La paciencia del buen emprendedor
"Un emprendedor tiene la obligación de convertirse en su mejor amigo y potenciar sus emociones positivas, para contrarrestar los malos sentimientos que pueden generarle los desacuerdos entre sus deseos y los tiempos del mercado".
¿Recuerdas cuando te mudaste de la casa de tus padres? Si te fuiste como la mayoría, apenas con lo justo para pagar el alquiler, habrás vivido la situación siguiente:
Estás por preparar una salsa para pastas. Vas a la alacena a buscar cebollas y, cuando las pelas, recuerdas que no tienes pimientos, ni pimentón. Tampoco un puré de tomates para mezclar a los dos naturales que trajiste de la verdulería. No hay cucharón de madera. Tienes sal y pimienta, ¡pero falta aceite para freír la cebolla!
Reconociendo la situación, decides hacer la primera gran compra y, en apariencia, la preparación de una salsa nos cuesta bastante más cara de lo que vale. Pero si pensamos mejor, muchos de estos elementos servirán para elaborar futuras salsas (¡y muchas otras comidas!).
Cuando comenzamos un emprendimiento, nos ocurre algo similar, aunque más complejo. No sólo debemos comprar materiales sino, sobre todo, elaborar e implementar procesos.
Pongamos un caso: tuve la primera reunión, voy a enviar una minuta a los asistentes y no tengo Sharepoint como en la empresa dónde era empleado, ni plantilla de minuta. Debo crearla. Mientras la elaboro, caigo en que debería insertarle el logo, que aun está en manos del diseñador. Decido trabajar uno provisorio. Cuando a pie de página coloco la triple www, recuerdo que no hemos puesto el cartel de aviso en la web: “sitio en construcción, disponible a partir del …”. Lo arreglo. Pruebo la minuta, pero tiene errores, y un error en un formulario puede hacernos demorar una hora más. Al fin la minuta está lista. Pero... son las cuatro de la tarde. ¡Cuánto tiempo ha pasado!
Gran alerta: el estrés es un padecimiento que aparece cuando la cantidad de trabajo proyectado es superior a la cantidad de trabajo que se puede realizar.
Es justo en este momento que tenemos que hacer valer el peso de nuestra sabiduría y decirnos: “Paciencia amigo/a, estamos comenzando. Ahora ya tenemos un cucharón y el aceite; las próximas cocciones saldrán rápidamente y no gastaremos tanto”.
Un emprendedor tiene la obligación de convertirse en su mejor amigo y potenciar sus emociones positivas, para contrarrestar los malos sentimientos que pueden generarle los desacuerdos entre sus deseos y los tiempos del mercado.
El correcto manejo mental de estos tiempos ocultos de los comienzos de emprendimientos, es una de las claves para no perder motivación y sentirse gratificado con el trabajo diario.