La gestión humana y la caracterización de las competencias ambientales empresariales.

La Gestión por Competencias es uno de los temas de mayor difusión al interior de las áreas de Gestión Humana en las empresas; el tema ambiental, por su parte, ha ido ganando terreno también en los sistemas de gestión de calidad y trasciende los espacios normativos de las exigencias legislativas, abordando la cultura empresarial como expresión del interés por la urgencia de hacer de lo ambiental un tema que vaya más allá de la moda. La huella, que dejan las empresas en su contexto ambiental, es una responsabilidad también de las personas que participan de ella.

Las Competencias Ambientales Empresariales serán, en poco tiempo, un modelo necesario orientado a identificar los comportamientos que necesitan las empresas para que sus colaboradores se conviertan en aliados en la gran cruzada por el “desarrollo sostenible” y por asegurar un espacio vital para las generaciones que aún no llegan.

Las áreas de Gestión Humana serán las que le permitirán a la empresa identificar las Competencias Ambientales Empresariales requeridas para que el desempeño, la productividad y la competitividad estén alineados con la posibilidad de una nueva racionalidad que no está escindida ni ausente de la totalidad como alternativa.

Lo ambiental incluye la actitud de las personas y trasciende el nivel empresarial. La normatividad internacional, que se orienta a promover en las empresas una producción más limpia y menos contaminante, debe ser soportada ahora por el desarrollo de Competencias Ambientales Empresariales que promuevan comportamientos que vayan más allá de las conductas mínimas de respeto al medio ambiente, se trata de construir culturas empresariales que incluyan entre sus tradiciones la necesidad de favorecer el mantenimiento de condiciones ambientales saludables para los colaboradores actuales y futuros. Se identifica la competencia ambiental empresarial, entre otras, con la necesidad de ser sensible al uso que se da a los recursos hídricos, por ejemplo, en tomar conciencia de que la calidad del aire también es nuestro problema, el consumo de energía, el respeto por los recursos naturales presentes en la gestión, la implementación de estrategias que hagan efectiva la tarea de las R (Reciclar, Reutilizar y Reducir), entre otras alternativas de acción evaluable en las acciones de las personas en las empresas.

Se pretende entonces que lo ambiental se traduzca en un esfuerzo común y no en el cumplimiento de normas que se olvidan apenas dejamos nuestro roll empresarial.
Las Competencias Ambientales Empresariales, como eje diferenciador de la gestión gerencial, apenas está comenzando su tránsito hacia modelos prácticos que permitan evaluar en cada colaborador el estado actual de estas competencias frente a procesos tales como la selección de personal, la capacitación y el desempeño.

La caracterización de estas competencias tendrá como guía de entendimiento la respuesta a tres preguntas que nos guiarán para evidenciar los comportamientos de las personas ambientalmente competentes:

1. ¿Cómo DEBE SER una persona para poder afirmar que es competente desde lo ambiental?

a) Conceptualmente estructurada y con criterio para evaluar las situaciones ambientales que le rodean.

b) Abierta al debate para la construcción de conocimiento sobre el tema ambiental.

c) Consciente de sus actos relacionados con el ambiente y su cuidado.

d) Se reconoce como miembro de una sociedad interdependiente, sistémica y con un contexto histórico vital.

e) Consciente de la situación actual en la que se encuentra el ambiente que integra lo natural, lo social y lo empresarial.

f) Proactiva y que propone acciones efectivas para proteger o para minimizar los impactos causados por la gestión empresarial en el ambiente.

g) Responsable de sus acciones y consciente del impacto que sus acciones tienen en el contexto ambiental en que vive.

h) Se autoregula y se autogestiona en el uso y manejo de los recursos que llegan a sus manos.

i) Trabaja a largo plazo y desarrolla un plan de acción real y evaluable para la promoción de un ambiente sano y sostenible.

j) Comprometida con la vida, con amplio sentido ambiental, de perseverancia y cuidado de los recursos que le rodean.

2. ¿Qué DEBE SABER para poder afirmar que es competente desde lo ambiental?

a) Conocer los principales aspectos relacionados en la normatividad ambiental nacional.

b) Que es un ser frágil, que requiere de un entorno sano y que el óptimo estado de este entorno depende de él.

c) Informarse sobre las novedades y avances de las políticas y normas nacionales e internacionales de los temas ambientales.

d) Sabe qué es ambiente y reconoce la importancia que tiene para la empresa donde trabaja.

e) Cómo trasmitir información, persuadir y movilizar personas a favor del ambiente.

f) Utilizar redes de apoyo en beneficio de la naturaleza y su contexto ambiental

g) Conocimiento real de lo ambiental y de la cultura empresarial

h) Debe estar actualizado en noticias relacionadas con el medio ambiente con el propósito de desarrollar un pensamiento crítico ante el uso indiscriminado del ecosistema y lógicamente modificar el comportamiento y hábitos de consumo.

i) Tener conocimiento de las leyes y normas legales vigentes que buscan proteger el uso de los recursos naturales para acatarlas y cumplirlas.

j) Reconocer el impacto que sus acciones tienen sobre la conservación de las condiciones ambientales en que vive.

