Pensamiento en Red: Una nueva herramienta de entrenamiento.

En el mundo corporativo se reconoce a la creatividad como el valor diferenciador por excelencia. Sin embargo, se desconoce cómo se activa la creatividad y de qué está hecha. En el mejor de los casos, los líderes más lúcidos son capaces de encontrar, reconocer y contratar a una persona creativa. Son muy pocos los que cuentan con herramientas para percibir y utilizar el enorme potencial creativo oculto en la mayor parte de su equipo de trabajo.

Hoy hay un mayor conocimiento sobre la “ingeniería” de los procesos mentales, y acerca de cómo desarrollar funciones y habilidades que antes considerábamos genialidad innata de unos pocos iluminados, o fruto de la educación privilegiada de otros.

Pensamiento en Red postula que no se trata de agregar nuevos contenidos a nuestra ya atiborrada mente. Para eso alcanzan el estudio y la capacitación convencional. Pensamiento en Red estimula y desarrolla el pensamiento creativo mediante un nuevo modo de procesar las ideas. Lo que implica un cambio en la estructura del pensamiento.

Pensamiento en Red es un modelo interdisciplinario que integra aportes de la psicología, la neurobiología, la sociología y la teoría de redes. Este modelo de Pensamiento Creativo transforma las estructuras mentales procesadoras de ideas y, a la vez, es el más adecuado para percibir y procesar los nuevos escenarios de un universo abierto, interconectado y en constante fluir. Al pasar de un funcionamiento lineal a un funcionamiento en red se seleccionan naturalmente vías inéditas para la visión de la realidad.

Los objetivos de su aplicación son reconocer, legitimar y entrenar el Pensamiento en Red y desbloquear las estructuras mentales que habitualmente lo neutralizan. Este modelo enseña herramientas y recursos para el pensamiento creativo, mejorando la comunicación hacia adentro y afuera de la organización, la generación y aprovechamiento de oportunidades, el trabajo en equipo y la innovación.

Un mundo de Redes
Vivimos en un universo de redes. Lo que pocos conocen es que existe una Ciencia de las Redes que se aplica en múltiples áreas, se nutre de diversas disciplinas y estudia el comportamiento de las redes vivas y las leyes que rigen su funcionamiento. Este es un conocimiento reciente, innovador, sorprendente que se aplica desde la epidemiología y la sociología hasta el marketing y la economía. Este descubrimiento revelador nos ofrece la posibilidad de comprender cómo funcionan las diferentes redes a las que pertenecemos como organismos vivos, pero también de operar sobre dichas redes para obtener determinados resultados.

Los estudios actuales sobre dinámica empresarial dan indicaciones claras acerca de cómo funcionan los fenómenos en red, pero no brindan las herramientas para procesar, captar, asimilar, encauzar y capitalizar productivamente estos nuevos escenarios.

Las fronteras entre disciplinas como la física, la filosofía, la neurobiología, las teorías del liderazgo y del aprendizaje, se disuelven en la búsqueda de una comprensión más profunda de la realidad, y en la capacidad de crear (o ser co–creadores) del futuro, en lugar de reaccionar ante las grandes fuerzas con los métodos convencionales o recetas de management.

Ante esta nueva realidad, se hace necesario poner en juego nuevas aptitudes tanto intelectuales como emocionales para no quedar inmersos en el caos y la confusión que generan el exceso y la multiplicidad de información.

La clave está en aprender a desarrollar un pensamiento integrador, capaz de detectar y “navegar” las redes.

Tradicionalmente las ideas innovadoras han sido obra de la mente creativa de una sola persona. Hoy, en las grandes organizaciones y en un mundo cada vez más globalizado, los desafíos son mayores. La competencia se juega principalmente en el plano de las ideas. Por eso es imprescindible comprender los procesos de pensamiento, y así, construir y utilizar la Red de la creatividad de todos. Surgen así las organizaciones con Pensamiento en Red.

Pensamiento en Red: las claves
 
Para ser creativo, y, a la vez, sintonizar con la creatividad de los otros y las tendencias del entorno, el pensamiento humano debe evolucionar desde un modo lineal a un modo en Red.

El pensamiento lineal establece sólo conexiones lógicas, secuenciales y ordenadas entre las ideas, que se conectan por proximidad y afinidad temática. La información que recibimos y nuestra formación académica tienden a privilegiar este tipo de conexiones de pensamiento lineal, así como nuestras creencias y paradigmas, que se acuñan de acuerdo a nuestras experiencias de vida.

Existe además un pensamiento intuitivo, más o menos conciente y desarrollado. En este estilo de pensamiento las conexiones se establecen también con lo alejado y lo diferente; a veces, hasta se conectan con lo aparentemente absurdo, a través de atajos (los famosos ‘short cuts’ del lenguaje de la red de Internet). Es un modo de conocimiento inmediato. La combinatoria de ambos tipos de conexión entre ideas da como resultado un pensamiento complejo aunque claro; original y sumamente integrador: el Pensamiento en Red.

Pensar en Red es reconocer, legitimar y entrenar ese modo inspirado y creativo de hacer y producir resultados, para poder utilizarlo a voluntad. Ejercitándonos en el Pensamiento en Red, comenzamos a percibir y procesar un mundo abierto, interconectado y en constante fluir. Aprendemos a seleccionar de modo natural vías inéditas para la visión de la realidad. Es por esto que el Pensamiento en Red transforma el estímulo en fuente de inspiración, y el azar en oportunidad.


Autora: Sonia Abadi