El aprendizaje y sus enemigos

El aprendizaje y sus enemigos

¿Te has preguntado cuántas cosas sabes que sabes? ¿Cuántas sabes que no sabes? y ¿Cuántas no sabes que no sabes?. Hacer la lista, para las dos primeras preguntas, podría llevarte algunos años, no obstante es probable que la termines… sin embargo ¿será posible hacer una tercera lista?. Precisamente sobre esto habla Rafael Echevarría en su libro “Escritos sobre aprendizaje” , allí hace referencia a la ceguera cognitiva, aquella que, aparentemente, nos condena a la posibilidad de no aprender.
Como diría Heráclito: “Si no esperamos lo inesperable, jamás lo descubriremos pues ni siquiera lo buscaremos” Ello nos abre la esperanza de que podemos elegir vivir con apertura, aceptando que no lo sabemos todo y que si es posible actuar desde la
humildad, dejando de lado una “vieja compañera”: la arrogancia.

Traigo algunas reflexiones de Julio Olalla, uno de los pioneros del coaching ontológico, a quien tuve el honor de tenerlo como maestro, este año. Él señala que vivimos en un mundo que privilegia el conocimiento, con un afán desmedido de imponer, de conquistar. “Vivimos en el mundo de lo obvio”, como si no hubiera nada más por descubrir , donde el cinismo sigue en aumento, para mantener el protagonismo y minimizar el aprendizaje. Me refiero a que es usual, hoy en día, ver como se trata de restarle importancia a la opinión de las demás personas. Por ejemplo en las empresas vemos como algunos Gerentes dicen: “Que estás diciendo!… como se te ocurre que eso puede funcionar”… ¡no me hagas perder el tiempo!. La pregunta que me surge es ¿Qué los lleva a actuar de esa forma? ¿será acaso su temor a perder poder?

Algo que ha funcionado en mí ha sido declararme aprendiz permanente y es que comprendí que no tengo que saberlo todo, puedo equivocarme y aprender tomando acciones, abrirme a nuevas posibilidades. ¡Claro que me sigue costando derribar algunos enemigos del aprendizaje! Precisamente quiero compartir algunos que están ligados al estado emocional en que nos encontramos y que determinan la disposición con que nos abrimos a él.

Rafael Echevarría, creador de la propuesta de la Ontología del lenguaje, resalta en su libro algunos enemigos que son frecuentes verlos en algunos dominios: Reconoces a aquellas personas que cuando le comentas algo te dicen “Esto yo ya lo se”; que ven lo nuevo como más de lo antiguo. ¿Cuántas oportunidades de negocio, por ejemplo, te has perdido por pensar de esa forma?. Otro juicio que actúa como enemigo es “Yo nunca podría aprender esto”, “yo no nací para cantar” “No soy bueno para las matemáticas” y otros basados en alguna característica negativa que nos hemos autoimpuesto, que nos restan confianza y nos cierra posibilidades de acción.

En este mundo del conocimiento, es cada vez más frecuente distinguir la arrogancia, sino veamos una “perla”. La generación de los jóvenes de hoy, suelen “jubilar”a los padres antes de lo previsto. Como si el haber nacido con Google bajo el brazo les diera derecho a cuestionar, a validar o invalidar cualquier comentario que no se ajuste a los estándares del “Dios Internet”. Y ¿donde quedó la intuición, la sabiduría, el respeto por las canas, el amor a la madre tierra?… inquietudes que fácilmente podrían clasificarnos en el grupo de los románticos, con desapego a la razón. Como si el amor se pudiera medir en Gigabyte , o representarlo en kilos. Muy bien decía Julio ¿acaso puedes decirme cuantos kilos me quieres hoy? en alusión a aquellos que no conciben la vida sin el uso de indicadores de medición.

Existe una lista larga de enemigos y emociones que bloquean la oportunidad de aprender: La resignación, el aburrimiento, el miedo, el no poder decir NO SE, el tiempo, creer que no puedo aprender de alguien de menor nivel que yo, la trivialidad, entre otros. Hablaremos de estos en un próximo post. Te invito a mirarte e identificar esos enemigos, esas creencias que limitan tus posibilidades. Permítete equivocarte, quitarle toneladas de peso a tu cuerpo, a convivir con la incertidumbre.
Te invito a darte permiso para indagarte, desafíarte y empezar a comprender que existe, dentro de tí, un mundo inmenso que aun no conoces… y lo más importante es que !tú puedes elegir la persona que quieres ser!

Te dejo esta hermosa frase del escritor francés Marcel Proust: “El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos caminos sino en tener nuevos ojos”
¡Hasta la próxima!