Cultura Humanista de Resultados

La Cultura Humanista de Resultados es sostenida por una estructura que cumple la función de columna vertebral, integrada principalmente por tres componentes complementarios e inseparables:

  1. Virtuosismo
  2. Automotivación
  3. Competencias

 

Veamos cada uno de ellos.

 

Virtuosismo

Comportamiento digno de ser honrado e imitado, porque representa lo correcto, lo bueno y lo deseable para las personas y para la organización.

 

Virtuoso es una expresión de honor reservada a la persona que se distingue por su actuar éticamente recto y laboralmente ecuánime.

 

Una persona virtuosa es aquella que actúa honorablemente, con la dosis de domino propio que podríamos llamar sabiduría práctica.

 

Para dar vida a la Cultura Humanista de Resultados, es necesario seleccionar personas invariablemente virtuosas, que tengan la autodisciplina y la automotivación necesarias para desarrollar o fortalecer las competencias deseables al ejercer su cargo, rol o responsabilidad.

 

Por ello este es el primer componente de la triada que hoy presento y el tercero son las llamadas competencias, pero antes de referirnos a ellas, veamos la automotivación.

 

Automotivación

Defino automotivación como la capacidad para sentir entusiasmo y mantener autodisciplina independientemente de las personas, de las circunstancias y de los resultados que puedan estar presentes de manera temporal o ambiental en la organización, el mercado, etc…

 

La automotivación es el motor para cambiar hábitos no deseados, para disciplinarse gustosamente en hábitos virtuosos, para desarrollar competencias y para recuperarse de frustraciones.

 

Para elevar la automotivación y fortalecer la Cultura Humanista de Resultados, conviene buscar el equilibrio dinámico entre el nivel de dificultad del trabajo y las competencias requeridas para resolverlo, esto quiere decir que el trabajo debe ofrecer retos y riesgos que estimulen el aprendizaje, también construir el ambiente ideal para reconocer el progreso, necesariamente mantener apertura para la incorporación de nuevas competencias y generalmente sugiero sentir amor y orgullo por la empresa, el trabajo, las personas, el ambiente, los clientes y los resultados.

 

Competencias

Definimos dentro de la Cultura Humanista de Resultados que competencia es el desempeño que integra conocimientos y experiencias, y con los que una persona contribuye a la meta organizacional en su contexto específico.

 

21 años de experiencia en consultoría empresarial me permiten postular que las competencias son totalmente dinámicas y que las personas suman competencias a sus vidas paulatinamente y pueden conquistarlas durante toda su vida si mantienen virtuosismo, salvaguardan automotivación, conservan autodisciplina, reciben los estímulos apropiados y acceden a los recursos adecuados.

 

Por lo tanto, es necesario ofrecer a las personas oportunidades que permitan el desarrollo y evolución de nuevas competencias acordes con su empresa y con su puesto de trabajo.

 

Emergen el Humanismo y los Resultados

 

Las organizaciones son de algún modo una mezcla de culturas e influencias válidas, en las que la interacción entre personas permite adoptar metodologías para alcanzar la meta organizacional con la contribución de cada una de las personas, y para ello se deben armonizar los saberes de las personas y enriquecer el conocimiento organizacional.

 

El Humanismo se conjuga con los Resultados cuando se atienden simultáneamente los siguientes tres elementos: Educar, Simplificar e Integrar.

 

Educar: Se fortalece la cultura del autodominio, bondad y perseverancia como requisitos infaltables para internarse en el mundo empresarial y laboral.

 

Simplificar: Se aleja de toda complejidad procedimental, del exceso burocrático y del deseo de dificultar las relaciones y las labores.

 

Integrar: Se comprende la interdependencia de las 3P, esto es, la contribución de las Personas, el impacto de los Procesos y el valor de las Políticas en la comunidad empresarial.

 

La danza rítmica de estos tres componentes es fundamental para:

  • Definir objetivos e identificar variables críticas.
  • Precisar acciones, controles y supervisiones.
  • Valorar interacciones, avances y resultados.

 

Educar para el Humanismo y los Resultados implica desarrollar en las personas el virtuosismo, la automotivación y las competencias que impulsen la sana convivencia de las personas en comunión con su óptima gestión, de manera tal que la empresa pueda reinvertir los recursos necesarios para seguir forjando la Cultura Humanista de Resultados, entendida como el cultivo emocional, mental y espiritual en el que se involucran las creencias, los valores, las costumbres, las relaciones, el lenguaje, las ideas, los intereses, los símbolos y las metodologías con que las personas alcanzan la meta organizacional.

 

Si deseas que en tu organización se respire la Cultura Humanista de Resultados estaré complacido de servirte.