El primer paso para emprender es el networking

El primer paso para emprender es el networking

Siempre que me preguntan sobre cuál es la mejor forma de iniciar un proyecto profesional propio, trato de responder exponiendo la necesidad de fomentar las relaciones profesionales de confianza. Sí, porque los contactos profesionales son los que van a definir el éxito o el fracaso de un proyecto a corto y medio plazo. El éxito no va a llegar por sorpresa; se cultiva mediante las relaciones profesionales con los clientes, socios, proveedores e inversores.

Así que antes de dar el salto, de poner toda la carne (inversión de recursos de tiempo y dinero) en el asador, recomiendo contar con una sólida agenda de contactos profesionales dentro y fuera del sector profesional en el que nos vamos a mover. Serán estos contactos los que colaboren con el proyecto una vez esté lanzado. Si no contamos con ellos, nos encontramos con un proyecto vacío.

Y no se trata ya solo de una forma de establecer contactos que nos ayudarán en un futuro próximo, sino de obtener en beneficio indirecto de quienes formen parte de nuestra agenda de contactos. Es fácil: piensa en los consejos y las advertencias que puedas recibir de quienes lleven años con proyectos en el mercado. En la fase previa de concepción pueden ayudar a cubrir problemas.

Incluso esos contactos forjados en este momento inicial pueden ayudarnos a encontrar errores en nuestro plan de empresa. Son voces expertas que te aconsejarán antes de lanzarte a la piscina con algo que no está cien por cien cerrado. Tómate esta fase de networking como una oportunidad para refinar algo que tiene (seguro) margen de mejora.

Las ventajas de contar con una agenda profesional nutrida antes de dar el salto con un proyecto profesional son palpables. Incluso recomendaría trabajar durante un tipo para terceros, pues es el entorno ideal para forjar alianzas de futuro. Emprender es un camino duro, pero que es obligatorio hacer en compañía. Practicar el networking es obtener oportunidades.