La rentabilidad de tus vacaciones

Los españoles somos seres de costumbres en muchos aspectos de la vida, y una de estas costumbres está en nuestras vacaciones, período en el que solemos acudir a la playa como zona de descanso. Sigue siendo una fuerte tradición celebrar nuestro periodo de reposo en una zona costera. Y no solo eso; el turista extranjero de Europa tiene a España como el destino vacacional preferido, según la Comisión Europea.

Cuando se comienzan a organizar las vacaciones, se plantean siempre dos opciones. La primera, el alquiler en periodo vacacional. La segunda, la compra. Durante algunos años, esta segunda opción -también la primera- se han visto reducidas por la crisis económica. La falta de solvencia no invitaba a las compras, lo que ha terminado provocando una situación para nada favorable en el sector de la construcción, algo posible ahora que tantas inmobiliarias están bajando los precios y contemplando nuevas condiciones de compra más competitivas, como Solvia, la inmobiliaria del Banco Sabadell.

Pero ahora, los profesionales vaticinan el despegue de la venta de inmuebles y el repunte de este sector, especialmente en las llamadas viviendas de vacaciones, que en la mayoría de los casos actúan como segunda vivienda de muchas familias. ¿Estamos ya en el momento de invertir de nuevo en el ladrillo? La caída de los precios tiene un límite, y parece que se acaba de producir ahora mismo. Eso es lo que indican los expertos del sector.

En esto de la inversión, apostar por el sector de la construcción en este momento puede ser un acierto a medio-largo plazo. Además de por la cuestión de los precios, que a priori no van a descender más, existen otras ventajas de tener una casa de vacaciones en propiedad, como su sencilla amortización, que puede producirse en pocos años si la inversión es apropiada (teniendo en cuenta zona, precio, etc.).

Por bagaje histórico, los españoles son los europeos con más viviendas en las zonas de costa. Esto se produce por razones varias, entre ellas el modo de vida mediterráneo, que a su vez es una de las tendencias que exporta España como valor turístico. Es esta forma de vida la que hace que la explotación de una segunda vivienda por terceros mediante el alquiler resulte un modelo rentable de cara a plantear una inversión, 

Además, la adquisición de una segunda vivienda también puede disfrutarse de manera interna y no necesariamente con el alquiler, es decir, estamos ante una inversión que no solo está a nuestra disposición, sino también a la de amigos y familiares. Tener una casa vacacional en propiedad es una inversión factible y amortizable en la actualidad, con uso todo el año, no solo en el periodo vacacional, y con proyección de futuro.