Generación Y: ¿Rebeldes con causa?
Actualmente se están incorporando a las huestes del trabajo desconcertando a sus jefes y supervisores. Sus padres, son los pragmáticos e individualistas de la generación X.
Criados en un entorno más participativo que estimuló sus preferencias y decisiones. Estos jóvenes nacieron en un mundo más complejo, de violencia, desastres climáticos, de SIDA, por eso disfrutan del presente, de lo inmediato.
Los call y contact centers por ser una de las principales fuentes de primer empleo tienen la mayor parte de su plantilla conformada por los jóvenes Y.
Esta generación tiene otra visión sobre el trabajo muy diferente al de las anteriores (baby boomers y X). En primer lugar por su relación con el tiempo, del que quieren ser dueños, por eso no organizan su vida alrededor del trabajo como las generaciones anteriores, para ellos el empleo no posee el valor de estabilidad y desarrollo que tenía para sus predecesores.
Así que cuando un trabajo no les gusta, pueden abandonarlo sin pensarlo demasiado y partir hacia otro.
Disfrutan de lo inmediato y su relación con el dinero es más utilitario, trabajan para las vacaciones, para comprarse la cámara de fotos, no les impulsa la acumulación de bienes ni la ambición de ascenso laboral, sino el placer y divertirse. Por eso solamente se comprometen cuando encuentran un sentido a lo que están haciendo y ese sentido está vinculado a la utilidad de su trabajo.
Estas características del mundo Y sumadas a factores vinculados con las tareas especificas de un call center (atención repetitiva de llamados) y el estilo de liderazgo en algunos centros de contacto, tienen un impacto directo en la rotación. Sencillamente porque en determinadas condiciones, el empleo no les brinda a estos jóvenes las cosas que más valoran: diversión, placer, sentimiento de utilidad y porque además no les resulta conflictivo dejar un trabajo.
Esta generación plantea un gran desafío para los jefes y los directivos de call y contact centers, quienes todavía en algunos casos están más preocupados por la productividad y las métricas que por las personas. Un detalle que no es menor, es que por lo general cuando estos jefes se refieren a los operadores, hablan de “los chicos”, y aunque esta expresión pueda confundirse con un termino cariñoso, lo que en realidad connota es un estilo de conducción y una posición en la que se ubica al operador, si se lo piensa como un niño será tratado de ese modo. Entonces, como exigir después resultados e internalización de reglas?
El camino, quizás esté orientado a poder pensar en un estilo de conducción distinto que posibilite liderar esta generación, pero no tomando como referencia lo que pasaba cuando nosotros empezamos a trabajar, sino las características y particularidades del gen Y.
Una generación que en principio, exige mayores habilidades de sus líderes, que demanda buenas relaciones laborales junto a un ambiente más informal y participativo, precisamente características muchas veces no se propician en los centros de contacto.
Tal vez todas estas cuestiones sean la punta del ovillo para comenzar a pensar en el management actual y también comenzar a descifrar los misterios de la rotación. Quizás, uno de los motivos más importantes puede estar más cerca de lo que se piensa: los líderes.
Autor: Lic. Elsa Basile