¿Es rentable un MBA? Mitos y realidades
¿Sirve realmente un MBA para alcanzar mejores puestos y salarios? ¿Es rentable para una empresa pagar el posgrado de sus empleados? ¿Qué tan frecuente es esta práctica? Algunos mitos y realidades...
Las encuestas indican que el principal motivo que impulsa a la gente a realizar estudios de posgrado en negocios radica en mejorar su situación laboral.
En concreto, acceder a un puesto de mayor responsabilidad y, por lo tanto, un mejor salario.
Pero, ¿cuál es exactamente la mejora salarial?
Lamentablemente, en el caso argentino y latinoamericano, la información de la industria local es escasa y dispersa. Las empresas no suelen publicar las remuneraciones de sus empleados.
Por lo tanto, es difícil confeccionar estadísticas confiables sobre las perspectivas de mejora laboral de los egresados.
Así, para el postulante, es complicado comparar las propuestas de distintas escuelas en función de su potencial rentabilidad.
En esta situación de incertidumbre, suelen tejerse diversos mitos infundados sobre la relación entre cursar un MBA en una determinada escuela y los niveles salariales que podrán alcanzarse en el futuro.
No obstante, sí es cierto que el tránsito por un programa de posgrado moldea a los participantes de una manera muy especial. La experiencia indica que los maestrandos son técnicamente más idóneos y profesionalmente más hábiles.
El MBA, al ser un programa generalista, entrena a los alumnos en la toma de decisiones contemplando las implicancias y alcances a nivel empresa y no sólo de su área particular.
Si bien esto no les asegura el acceso al puesto contra candidatos que no posean la maestría, sin dudas un MBA brinda una importante ventaja ya que ofrece las herramientas y competencias necesarias.
En este marco, diversas organizaciones costean programas de MBA a sus empleados con el objetivo de crear mejores competencias gerenciales.
Pero, ¿es rentable esta práctica?
En gran medida, la rentabilidad de la iniciativa depende del marco general en que se plantee esta posibilidad.
Si el pago del MBA está inserto dentro de una política integral de desarrollo y capacitación que se aplica a quienes han demostrado buen rendimiento y potencial, y se acompaña posteriormente con asignación de nuevas funciones y responsabilidades, la respuesta es afirmativa.
Por el contrario, si la organización carece de un plan integral de desarrollo o si el pago del MBA simplemente consiste en una estrategia defensiva de retención para evitar que los buenos talentos abandonen la compañía, entonces es poco esperable que sea rentable.
En la Argentina la realidad es tan variada como perfiles de empresas hay.
En muchos casos, si bien las corporaciones se plantean ambiciosas políticas en esta área, por diversos motivos, el nivel de implementación acaba resultando tenue o intermitente.
En pequeñas y medianas empresas, esta acción es más esporádica y pro cíclica.
La inversión en capacitación de los empleados suele acompañar los ciclos de aumento y baja de la actividad económica, sin que exista, en general, una política consistente a lo largo del tiempo.
Autor: Ing. Juan Segura - Director Académico de UADE Business School. Orador de Postgrados MBA Forum 2008