Pasos para que la innovación sea operativa
La cultura de la innovación se va abriendo paso a paso en las organizaciones pero la operativa de la innovación está todavía en sus inicios. Se dan menos pasos para que la innovación sea operativa.
El paso de la cultura (necesaria pero no suficiente) a la operativa implica una transformación en la organización en su conjunto y no sólo en las mentes o formas de pensar, también en las de trabajar para lograr generar innovaciones.
Cuando las organizaciones se enfrentan a entornos en constante cambio e inestables se hace necesario que el equipo de innovación sea activo y que incluso vaya más allá de innovar en nuevos productos. Debe proceder incluso a innovar la innovación, en reinventarla.
Cuando los cambios son constantes, con gran competencia y cambios tecnológicos ininterrumpidos los caminos parecen reducirse a dos:
- Innovación radical: Al alcance de menor proporción de organizaciones, generalmente más grandes y con mayores recursos.
- Innovación gradual: La contrapartida a la anterior.
En definitiva y de forma simplista podemos resumir en:
Pasar de la investigación básica a la aplicada
En este campo de acción podemos encontrar:
Pasos para que la Innovación sea operativa.
- Pensar en innovar en nuevos métodos de trabajo. Desplazarse desde la obsesión en los productos hacia la obsesión por los procesos asociados a los métodos de trabajo.
- Pensar en que innovar es mucho más que desarrollar nuevos productos: Focalizar en procesos, marketing, organización y modelo de negocio. Aprender de los problemas enquistados y no deseados que tiene la organización, de los fallos que se producen, de los imprevistos (de las distintas fuentes de innovación mencionadas por P. Drucker) y afrontarlos de forma innovadora.
- Pensar que la innovación es tarea de toda la organización, que hay que coproducirla o hacer una especie de “open innovation” en toda la organización. Cogenerar nuevas tecnologías, formas de trabajo, de enlazar los procesos, de utilizar la tecnología de forma coordinada.
- Tener muy claro que el mayor y mejor colaborador de la innovación es el cliente. Innovar con los clientes para conocer sus necesidades y expectativas actuales y futuras y generar innovaciones conjuntamente. Crear equipos conjuntos (es posible) y desarrollar una especie de equipo interfuncional o laboratorio de ideas que conduzcan a prototipos para su prueba por dichos clientes.
Para resumirlo de alguna forma, para que la innovación sea operativa y se asiente en la organización hace falta:
- Hacerla efectiva e ir a pasos posteriores a la generación y asentamiento de la cultura innovadora. Sobrepasar dicha etapa.
- No obsesionarse con la innovación radical.
- La innovación incremental también lo es.
- No obsesionarse exclusivamente con los productos.
- Los procesos, formas de trabajo, marketing, organización, modelo de negocio son campos muy adecuados para esa innovación incremental.
- Tener presente que el equipo de innovación está dentro e implica a toda la
organización.
- Incluir al cliente en dicho equipo de innovación.
- Conocer técnicas de innovación.
- Ponerse en marcha.
- Reflexionar sobre lo conseguido y reorientar en caso necesario.
¿Ya has pasado de las palabras a los hechos?
¿Sigues anclado en las palabras y no sabes cómo dar el paso operativo?