No solo se debe pensar en la Jubilación se debe actuar para la Jubilación

Los avances en salud y bienestar social que se disfrutan ahora hacen factible que la esperanza de vida sea mayor cada año. De acuerdo a datos del Banco Mundial la esperanza de vida media en México es de 77 años.

Ahora, supongamos que a la edad de 60 años se decide que este sea el último año laboral y empieza el proceso de jubilación – es una excelente noticia –pero a partir de ese punto se debe considerar tener los suficientes ingresos para seguir manteniendo un estilo de vida. Hagamos un pequeño ejercicio para dimensionar el efecto considerando cuatro ejemplos de sueldo base mensual.





Sobre esta tabla se pueden escribir algunos racionales:

• Trabajamos 43 años en promedio y esperamos disfrutar de 17 años en etapa de jubilación.

• En la etapa de jubilación debemos contar con un 40% del total de nuestro ingreso laboral para contar con recursos similares cuando trabajábamos:

  - Entre mayor tiempo pase sin ahorrar, de mayor impacto será el porcentaje necesario de ahorro.
  - Por cada año de esperanza de vida que se agregué será necesario ahorrar un 2.4% adicional al fondo de ahorro, es decir, se requiere un 40% para una expectativa de 17 años, pero para 18 años se requiere 42.4% y para 19 años se requerirá de un 45% del ingreso total laboral.

• Importa el sueldo que se ostente, pero de mayor importancia es el nivel de vida a conservar.

Hablando del personal que cotiza en el IMSS, uno podría pensar que el dinero que se está acumulando en la Afore mediante la cuenta de ahorro para el retiro generará ese ingreso, cierto es que no será así, la aportación total a la cuenta de Afore es el equivalente al 6.5% del Salario Base de Cotización ante el IMSS. De ese 6.5%, el patrón aporta 5.15%, el trabajador aporta 1.125% y el Gobierno Federal aporta 0.225% (sin considerar la cuota social). La relación 6.5% en contra de un 40.0% nos debe poner a pensar sobre acciones adicionales para disminuir esa brecha.

Algunas acciones/recomendaciones son:

• Empezar a ahorrar y a invertir, de repente se vuelve importante conocer algunos conceptos financieros básicos para la constitución de los recursos.
  - Una buena opción es una cuenta de ahorro de largo plazo privada, en donde, se puede acumular durante la vida laboral, los recursos necesarios para enfrentar con mayores posibilidades la jubilación.
  -Este punto se ha convertido poco a poco en una excelente opción de retención y atracción de talento que las organizaciones pueden ofrecer.

• Planear actividades para esa época considerando la inversión en tiempo, recursos y persona en la etapa de jubilación, el esparcimiento y obligaciones importan pero se deben contemplar de forma especial los servicios de salud, alimentación.

• Realizar un ejercicio básico de cuanto es el ingreso y cuanto se desea recibir mensualmente con todas las consideraciones definidas previamente.

• Encaminarse en hábitos que permitan cambiar gastos y recursos para generar ahorros a este proyecto, es necesario administrar de forma eficiente deudas e intereses de préstamos y créditos.

• No considerar como única opción los medios de ahorro gubernamentales
  -  Estos planes necesitan mejorar, lo cual tomará tiempo y en algunos casos no será suficiente para disminuir el déficit de ahorro necesario.
* Incrementar el nivel de aportación.
* Incrementar la edad pensionable.
* Unificar esquemas de pensión en un concepto a nivel nacional.
* Definir nuevas opciones de inversión de los recursos para pensiones.
* Incorporar nuevos ingresos a los fondos de ahorro.
  - Son excelentes recursos pero la responsabilidad de garantizar un bienestar en la etapa de jubilación es personal.
Este concepto no debe ser un pendiente, la edad madura mayor es una parte de la vida que seguirá presentado obligaciones, retos, pero también muchas satisfacciones, se debe actuar para garantizar dignamente esos años en plenitud.