motivadas por el loable deseo de contribuir con alguna causa noble. Otras dejan esta fase y se enfocan, más bien, en inversiones de asistencia social, interesadas por mejorar de alguna forma la calidad de vida de las comunidades en las que influyen.
Ninguna de ellas, sin embargo, es sostenible en épocas de crisis. La filantropía, sin estructura ni orientación gerencial, no está alineada a un objetivo o política de la empresa y, por ello, está en permanente riesgo de ser eliminada de los presupuestos, más aún en momentos difíciles. La inversión en asistencia social, por su parte, aunque estructurada y de mayor impacto, tampoco responde a los objetivos de la empresa –salvo, en algunos casos, cuando busca mejorar la imagen o reputación--, y por ello no genera una contribución al desempeño y a los resultados, lo que la hace vulnerable a recortes y eliminaciones.
¿En qué se diferencia la RS? En que está enfocada a lograr que los objetivos de la empresa se alcancen respecto de cada uno de sus grupos de interés (stakeholders); convirtiéndose en una estrategia transversal que, bien implementada, produce impactos directos en el desempeño, la productividad y los resultados. Esta característica hace que la estrategia y las acciones de RS queden al margen de recortes presupuestales por razones de crisis y, por el contrario, se busque reforzar su impacto.
Contribución de la Responsabilidad Social (RS) en épocas de crisis:
• Crea y fortalece relaciones de confianza con los diferentes grupos de interés de la empresa (accionistas, empleados, proveedores, clientes, gobierno, comunidad y ambiente).
• Enfocada en la ecoeficiencia y la gestión de riesgos, puede generar ahorros significativos para la empresa.
• Atrae a los profesionales más talentosos y cultiva la creatividad y motivación en los colaboradores de la empresa.
• Atrae inversiones y abre puertas a fuentes de financiamiento no convencionales.
Autor: José Chueca