Estar activo y contento para potenciar el logro

En ocasiones, tenemos la idea de que los logros a nivel profesional vienen desde la seriedad extrema y el estar constantemente preocupados. Pensamos que las cosas saldrán solo si estamos serios y malhumorados porque así somos personas más responsables y mejores profesionales… Si sonríes y estás contento, parece que eres poco serio, que no trabajas, e incluso te pueden tachar de irresponsable… y eso no tiene por qué ser así.

Se puede ser un gran profesional que rinde y consigue grandes retos a nivel laboral siendo alguien que sonríe y está contento… y no me refiero a estar sonriendo literalmente todo el tiempo, sino a mantener una actitud general en esa línea, pues es cierto que todos tenemos días mejores y peores.

Vivimos momentos complicados en cuanto a lo laboral. Hay personas que han perdido y están perdiendo sus trabajos… ese es un tema muy serio… Con este artículo solo pretendo aportar mi granito de arena y mi visión ante una realidad que veo en muchas ocasiones (en mí la primera en cuanto me descuido). Tenemos trabajo, llevamos una vida más o menos agradable y, en ocasiones, la enturbiamos nosotros mismos con nuestra forma de pensar y actuar.

¿Qué es estar contento y de dónde viene?

El estado de contento no viene del exterior sino que parte de nuestro interior, de nuestra propia capacidad de movimiento, acción, e ilusión.

El estar contento no es que las cosas salgan como están previstas y entonces yo me pongo contento. El estado de contento se potencia cuando nos cuidamos para sentirnos lo mejor posible, y cuando nos movemos para conseguir nuestros objetivos tanto profesionales como personales.

Estar contentos a nivel interno, nos ayuda a ir alcanzando nuestras metas a nivel externo. Implica no esperar a que las cosas sucedan sino ir dando pasos para que ocurran, y por supuesto, cuando conseguimos algo nos alegraremos y así se irá alimentando un poco más nuestro “estado de contento”.

Ocuparse en vez de preocuparse

La seriedad extrema y la preocupación constante pueden venir de darle muchas vueltas a la cabeza sin actuar, y sobre todo de quedarse en la duda continua, de pensar en los obstáculos que nos vamos a encontrar antes de que aparezcan,… Si piensas en esos posibles obstáculos para estar preparado y actuar, está bien, pero si te empiezas a agobiar pensando en esos obstáculos, eso ralentiza, desgasta, y hace que no avances. Esa actitud te paraliza y te aleja del logro.

El logro viene de tu movimiento y de tu acción. Estar contento y activo, te da impulso para seguir adelante. Te pone en situación de avance y, por tanto, mantener esta actitud te acerca al logro poco a poco.

Cuando estás contento respiras mejor, te sientes más vital y con más ganas de hacer. La persona tiene mayor capacidad para ir resolviendo lo que acontece en su jornada laboral.

Las situaciones que se presentan pueden ser de mayor o menor complejidad pero la persona, al estar contenta y con actitud activa y positiva, podrá resolver mejor. Y así, al ir resolviendo irá tomando fuerza e impulso para seguir adelante con la sensación de que puede hacerlo y sentirá que es capaz de seguir el día con energía.

Hace unos días fui a visitar a un cliente. De entrada, me pareció que ambos estábamos un poco serios y tensos. Nada más llegar, ocurrió una situación un tanto cómica que nos hizo sonreír de manera espontánea y natural. Se creó un entorno amable y la visita fue de lo más agradable y productiva, además de profesional.

En resumen: es muy importante estar activo y contento dentro de lo posible, porque sube nuestra energía y vitalidad. Así haremos más en menos tiempo desde la tranquilidad, iremos avanzando poco a poco, y nos sentiremos mejor.

Autor: Ana Molina - Licenciada en Administración de Empresa por Bentley College (Massachusetts, USA). Asesora en auto-motivación, ponente, escritora y articulista. Actualmente trabaja como consultora comercial en el área de Innovación en Capital Humano, en un centro de investigación, desarrollo, e innovación de Madrid.