Amor en los negocios ¿es necesario?

En medio de la complejidad y la necesidad urgente de sobrevivir en mercados competidos, nos hemos olvidado de éste concepto tan importante que sin duda es el pilar de la organización.

¿Se ha preguntado usted si su personal AMA en verdad a su empresa? ¿A su visión?
¿Su trabajo? ¿A sus clientes? ¿Si ama el Servicio que proporciona?. Se ha preguntado en algún momento si sus líderes AMAN a su personal? ¿Hace algo al respecto en éste sentido?

Un amigo mío (Carlos Monsalvo), tiene una afirmación que me hizo reflexionar en éste sentido. El dice que “EL VALOR OBTENIDO ES EN FUNCIÓN DE LA PASIÓN ENTREGADA”. Y tiene razón. No se pueden obtener grandes cosas en la vida si en realidad no AMAMOS lo que somos, lo que hacemos y mucho menos lo que estamos dispuestos a DAR a los demás.

En términos de negocio, no podemos obtener la fidelización de nuestros clientes porque entre ellos y nuestro trabajo diario, hay un sinnúmero de procesos o cosas que no hacemos con verdadero AMOR.

Veámoslo desde el siguiente punto de vista. Usted y su Equipo Ejecutivo redactaron una misión, una visión y valores para su compañía. ¿Se ha preguntado qué siente ese mismo equipo por los conceptos vertidos en lo que redactaron?. La respuesta es fácil de conseguir: 1. Revise el nivel de Congruencia que mantienen cada miembro de su Equipo Directivo con los conceptos anteriores y 2. Revise si debajo de ellos se Practica hasta el punto de la obsesión por SERVIR al más Alto Nivel a sus Clientes.

He venido diciendo durante mucho tiempo que para SERVIR en una categoría superior, usted por fuerza debe AMAR a quienes le sirve, pero para poder hacerlo, debe AMAR lo que hace y mucho más a quienes le ayudan a hacerlo posible.

No se puede pensar en los grandes márgenes de rentabilidad ni de participación en el mercado, cuando al interior de la empresa no se desencadena el potencial de las personas y se invierte poco en ellas. No se pueden alcanzar los más altos estándares de calidad y productividad cuando realmente no se pone toda la intensidad y una pasión desbordada por hacer más y mejores cosas cada vez. La realidad es que sus empleados cumplen una rutina y son muy pocos los que buscan en serio, la manera de diferenciar a su negocio.

¿Como podemos desencadenar la fuerza de un Equipo si no AMAMOS a sus integrantes? Creo que aquí es donde todo comienza. Si nuestro FOCO es El Cliente tenemos por obligación que trabajar a nivel de Excelencia nuestro Liderazgo con la gente que le sirve. Nuestros Empleados y Colaboradores deben ser nuestro centro de atención.

Al hacerlo, podemos detonar que ellos sigan nuestra visión y como consecuencia de lo anterior, se enamoren tanto como nosotros del rumbo que pretendemos tomar en términos de SERVICIO y DIFERENCIACIÓN contra nuestros Competidores. En éste sentido, ¿cuanto invierte en su gente para que ellos puedan alcanzar el nivel de Excelencia que su empresa necesita?. De algo estoy seguro, que las definiciones de “HACER MÁS CON MENOS, PRODUCIR MÁS Y MEJOR CON LOS MISMOS RECURSOS, HACERLO BIEN A LA PRIMERA”, son conceptos que ¡Suenan a Blasfemia!, pues no se pueden alcanzar si no contamos en nuestro haber con los mejores individuos y no
podemos tenerlos a menos que:

1. Seleccionemos a los mejores.
2. Los Desarrollemos al más alto nivel posible para que puedan desencadenar su potencial.
3. Invirtamos en su satisfacción y motivación para que puedan ser felices haciendo lo que hacen por ellos y por los demás.
4. Tengamos los mejores planes de retención para hacer posible su permanencia con nosotros.

Si bien es cierto que hoy día se tienen muchas herramientas que nos permiten hacer más eficientes los procesos (Iso, Programas de Calidad Total, 5´s, 8D´s, JIT, Kaizen, Lean, solo por mencionar algunas), yo insisto en que si no se AMA lo que se hace no se podrá dar al Cliente lo mejor de nuestro negocio y de nosotros mismos.

