Isaac Asimov y el Aprendizaje Social 2.0

 Hace poco Alberto Blanco (alberto-blanco.com) me pasó un vídeo que me impactó mucho. Se trataba de una entrevista que le hacían en 1988 a Isaac Asimov. En ella, el rey de la ciencia ficción, daba su visión de cómo cambiaría el aprendizaje cuando pudiéramos tener en nuestras casas “computadoras con conexión a enormes bibliotecas conectadas entre ellas” (http://www.youtube.com/watch?v=oIUo51qXuPQ).

Asimov da las claves, hace más de 20 años y con esa gran visión que plasmaba en sus obras, de un nuevo modelo de aprendizaje donde:

• Cada persona aprende a su propio ritmo.
• Se accede a los conocimientos concretos que interesan.
• Disfrutando mientras aprende.
• La tecnología proporciona una relación personalizada entre el alumno y el conocimiento.
• La interrelación (híper vínculo) entre los conocimientos permite a cada persona aprender aspectos diferentes y de forma diferente.
• Cada persona elige lo que quiere o lo que necesita aprender en cada momento, siguiendo su propia vocación.
• La interacción con otras personas con los mismos intereses es ineludible por su factor enriquecedor.

Habla de un modelo de aprendizaje personal, no sólo para los jóvenes sino para cualquier persona, porque la formación no tiene un final.
¡Impresionante! Qué visión la de Asimov capaz de ver, hace tanto tiempo, un modelo que no hemos sabido poner en marcha en las organizaciones a pesar de todas la facilidades que nos ofrece internet y la web 2.0.

¿Por qué los profesionales no sentimos que somos los responsables de nuestro desarrollo? ¿Es ciencia ficción pensar en un modelo formativo autodirigido (Self-Directed Learning) cuando en las organizaciones los profesionales no quieren
aprovechar las oportunidades formativas que se les brinda?

¿Las redes sociales pueden ayudar a convertir la visión de Asimov en realidad? ¿Implantar herramientas 2.0 que faciliten el aprendizaje social es viable en nuestras organizaciones?

Para poder crear una reflexión elaborada y rica, compartí estas ideas previamente en mi blog (http://rrhhypersonas.blogspot.com) donde mantuve un interesante debate con José Miguel Bolivar (http://www.optimainfinito.com) Juan Martínez de Salinas (http://www.elblogderrhh.com), José Luís del Campo Villares (http://delcampovillares.com), Francisco Alcaide (http://franciscoalcaide.blogspot.com), Alberto Blanco (http://alberto-blanco.com), Gerard Rosell (http://www.nevasport.com/nevablogs/skitime), Astrid Moix (http://www.astridmoix.com) y Carmen González (http://www.intergrupo.net).

Una gran parte del debate se centró sobre la actitud y la responsabilidad personal, pilar fundamental del aprendizaje ya que determina la búsqueda y el aprovechamiento de las oportunidades de desarrollo. Creo que este es un bien muy escaso, poco extendido entre los profesionales actuales, y poco promovido por las organizaciones. En nuestras organizaciones este pilar es muy endeble y por ello se desaprovechan la mayor
parte de las acciones formativas que se ponen en marcha, por eso y porque muchas de ellas responden más a una inercia que a una estrategia.

José Miguel Bolivar pone el dedo en la llaga cuando afirma que el sistema educativo está orientado a la conformidad, a pedir permiso en lugar de perdón, lo que genera individuos infantilizados que siempre esperan que alguna figura paterna (léase Estado, empresa, familia...) venga a sacarles las castañas del fuego. Y Alberto Blanco remata el toro cuestionando el rol de los Departamentos de Recursos Humanos, ya que estos ante este escenario profesional, en lugar de trabajar para alcanzar una cultura de autodesarrollo, se dedican a organizar cursos, cursos y más cursos. Resultado, RRHH se convierte en un fin en sí mismo y las personas terminan por esperar que la empresa
les pase hasta las páginas del periódico. Si bien hay esperanza en las nuevas generaciones, y así nos lo contaba Gerad Rosell, un joven de 20 años quien trabaja en lo que le gusta, estudia lo que le es útil para su desarrollo y afirma vivir en una época privilegiada donde cada uno puede ser lo que se proponga gracias a la gran cantidad de oportunidades de aprendizaje que ofrecen las redes sociales.Parece que el futuro del cambio está en lo “sef” como diría

Francisco Alcaide. El Self Directed Learning es un modelo hacia el que tender pero que necesita de algunas premisas para poder ser viable. En primer lugar, Juan Martínez de Salinas apunta que es necesario un objetivo, una meta, un porqué. Algo que quedó magníficamente ilustrado con las palabras del joven Gerard “Solamente hay que tener un objetivo claro y moverse, trabajar y reconstruirse continuamente”. Además para
que este enfoque pueda florecer, la cultura de la organización se lo debe permitir, porque como dice José Luís del Campo Villares el entorno 1.0 condiciona nuestras necesidades y posibilidades formativas, y en este aspecto los directivos y los
mandos tienen casi toda la responsabilidad. Y por último otra factor determinante es la adecuación de las personas con las tareas que desempeñan. Cuando no disfrutas de lo que haces, cuando la tarea no supone un reto, es difícil que queramos dedicar un tiempo y un esfuerzo extra a mejorar. Sin duda la búsqueda de la vocación es algo que como apunta José Miguel, deberíamos inculcar a fuego en los niños desde pequeños, pero los Departamentos de RRHH pueden ayudar mucho que estas ilusiones no se queden por el camino cuando nos hacemos mayores.

Y con este modelo las redes sociales pueden maximizar las oportunidades de aprendizaje, siempre y cuando consigamos superar las carencias que hemos comentado, ya que como indicaban muy bien Juan Martínez y Alberto Blanco, las redes
son relaciones y la clave para aprender está en interactuar con los demás, en participar, en intercambiar, en contrastar nuestras ideas y en estar abierto a otros enfoques. Astrid Moix puso el colofón a la reflexión recordando que las empresas
pueden, y deben, incentivar el aprendizaje individual y favorecer que éste revierta en toda la organización a través de las redes sociales. 

Jack Welch, quien ya utilizó con mucho éxito estos conceptos en los años 80, tenía una máxima que era “Esfuérzate por
buscar siempre la mejor solución y compártela con la organización lo más rápido posible”. Subámonos a hombros de gigantes, aprendamos, mejoremos y aprovechemos las posibilidades que nos ofrece la web 2.0, para crear nuestra propia fórmula de éxito: Empoderamiento, aprendizaje y redes sociales.

Artículo escrito en 2011