¿Sirven las revistas internas en las empresas?

Cuando las áreas de Comunicación Interna eran casi inexistentes en las organizaciones argentinas, las pocas consultoras especializadas que había por aquel entonces, intentaban comenzar a generar un primer vínculo cliente-proveedor ofreciendo la confección del House Organ de la compañía.

Si bien resultó una estrategia efectiva para impulsar la comunicación en la agenda organizacional, la consecuencia que generó en el inconsciente colectivo de muchas personas es que abordar la comunicación interna de una empresa es sinónimo de realizar una revista interna o simplemente colocar un buzón de sugerencias o carteleras en los pasillos.

Ahora bien, la experiencia nos sugiere que el House Organ sólo tiene valor en la medida en que cumpla con ciertos requisitos como una articulación con la estrategia comunicacional de la empresa y el fomento de un espacio de participación.

Articulación con la estrategia de comunicación de la compañía
La revista interna no debe ser una herramienta aislada sino un componente de la estrategia de comunicación hacia dentro de la organización (con accionistas, management y empleados) y hacia los actores externos (clientes, proveedores, sociedad, Estado, competencia, etc.)

El House Organ debe ser coherente con la identidad corporativa, el conjunto de signos visuales que permiten a la opinión pública reconocer a una entidad o un grupo como institución.

Un soporte de participación
El acceso a la información está alineado con los modos y espacios de participación que se generan y promueven en una organización. Por lo tanto, la revista interna debe encuadrarse en las pautas establecidas por la empresa para dicha participación.

El sociólogo Mario Robirosa establece tres modelos de participación:

1) Formar parte

Es la instancia donde la organización mantiene informados a sus miembros sobre cuestiones inherentes al negocio exclusivamente a través de canales descendentes.

En este caso, la revista interna sería un canal donde la dirección comparte información sobre la organización pero sin participación activa del personal.

2) Tener parte

En este modelo, se consulta a los colaboradores acerca de los procesos y políticas de la compañía pero sin darles voto en la decisión final.

En el plano de la revista interna, este modelo equivale a realizar una encuesta interna para relevar qué tipo de contenidos serían más apropiados o interesantes para los colaboradores (pero la resolución final de los ejes temáticos sigue en poder del management).

3) Ser parte

Es la instancia de participación más amplia y de mayor acceso ya que permite a los colaboradores participar en la toma de decisiones.

El ejemplo más concreto de este espacio es el modelo de un "pool" de colaboradores internos que participan en el diseño y definición de contenidos del House Organ.

Desde luego, cuanto más participativo sea el acceso a la generación de contenidos (el modelo de "ser parte"), más efectivo será el canal en cuanto a la transmisión de conocimiento al equipo de colaboradores.

Ventajas y desventajas del House Organ
Además de considerar la manera en que la revista interna se articula con la identidad corporativa y el modo de participación, es importante considerar las fortalezas y debilidades de este soporte en función de los objetivos comunicacionales de la organización.

Las principales ventajas de un House Organ radican en facilitar el acceso a información de la empresa, conservar el documento para futuras consultas y brindar un mensaje unificado a toda la compañía.

Las limitaciones de este soporte radican en que su periodicidad preestablecida (generalmente, mensual) impide utilizarlo para informar noticias urgentes; los contenidos pueden trascender al exterior de la organización y existe un riesgo de que no sea leído.

Por lo tanto, para maximizar la eficacia de esta herramienta es fundamental realizar auditorías internas para testear su efectividad y el cumplimiento de los objetivos establecidos.

En definitiva, las revistas internas servirán o no según los objetivos de la empresa y la manera en que se inserten dentro de la estrategia integral de comunicaciones.

Su efectividad será mayor en la medida en que generen un espacio de participación compatible con la cultura de la organización.

Autora: Daniela Mora Simoes - Prosecretaria de la Comisión Directiva ADRHA. Integrante del Comité Editorial de la Revista ERGO