No compres seguidores falsos en Twitter, ni en ninguna otra red social
Contar con perfiles sociales que estén poblados de seguidores es una de las maneras más claras de demostrar nuestra presencia en las redes sociales. Sin embargo, también resulta un medidor capaz de provocar ciertos errores a la hora de establecer nuestro impacto real en las redes sociales. No por tener más seguidores, contarás con mejores resultados en social media. En mi caso concreto obtengo pocos resultados de tener muchos followers en Twitter (+35.800 followers de los cuales tengo un 0% de fake y un 14% de inactivos), pero a menos usuarios en mis perfiles de Google+, LinkedIn y Facebook, obtengo muy buenos feedbacks de mi comunidad en dichas redes sociales.
Cantidad no es igual a calidad, por lo que comprar seguidores falsos nunca debe ser uno de los caminos a tener en cuenta para crecer en las redes sociales. Se trata de una norma básica que no todo el mundo tiene asumida en sus estrategias digitales. Porque engrosar el número de seguidores de tu marca a cambio de unos pocos euros no es el procedimiento para mejorar tu impacto.
La razón fundamental está clara: la compra de seguidores no va a potenciar la presencia de tu marca en la red social. Lo que necesitas son seguidores reales, personas que contacten con la marca de forma voluntaria porque la conocen y están interesados y al tanto sobre las novedades de tus productos, y que presenten actividad real en la red social.
En Twitter o en cualquier otra red social, no por tener un mayor número de seguidores (bots) conseguirás viralizar mejor tu contenido. Piensa en un pueblo con cien habitantes donde cada uno vide su vida y no interactúa entre sí. Multiplica esta cantidad por mil y observa a ver qué sucede. Probablemente nada. Todo seguirá igual de estático, sin alteraciones, y el crecimiento no habrá valido de nada.
De hecho los algoritmos de posicionamiento de las distintas redes sociales están teniendo cada vez más en cuenta el tamaño de la comunidad en relación al % de interacciones de dicha comunidad. A un % mayor de interacciones de la comunidad, mayor relevancia y visibilidad obtendremos. Si compramos seguidores robots, sólo conseguiremos que los algoritmos de las redes sociales nos penalicen.
Los seguidores comprados en forma de bots, jamás serán prescriptores cualificados de la marca, que es la única manera de conseguir resultados en Twitter, solo "zombis" que no interactuarán y por lo tanto no provocarán reacciones en la comunidad. Tampoco viralizarán los mensajes. Ni siquiera interectuarán entre sí. La norma básica en la web social es la interacción. ¿Qué obtienes de comprar fans sin pierdes esto?
Lo cierto es que con el paso de los meses esta tendencia de comprar seguidores se está haciendo especialmente popular, y creo que es contraproducente para cualquier marca. La inercia propia de la red social, acompañada de una buena estrategia de comunicación en Internet, promoverá el crecimiento de tus cuentas en redes sociales sin hacer tramas. Con el tiempo lo agradecerás.