Aprenda a dar las gracias

Aprenda a dar las gracias

En 1952, cuando John F. Kennedy estaba compitiendo por el Senado de los Estados Unidos, los trabajadores de su campaña recolectaron para su candidatura más de medio millón de firmas de los volantes de Massachusetts. Uno de los asesores de Kennedy sugirió enviar una carta de agradecimiento a cada una de esas personas, y aunque el candidato refunfuño acerca del gasto que eso iba a significar, finalmente accedió a hacerlo.

Cierto día Kennedy estaba en un sitio haciendo campaña cuando de repente se le acercó un hombre y le mostró la carta de agradecimiento diciéndole que era la primera carta que había recibido de un político en 20 años que llevaba firmando papeles de candidaturas.

Kennedy nunca más se quejó del gasto; posteriormente, ese mismo año ganó las elecciones con una diferencia inesperada de 70.000 votos. Es posible que la carta de agradecimiento haya convencido a algunas personas de votar por él. A los seres humanos nos encanta que nos den las gracias; desafortunadamente, eso no pasa muy a menudo, así que apreciamos a alguien que nos diga esa palabra mágica.

Las notas de agradecimiento son especialmente importantes en el mundo comercial.

Cualquier negocio necesita expresar a los clientes lo importante y apreciados que son. Una simple nota agradeciéndoles el haber negociado con usted, dejará una huella profunda.

Esa nota también cumple con otro propósito: el de “fortalecer” la venta una vez más. En ocasiones a las personas les asaltan dudas después de haber hecho una compra, así que una nota de agradecimiento las tranquilizará y les convencerá de que tomaron la decisión correcta.

A continuación algunos consejos para escribir notas de agradecimiento:

•Házlas a tiempo. Para que tenga un efecto verdadero, la nota tiene que enviarse poco tiempo después. Si tu no puedes enviarla en el transcurso de la primera semana después, mejor es que no la envíes; una nota que llega tarde te hará quedar como una persona floja y desorganizada, por lo que haría más daño que el no enviarla.

•Personalízala. Cuando hablas con un cliente, estarás propenso a descubrir ciertos detalles interesantes a los que se podrá referir en la nota. Por ejemplo, puede que la compra haya sido un regalo de bodas para su hija. Si mencionas brevemente ese hecho en la nota, el cliente sentirá que tu realmente lo escuchaste y te interesaste por el. Ese tipo de detalles se pueden anotar en la copia de una factura o en algún otro documento, y luego buscarlos a la hora de escribir tu nota de agradecimiento.

•Se breve. No hay necesidad de escribir una carta kilométrica. Quizás esa persona a quien estás escribiendo esté inundada de papeles de propagandas, faxes, memorandos y cartas importantes. Mientras más corta sea la nota, más probabilidades habrá de la que lea.

•Simplifícala. Una nota a mano es más personal, pero incluso una carta sencilla hecha en la computadora puede lograr el mismo efecto. Comienza con una oración simple tal como “Sólo quiero expresarle mi agradecimiento por…” y dé la razón. Incluya algo que refuerce la decisión del cliente (“Sé que va a disfrutar su nueva computadora mucho más de lo que se ha imaginado”), y menciona algún detalle personal (ver más arriba).

Para finalizar, da las gracias una vez más y fírmala. Si lo deseas, puede incluir tu tarjeta de negocios, con una línea que indique llamarte en caso de que tenga cualquier duda sobre el producto.

Los pocos minutos que te tome para escribir la nota de agradecimiento pueden mejorar esa relación mucho más de lo que tu imaginas.