Para que lo pienses: Cómo gerenciar tu carrera en la empresa

Los individuos verdaderamente ambiciosos aspiran a la cima de su especialidad. Y aquí me refiero a “las personas ambiciosas” en su acepción de aquellas que tienen una fuerte inclinación por lograr los objetivos y ser las mejores. Digo esto porque frecuentemente se suele confundir la ambición con la avaricia, que corresponde a quien podría dañarse a sí misma o a las demás personas en pos de conseguir lo que desea.

Así dicho, si quieres ser una persona profesionalmente ambiciosa, debieras pensar en transformarte en un gerente singular. Ser el mejor en lo tuyo y, disfrutando de lo que haces durante tu desarrollo gerencial, aprender todo lo que haya que aprender trabajando en las mejores empresas, para los mejores profesionales, buscando ser identificado como el mejor en tu especialidad, teniendo en cuenta:

1- Que el éxito se apoyará en tu desarrollo de conocimientos y habilidades específicas.
Por lo tanto haz uso eficaz de tu tiempo aprendiendo con los mejores todo lo que debes aprender. Muy pocos recuerdan que en la antigüedad los aprendices pagaban ellos por trabajar con quienes pensaban que serían sus maestros. Observa, aprende, imita y practica. A veces no solo es cuestión de trabajar con los mejores individuos sino que además deberás tener en cuenta que el conocimiento clave también está presente dentro de la propia cultura corporativa, de la que deberás nutrirte organizadamente.

2- Que debes asegurarte de atesorar y absorber todo el valor que puedas crear.
Focalízate y aprovecha tu tiempo concentrándote en aquellas cosas donde puedas agregar cinco veces más valor que en otra parte. Allí donde veas que haces la diferencia que marca la diferencia. En otras palabras, no sólo trabajes para la empresa, sino que debes hacerlo también para vos mismo sintiéndote en tu zona de confort y aportando un valor diferencial. Siéntete como si trabajaras por cuenta propia, para vos mismo, enfocado en aprender cómo crear el mayor valor que puedas lograr para vos y para la empresa. Ese será tu gran aporte a ambas partes.

3- Que tengas en cuenta la importancia de la Complementariedad.
Será conveniente que emplees y trabajes con tantos creadores de valor como te sea posible. Que hayas descubierto que en soledad es imposible lograr las metas deseadas y por lo tanto encuentres en la humildad el conocimiento de que necesitas de los demás. Si el primer punto consiste en hacer el mejor uso de tu tiempo para mejorar tu eficacia y el segundo consiste en nutrirte de todo el valor posible, el tercer punto consiste en mejorar la eficacia de las personas que trabajan contigo de forma tal que como equipo contribuyan con el mayor y más completo aporte de valor.

La principal fuente de poder deviene de coordinar el conocimiento y las habilidades de las personas sabiendo como orientarlas hacia un fin determinado compartiendo valores y una visión común. La mayor cantidad de valor excedente lo instaurarás al emplear tantos creadores de valor como te sea posible, coordinado su accionar. El único requisito será que tu colaborador menos eficaz llegue a agregar más valor que el costo que representa su paga.

4- Que comprendas aquello de “zapatero a tus zapatos” y contrates afuera todo lo que vos y tus colaboradores no puedan hacer de una manera varias veces superior.
Esto significa concentrarse en lo que mejor saben hacer delegando aquello en lo que no aportan valor significativo. En un sentido elemental y figurativo, es como si consideraras adquirir máquinas para reemplazar a la mano de obra disponible siempre que ellas sean significativamente más eficientes y rentables que las personas contratadas. A esto se le llama eficacia del uso de los recursos para lograr un valor excedente adicional para dedicarte a lo que realmente sabes hacer mejor que nadie y distinguirte por ello.

Conclusión
Si logras todo esto habrás convertido tu carrera en una empresa, en tu propia empresa, aprendiendo a administrar tu gestión con alta eficacia. Es posible que, en primera instancia, te resulte sumamente duro el proceso. Ten en cuenta que lo expuesto no es más que un modelo de gestión básico, un referente que podrás adecuar a tu propio estilo aumentando las consideraciones que aquí te presento. El objetivo es que puedas reflexionar sobre ello, sacar tus propias conclusiones y tomar el control de tu propia gestión.