3. ¿Qué DEBE HACER una persona para poder afirmar que es competente desde lo ambiental?

a) Compartir buenas prácticas ambientales en su lugar de trabajo y en su cotidianidad. Cuidar su entorno inmediato, el más cercano.

b) Capacitarse en cultura del cuidado ambiental

c) Desarrollar actividades orientadas al cuidado del ambiente que le rodea.

d) Dar ejemplo a los compañeros de trabajo a través de sus acciones
ambientalmente amigables.

e) Tener conciencia del impacto ambiental que genera su empresa y proponer soluciones para eliminar, reducir o minimizar su impacto.

f) Saber la forma de identificar, evaluar y prevenir o mitigar los riesgos ambientales

g) Difundir dentro de la empresa las buenas prácticas ambientales requeridas para contribuir con la sostenibilidad de la empresa.

h) Dar ejemplo a través de sus acciones y ser coherente entre lo que piensa y lo que hace.

i) Estar involucrado y ser miembro activo en actividades y programas de educación que ayuden a mitigar el daño ecológico identificado en su entorno.

j) Investigar, proponer y promover nuevos procedimientos y procesos de tal forma que disminuya el consumo de los recursos energéticos.

Para consolidar esta caracterización de lo que debe ser, saber y hacer una persona ambientalmente competente, es preciso considerar también la importancia que tiene el contexto histórico y empresarial en el cual se desarrolla la competencia, ya que son los escenarios de gestión los que van a determinar si se privilegian unos u otros comportamientos, de tal manera que es importante comprender que la CULTURA EMPRESARIAL incluye lo ambiental como parte de la identidad corporativa.

Es significativo reconocer la relación que existe entre la persona, como generadora de cultura al establecer vínculos interpersonales, el equipo de trabajo como resultado del reconocimiento de la contribución de los otros a la gestión empresarial y la empresa como una entidad que asume una posición responsable o no frente a las exigencias de la legislación estatal y gubernamental, entre ellas el cumplimiento de la normatividad ambiental.

La preocupación por construir organizaciones sostenibles en lo económico, lo social y lo ambiental ha llevado a que, en el ámbito internacional, se consoliden iniciativas que permiten convocar a las empresas alrededor de criterios y acuerdos aprobados y que se convierten en referentes de mercado tanto para las organizaciones como para las naciones, es así como encontramos, por ejemplo, la serie ISO (es International Organization for Standardization) que ha logrado posicionar y fortalecer algunas normas que apoyan y promueven, no sólo la certificación en calidad, sino que ha logrado tener la credibilidad suficiente para proponer muchas otras normas que apuntan a la competitividad empresarial, tales como: ISO 14001 de gestión ambiental, ISO 26000 de responsabilidad social, ISO 50001 de gestión energética, entre otras.

Otra entidad que va ganando cada vez más posicionamiento como referente y a la cual cada día nuevas empresas se suscriben es el llamado informe GRI (Global Reporting Iniciative) que promueve el informe de sostenibilidad empresarial en las dimensiones económica, ambiental y social. En Colombia ya desde el año 2009 algunas empresas han presentado su primer informe. Recientemente salió el G3 que contiene los aspectos metodológicos para presentar dicho informe y que a partir de su presentación se convierte en certificable.

Finalmente, es importante reconocer que la implementación de las Competencias Ambientales Empresariales tiene varios propósitos identificables en términos de resultados para las organizaciones, me refiero específicamente a que una empresa, con personas ambientalmente competentes, reconoce que el desempeño en la ejecución de las diversas tareas y en los diferentes cargos contribuye en la generación de procesos productivos y que establece indicadores de un resultado superior y diferenciador que consolida a la empresa como un modelo a seguir, de tal manera que su valor de mercado no sólo se incrementa en términos económicos sino también en relación con las prácticas que realiza y que le convierten en referente competitivo.

*Este documento se inspira y recoge información del trabajo presentado por el autor en su texto COMPETENCIAS AMBIENTALES EMPRESARIALES: DEFINICIÓN, CARACTERIZACIÓN Y APLICACIÓN y que puede encontrar completo en http://competenciasambientalesempresariales.blogspot.com/