Soy yo, Soy tu, Somos todos

Soy yo, Soy tu, Somos todos

"Soy yo, soy tú, somos todos".

 

Cuando pienso en esta frase: Soy lo que soy, no soy lo que tengo. Percibo que no quiero competir con nadie y me he cansado de competir conmigo misma/o.

 

He comprendido que, a través del ego, soy lo que tengo. Esto no quiere decir, que esté separada de Dios, y no estoy hablando de religión. Me siento en sintonía con mi ser interior, que es la conexión más profunda con uno mismo.

 

De pronto, lo que era verdad ayer en la mañana, percibí que con la llegada del nuevo amanecer ya no era cierto.

 

Permitirte sentir lo que realmente se siente, sin máscaras y sin miedos, es comenzar a dar el primer paso para escuchar tu voz interior, muchas veces ignorada y mil veces silenciada por nuestro propio ego de ser lo que tenemos y creer que mientras más tenemos, más somos.

 

En algunas ocasiones te dicen que para llegar a la prosperidad o al éxito debes seguir tu intuición, pero nadie parece creer en ello.

Mientras, por otro lado, se piensa que la espiritualidad es para unos pocos o para los iluminados, y en la actualidad parece que ya nadie cree en sí mismo, tal vez porque no se tiene tiempo.

 

Alguna vez, has tenido la oportunidad de sincerarte contigo mismo y sin prejuicio alguno, te has preguntado: ¿quién eres y por qué estás aquí? O lo difícil que resulta contestarte ante esa pregunta, que te permite pensar que no soy lo que tengo, sino lo que realmente soy, si todos somos en esencia seres de luz y amor.

 

Cuando cambias la manera en que te miras, es ahí donde comienzas a redescubrirte y a percibir que existen dos palabras claves: Espiritualidad y Ego. Esto te permite enfrentar la verdadera realidad de si soy por mi esencia o si soy lo que tengo.

 

Es ahí donde la gran mayoría suele entrar en conflicto, dando comienzo a los problemas porque lo que tenemos, no es lo que realmente somos.

 

Llevándote a recorrer un camino que te hace sentirte solo, y eso te lleva al temor, a la desilusión o al miedo que te paralizan y no te permiten avanzar. O te involucras tanto en el trabajo, utilizándolo como una forma de mantener tu mente ocupada para no pensar o escuchar tu voz interior, que está gritando "¡escúchame, estoy aquí!".

 

Algunos pueden decir es fácil decirlo, pero complicado de hacer. No es para mí ...

Tampoco se trata de suerte, sino que los momentos difíciles siempre te impulsan a dar ese gran paso, cuando realmente comienzas a ser honesto y compasivo contigo mismo.

 

 

El ego te hace creer que tienes la razón, pero en realidad quizás no la tienes.

Y cuando la energía divina, ya sea luz o incluso Dios mismo, se siente en nosotros, es cuando empezamos a realizar nuestra propia magia.

 

Muchas veces piensas, que tienes que hacerlo todo, y resulta que no haces nada. Porque te enfocas en lo que realmente no deseas hacer.

 

A veces vivimos un destino impuesto, y no vivimos de acuerdo con lo que realmente somos.

 

No dejes que tu vida transcurra en cosas vacías.

Cuando sientes que has perdido todo, es cuando realmente comienzas a ganarle a todo. De ser humilde todos los días, sentir la energía de la fuente basada en la espiritualidad interior, darnos cuenta de que estamos hechos de amor, de paz interna, y que todos somos una parte de Dios sin importar la religión.

 

Podría decir que todo tal vez, se reduce a esta frase:

 “Ser lo que soy, y no ser lo que tengo”