Burned out

Los lugares de trabajo hoy en día están llenos de distracciones y de estrés y cada día se ponen peor, ya sea por la endémica e inmensa carga de interrupciones y por los compañeros roba-tiempos en el trabajo, o porque las personas se encuentran enfrascadas revisando sus correos electrónicos y sus cuentas de Twitter y saliendo de una crisis para empezar a trabajar en la siguiente. Todo lo anterior hace imposible que encontremos tiempo suficiente para enfocarnos apropiadamente en lo que hacemos, o que planeemos con estrategia nuestras acciones. Nos hace ser solamente reactivos ante lo que nos sucede y no nos permite planear con anticipación, somos apagafuegos y en ese intento constante de apagar fuegos, nos quemamos nosotros mismos.

Ante esta situación, todos queremos encontrar calma ante esta tormenta de distracciones y estrés. La técnica llamada “concientización” –estar plenamente consciente de algo-, puede ofrecer una respuesta adecuada. La concientización se empieza a usar en las empresas en todos los niveles jerárquicos para lograr que todos trabajen con menor carga de estrés y con ello logren ser más productivos.

La concientización implica entrenar nuestro cerebro para que se enfoque completamente en una situación o momento, en el momento mismo que lo estamos experimentando. La concientización tiene su origen en el Budismo y es parte de los siete factores de alineamiento y encierra conceptos tales como percatarse conscientemente de la realidad y enfocarse en el presente mismo dejando de juzgar solo en base a nuestras propias opiniones.

En la década de los setentas, los psicólogos se interesaron en el potencial terapéutico de la concientización y más recientemente las empresas han estado reconociendo su aplicación benéfica en los lugares de trabajo; quienes practican la concientización en las empresas dicen que ayuda para mejorar el trabajo en equipo, las relaciones, la creatividad, el pensamiento lateral -técnica que permite la resolución de problemas de una manera indirecta y con un enfoque creativo- y reduce el estrés y la ansiedad. La usan en Google, Apple, General Mills -alimentos- y London Underground –sistemas de transporte de Londres-. De hecho, la concientización ya hizo su debut en el Foro Económico mundial este año.

La gente a menudo desarrolla multi trabajos, una gran variedad de actividades y participa en varios proyectos a la vez. Con la concientización, esta variedad de actividades se puede desarrollar mucho mejor, nos hace más efectivos e inspirados y nos permite interactuar mejor con los clientes y los compañeros de trabajo. Con la práctica de la concientización uno no se apresura a tomar decisiones por impulso y nos permite ser más abiertos a observar una gran variedad de información en la que antes no reparábamos y además nos ayuda a reforzar nuestra resiliencia.

La práctica de la concientización tiene sólidas bases neurocientíficas, cuando la gente practica la concientización, cambia la forma en que su cerebro trabaja, por ejemplo, calma la parte del cerebro que controla la ira y los deseos de reñir. Con esta prácica también se aprende que la vida no es solamente el trabajar muy duro y la gente aprende a aprovechar mejor sus propios recursos mentales.

La concientización se puede practicar en las empresas y también en lo individual y personal; al principio quienes la intentan practicar se muestran un poco escépticos, cuando empiezan a experimentar los resultados siempre se preguntan por qué no empezaron antes, sienten como la presión y el estrés se van alejando y con ello se enfocan mejor en lo que hacen. El interés por la concientización continúa creciendo en las empresas, muchos equipos de trabajo la están usando y forma parte de los programas formales de capacitación.

Recomendaciones para practicar la concientización: a) Escoger uno mismo cómo iniciar el día. Tomar la opción de estar tranquilo y experimentar de manera consciente nuestra respiración varias veces, antes de saltar de la cama para iniciar la rutina diaria. b) Cambiar un poco la rutina al ir hacia la oficina. Ir al trabajo y regresar de él sin escuchar la radio, o sin contestar el celular, por ejemplo. Al llegar a su destino, no se baje de inmediato, relájese por unos momentos y vuelva a sentir su respiración de manera consciente. c) Dése cuenta de la forma en que come. ¿En realidad disfruta sus alimentos o sólo los engulle? Enfóquese en los sabores, en los olores, en los colores. d) Entre sus juntas de trabajo, deje de enviar mensajes o contestar correos por unos momentos, camine un poco y salude y conviva con sus compañeros, ¡No todo es correos y textos! e) Al iniciar el día y sentarse frente a su escritorio, mientras la computadora se enciende, piense como está reaccionando ante las primeras impresiones de cada día y vea si puede mejorar en este aspecto.

Una persona que actúa de manera reactiva agobiada por la carga inmensa del trabajo diario, ve mermado su rendimiento y su eficiencia, su cansancio y hastío le quitan atractivo a su ocupación y pierde el entusiasmo en sus actividades, está gastado y “quemado”. Hay una expresión en inglés que describe las características antes descritas: burned out. Practiquemos la concientización , disfrutemos la vida y el trabajo.

Autor: Juan Manuel González Cerda