Quien no ha estado desempleado… que tire la primera piedra
Me encuentro sentado tomando un café a las 4 de la mañana, en el aeropuerto antes de partir a Arequipa una de las ciudades más hermosas que tiene el Perú. Como consultor de empresas me he tenido que familiarizar con esto de los viajes madrugadores, dejar a la familia y lidiar con los consecuencias de dormir 4 horas. Y pensar que cuando acabé la carrera de economía me veía sentado en una oficina, de gerente de finanzas o algo parecido.
En este camino del aprendiz, he empezado a comprender que todo lo que tuve que pasar era parte del COMO. He vivido tan enfocado en los objetivos y las metas sin saber realmente lo que quería hasta hace unos pocos años. Me he preguntado muchas veces si estaba en el camino correcto y no he tenido respuesta la mayoría de veces… al menos la que yo esperaba. Sin embargo, como diría Steve Jobs, nada mejor que unir los puntos del pasado para comprender el presente y mirar el futuro con mayor claridad. Me encontrado ahora con personas que se sufren porque no encuentran claridad en su camino… yo les digo, con mucha humildad, que no se impacienten que busquen dentro de ellos y descubran esos dones que Dios les dio… es cosa de tiempo, paciencia y perseverancia.
A lo largo de mi vida, me he encontrado desempleado más de una vez ¡y vaya que se aprende! Leía el último libro de mi amigo Raúl Castro , “La puerta abierta” que para coincidencia tiene a Martín como personaje principal, y no pude dejar de pensar en los momentos que pasé cuando me quedé sin empleo. Recuerdo a fines del los 90s en plena crisis haber saboreado el precio de la indiferencia, cuando dejas de ser un producto interesante, con marca propia para convertirte en una marca “blanca”; momentos en los cuales la autoestima pareciera subirse al coche de una montaña rusa e iniciar su recorrido, sintiendo, inevitablemente, el vértigo de la caída. Recuerdo también, haber sentido momentos en los cuales no me importaba ya asumir el cargo que sea con tal de volver a emplearme. Ahora comprendo que nada de lo que tengo hubiera sido posible de no haber convivido de cerca con la incertidumbre; ese lado oscuro de la vida que nos cuesta enfrentar… ¿Cómo podría explicarle a los participantes de un taller lo que se siente cuando uno no tiene trabajo? sin haber vivido en carne propia tal situación, Como decirle a mi hijo el valor del sacrificio y el esfuerzo sin haber sentido lo que significa realmente.
La vida te da oportunidades que no siempre se aprovechan, por lo general las ves pasar, sin mucha conciencia, cuando eres joven, porque simplemente no estabas preparado para asumirla. Prefiero manejar los conceptos de oportunidades y capacidades como ingredientes principales de lo que hoy llamamos suerte, éxito. ¿Acaso no has estado bien preparado para algo sin encontrar la oportunidad para demostrarlo? “Es muy importante actuar con profundo compromiso, en intensa conexión con nosotros mismos” señala Oscar Anzorena, en su libro Maestría personal. Se refiere a situaciones que empiezan a suceder una tras otra que nos permiten avanzar hacia nuestro objetivo. Carl Jung lo llama sincronicidad y lo define como “una coincidencia significativa de dos o más sucesos en la que está implicado algo más que la posibilidad aleatoria”. Es como una “racha de suerte” para ponerlo en términos más coloquiales.
Me encuentro en una etapa muy importante en mi vida, estoy en un proceso de formación como coaching ontológico, en una de las mejores escuelas como es Newfield Network; tengo el honor de tener como maestro a Julio Olalla uno de los creadores de coaching ontológico. Estoy en pleno “vientre de la ballena” descubriendo mis monstruos, enfrentando mis propios temores, sacando coraje para hacerle frente. Este proceso de transformación era necesario y acudí al llamado en el momento preciso. Cambiar mi mirada eso es lo que estoy sintiendo, dejar de lado los juicios sin propósito, incorporar nuevas distinciones, dejar de buscarle explicaciones a todo por que si. Ahora soy el coachee, mañana seré probablemente el coach de alguien que como yo necesita una guía para ver lo que no tiene explicación.
A quienes tienen la paciencia de seguir mis artículos y han pasado por momentos de desesperación por no tener trabajo, les puedo asegurar que si es posible revertir tal situación; el primer paso es aceptarlo, confiar en si mismos, dejar el papel de víctima y hacerse cargo de tal situación. Preocúpense por ser oferta para el mundo, dejen que sus talentos afloren y convenzan a los demás, aunque claro está que si tu no lo estás, será difícil convencer a otros… no se puede dar lo que no se tiene.
Bueno, ahora debo dejar de escribir porque debo estar en sala de embarque. Me voy tranquilo… a seguir el camino que me lleve a mis sueños…ah pero sin dejar de mirar cada trecho del mismo.