¿Como podemos hacer las cosas a nivel de Excelencia, si no la amamos?. Amar la Excelencia es buscarla día con día, es salirnos del promedio de nuestra actuación diaria para buscar con desbordada obsesión y pasión por hacer más y mejores cosas por aquellos a quienes nos debemos y por aquellos quienes son los que pagan el resultado de nuestro trabajo, llámese producto o servicio. ¿Cómo pensar en que tendremos un producto o un servicio de un alto valor percibido por nuestros clientes como de una calidad diferenciada si no amamos ni vivimos en términos de calidad nuestra vida dentro y fuera de nuestro negocio?

No se puede ir pensando en seguir transitando una vida promedio si lo que buscamos es ser los mejores en el mercado. Tenemos que salirnos por fuerza de la idea de ir a trabajar día con día y cambiar el pensamiento por el de ir a APORTAR día con día lo mejor de nosotros mismos si es que queremos diferenciarnos completamente de los demás. Los Líderes de Alto Desempeño lo son, porque realmente ponen todo y más en cada momento de verdad que se les va presentando en el camino. Son obsesivos cuando se trata de cambiar para mejorar. Son firmes creyentes de que “Lo bueno, es enemigo de lo mejor” y buscan afanosamente buscar retos más altos cada vez, confiados en el potencial que tienen en la gente que les rodea. Confían en sus capacidades y se dedican en cuerpo y alma a desencadenarlas diariamente. Son obsesivos cuando de Dirigir, Entrenar y Motivar se trata, son generosos para pagar las aportaciones e innovación de quien la hace.

EN EL AMOR NO HAY PROMEDIOS
No recuerdo haber dicho a mis hijos, a mi esposa, a mis colaboradores o incluso a aquellos jefes que alguna vez tuve cuando me desempeñaba en la industria al despedirme de ellos :”Que tengan un día promedio”. ¡NO!.

Nuestros deseos para quienes nos rodean son siempre cargados de lo mejor, de lo nuevo ¿cierto?. Pues tenemos que aprender a vivir de esa manera.

Si queremos resultados superiores de nuestra gente, tenemos que dotarlos de lo mejor, motivarlos con lo mejor que podamos, liderarlos en un nivel superior, respetarlos, escuchar sus ideas y opiniones, satisfacer sus necesidades de crecimiento, llevarlos al borde de sus capacidades individuales cada día, asignarles nuevas responsabilidades etc., esa es la mejor manera de expresarles nuestra estima.

Si queremos demostrar a nuestros Clientes que somos los mejores, hagamos todo cuando esté a nuestro alcance por satisfacerlos. Mejoremos el servicio, nuestra capacidad de respuesta, nuestra eficiencia y costos para lograr precios justos por lo que pagan. Dejemos atrás la idea de que ellos sigan pagando el precio por nuestras deficiencias ¡Eso nos dará fidelización y es la mejor manera también de expresarles nuestro AMOR!

Debemos asegurar con nuestro comportamiento como líderes, el AMOR de nuestros colaboradores por nuestra MARCA y por nuestra EMPRESA, solo así es como se podrán poner la camiseta y harán lo imposible por defenderla a costa de lo que sea. El sentido de pertenencia con nuestra gente, no se gana con distribuirles parte del material promocional con el logotipo de nuestro negocio que le damos al mercado en fines de semana. Se logra a través del nivel de acciones y el comportamiento consistente de cada líder con su gente.

Recuerde siempre el buen refrán: “AMOR CON AMOR SE PAGA” y los clientes le retribuirán gota a gota todo aquello que provenga de usted en términos de que lo que su organización y su gente hagan por él. ¡No lo dude!

La llave para poder ofrecerle lo mejor usted la tiene, y será con su liderazgo como podrá alcanzar su fidelización y la reciprocidad al preferir sus productos y servicios antes que los de sus competidores.

AME a su gente, Invierta en ellos, multiplique su liderazgo y haga posible que la Pasión por la Excelencia se desencadene en cada rincón de la organización. