La conexión humana en las redes sociales
Las redes sociales, se han convertido en verdaderas herramientas de socialización, comunicación y de conocimiento a través de las cuales compartimos nuestros acontecimientos, logros y experiencias, han abierto un espacio de reencuentro, de actualización y de conexión, que nos brindan la posibilidad de generar redes de tipo profesional a través de las cuales compartir nuestro conocimiento y ampliar nuestro grupo social o de influencia.
El fenómeno de las redes, que inició en el 2003, nos llevó en poco tiempo a adaptarnos y adoptar las nuevas formas y medios de comunicación emanados del desarrollo tecnológico, abriendo un espacio a través del cual reforzamos el poder de la comunicación y ahora, gracias al desarrollo de dispositivos móviles, podemos compartir en cualquier momento y lugar, acontecimientos, fotos y hasta información del tráfico y de las vías para ayudarnos a elegir la ruta más adecuada para llegar a nuestro hogar.
El desarrollo constante de nuevos aplicativos y funcionalidades también han influido en el crecimiento constante de los usuarios que pertenecen a las diferentes redes, sin embargo, si analizamos el fenómeno más a fondo, desde el punto de vista del factor humano y más específicamente desde el psicológico, debemos considerar que en gran parte, su rápida acogida guarda relación con el hecho de que las redes sociales nos han permitido satisfacer nuestras necesidades de afiliación y reconocimiento (descritas en la Pirámide de Maslow), ayudando a reforzar nuestro carácter gregario, pero adicionalmente han abierto a todos la posibilidad de tener voz y voto, convirtiéndose entonces en un espacio a través del cual podemos opinar abiertamente e influir sobre la opinión de otros, al ser un medio de comunicación de doble vía que nos permite retroalimentar.
Así las cosas, el valor intrínseco de las redes sociales consiste en contar con estos espacios que satisfacen nuestras necesidades de expresarnos, intercambiar información, pensamientos, sentimientos, transmitir nuestras emociones y compartir nuestras experiencias y opiniones; los mismos que iniciaron como herramientas colaborativas y que en pocos años fueron evolucionando e incorporando nuevas aplicaciones y especializándose de acuerdo con su finalidad y ahora nos ofrecen nuevos escenarios de socialización, reencuentro e interacción, sin importar el lugar y hora en la que nos encontremos.
Cabe destacar también que el nivel de influencia de las redes en la sociedad y en los individuos, ha incluso llevado a que se generen códigos de comunicación específicos compartidos y consensuados por los usuarios, en donde con pocas “palabras” o ideogramas componemos una serie de códigos complejos cuyo significado trasciende lenguas, culturas y fronteras.
Por todo lo anterior, el fenómeno ha cobrado interés para empresas de investigación y para las marcas, que han encontrado en las redes un medio ideal para comunicarse directamente con su grupo objetivo, por lo cual invierten esfuerzo y dinero en analizar y comprender el comportamiento de las personas detrás de las mismas en términos de preferencias, gustos, hábitos de navegación y de consumo, a fin de elegir eficientemente los puntos de contacto a través de los cuales comunicarse efectiva y afectivamente con cada uno.
De acuerdo con la 3ª oleada del Observatorio de Redes Sociales publicada por The Cocktail Analysis, agencia de investigación y consultoría, especializada en el análisis de las tendencias de consumo, comunicación y nuevas tecnologías, podemos identificar cuatro tipologías relacionadas con las motivaciones, comportamientos y actitudes de los usuarios en las redes sociales.
• Adorers o Heavy users: cuya motivación principal es la capacidad para expresar sus pensamientos, emociones y opiniones. Se encuentran activos por lo general en más de una red, valoran el contenido y la información, hacen uso de mensajería instantánea y acceden a las redes a través de dispositivos móviles.
• Lúdicos: Su principal motivación gira en torno al poder de entretenimiento y comunicación que le brindan las redes para conectarse con sus amigos y familiares de manera gratuita y por tanto valoran la utilidad de las redes.
• Reservado: Corresponde a un perfil más maduro, el cual se encuentra vinculado a unas pocas redes que le ofrecen contenido e información de valor, pero no es muy activo digitalmente, es decir no participa frecuentemente en foros, no le gusta compartir información personal por este medio, por temas de seguridad y prefiere otros medios de comunicación como el teléfono sea este fijo o móvil.
• Básico: Su mayor motivación está dada en relación a la funcionalidad, es decir a la utilidad. Aunque no son muy activos digitalmente, hacen parte de grupos específicos de acuerdo con sus intereses personales o profesionales, en los cuales consultan información.
En conclusión, el fenómeno de las redes sociales, su rápido crecimiento, la aparición constante de nuevas redes y la inversión que se realiza para crear nuevos aplicativos que mejoren su usabilidad va más allá del crecimiento derivado de un desarrollo tecnológico y de la ampliación de la conectividad; tiene que ver más con un fenómeno humano, el cual se encuentra estrechamente relacionado con las necesidades y motivaciones que cada uno tenemos y que han encontrado en ellas un medio y un canal de relacionamiento, comunicación, expresión, generación y aprehensión del conocimiento.