¡ A transitar de lo conocido , al riesgo!
Durante mucho tiempo, se nos ha enseñado que uno debe hacer su mejor esfuerzo en ciertas etapas de la vida para alcanzar la tranquilidad cuando decidamos o tengamos que retirarnos de nuestra actividad profesional. Ahora entiendo a la muerte.
La muerte no llega para las personas o las empresas, cuando dejamos de respirar, sino cuando abandonamos la idea de que no debemos hacer más porque ya lo alcanzamos todo. Si a usted le espanta morir, entonces yo le digo que la cura para ello, es mantenerse en movimiento, cambiando constantemente, pensando en ir más allá, atreviéndose a ser y a hacer lo que nadie jamás se atreve. Muchas organizaciones dejan de estar en la preferencia de sus clientes por el simple hecho de que han abandonado la idea de hacer más por sus clientes y han frenado de tajo su capacidad de INNOVACIÓN.
Las empresas de Alto Desempeño, son aquellas que buscan en forma permanente tres objetivos a mi juicio:
1. SER LA EMPRESA MÁS PRODUCTIVA: Lo que implica, la búsqueda incesante de más eficiencia operativa, procesos ágiles y flexibles y contundencia para asegurar resultados. En la vida personal, ésto implica buscar ser mejores personas a través de mostrar un alto nivel de resultados y una gran capacidad para cambiar de manera consistente.
2. SER LA EMPRESA MEJOR MANEJADA: Esto significa tener el control de todas las operaciones y procesos internos, de tener alianzas estratégicas que nos permitan continuar avanzando sistemáticamente sin sobresaltos en los factores internos. Nuevamente, desde el punto de vista de las personas, esto significa predicar con el ejemplo, hacer siempre lo correcto para los demás, lo que hablaría en todo caso de nuestro nivel de congruencia.
3. SER LA MÁS INNOVADORA: Esta condición es la que nos mantiene por delante de los demás, pues muestra nuestra habilidad para cambiar aún cuando nadie nos obligue. Es así como las empresas y las personas, se mantienen en el éxito, no hay otra manera. Pero se requiere abandonar el Confort, se requiere transitar en terrenos desconocidos para poder lograrlo. ¿Está usted dispuesto a hacerlo?
Nada que represente lo mismo para el mercado, tendrá el impacto que le permita crecer consistentemente. Las empresas líderes tienen como común denominador la gran capacidad de anticiparse a los cambios de su entorno como producto de su poder creativo y talento innovador.
Ya no se trata de ADMINISTRAR EMPRESAS, se trata de EMPUJARLAS A CAMBIAR y eso requiere del despliegue de todo nuestro LIDERAZGO de manera consistente. Y no hablo de ese liderazgo que solo tiene la máxima autoridad en la organización, hablo del liderazgo de TODOS los que habitan en su negocio.
Sin la capacidad de INNOVACIÓN, sin facultar a las personas para que ejerciten diariamente su PODER CREATIVO se podrá ir por delante de sus competidores. Hoy día se requiere mucho más que hacer las cosas bien, porque ésta condición ya no le garantiza el éxito y la supervivencia de su empresa.
Pero mantener esa capacidad creativa e innovadora, requiere también de la re-invención de cada persona que se encuentra al interior de su empresa. Sin la disposición de éstos a cambiar y de transformarse en seres únicos para la organización se podrán alcanzar los resultados que se requieren ni la posición competitiva necesaria frente a sus competidores, y ésto es lo interesante.
Para que puedan darse los cambios que toda organización necesita, se requiere, además de involucrar en el sueño a las personas que la componen, de ayudarles a que puedan desplegar todo su potencial, a partir de alcanzar su más alta efectividad mediante el proceso de entrenamiento que toda empresa debe garantizar a cualquier persona desde su ingreso a la organización y no sólo eso, además deben asegurar que alrededor de cada persona o equipo de trabajo exista el clima adecuado para que puedan disponerse a hacer las cosas diferentes y de la mejor manera.
La gestión de cada líder de equipo tiene mucho peso en el proceso de cambio, pues son ellos los únicos capaces de hacer que ésto suceda si realizan correctamente un proceso de DIRECCIÓN-ENTRENAMIENTO-APOYO-FACULTAMIENTO en cada empleado, de lo contrario, todo seguirá siendo sueño y usted seguramente decidirá que su camino es solo administrar los bienes o activos de los que es responsable.
Las personas que se atreven a hacer lo que nadie hace, dejan atrás de si todo terreno conocido, son aventureros, porque la innovación es aventura, son gente insatisfecha, porque precisamente del deseo de mejorar las cosas los mantiene vivos. Están enfocados no en el cliente en si, sino en sus necesidades, y se anticipan a ellas.
Son personas que están dispuestas a hacer que los clientes vivan una experiencia inolvidable a través del producto y servicio que le otorgan. Los empresarios exitosos, no traban los presupuestos para desarrollar y capacitar a su gente para que puedan alcanzar éste propósito.
Dedican una gran cantidad de recursos en ello, porque saben que al final de cuentas, será su gente la que produzca su sueño, que es alcanzar el más alto nivel de participación de mercado a través de la DIFERENCIACIÓN.
Mientras usted duerme, otros le aventajan
Transitar en terrenos desconocidos causa temor y parálisis en muchos Directivos y Gerentes de Empresas, no me queda duda, pero es el mejor camino para alcanzar el más alto nivel de resultados que se pudo haber soñado siquiera. No se trata de producir caos por producirlo, se trata de aprender a transitar en él, de tal suerte que nuestras capacidades y habilidades para el manejo de la complejidad se vean beneficiadas de la frecuencia con que entramos y salimos de éste terreno fértil.
Se trata también de no perder la ventaja por estar dormidos, pensando en el control más que en soltar las amarras a la gente para que ésta pueda hacer cosas que diferencien a nuestro negocio de nuestros competidores. Créalo, mientras usted se duerme en sus laureles, los otros le están sacando ventaja y ésto no es permisible para nadie.
Los tan nombrados océanos azules, no están a la vista de todos, pero están tan cerca de nosotros como aprendamos a verlos. Es necesario para crear la diferenciación a través de la innovación, tener facultada a nuestra gente para hacer lo mejor por su negocio, pero ésta condición también requiere de un proceso de entrenamiento y eso lleva tiempo.
Continuamente vemos ejecutivos que son rápidos para decidir, y muy lentos para actuar. Pretenden que las personas alcancen un alto grado de desempeño, cuando son sus políticas y el temor a tomar decisiones que lleven a la ACCIÓN las que en realidad detienen a la organización completa.
Atrévase entonces, a pensar de una vez por todas en las necesidades de sus clientes y piense como nadie que es aquello que necesitan de usted y no se los daría nadie. Piense en cómo puede darle una experiencia que jamás se le olvide y que le permita recordar claramente éste hecho para el futuro.
Sólo haciendo lo que nadie se atreve es como podrá mantener a su negocio por delante de sus competidores, pero mientras no se arriesgue a dejar que sea el personal que conforma su equipo de trabajo el que tome la iniciativa del cambio, usted no podrá transitar con tranquilidad en el mercado donde está participando y como consecuencia de ello, estará habituando a las personas a depender exclusivamente de lo que usted diga. Créalo o no, la mayoría de las empresas que detienen su marcha por el temor de sus líderes a transitar por donde no conocen y es así como detienen su marcha, algunas incluso para siempre.
Si requiere de nuestro apoyo, como siempre, nos ponemos a sus órdenes.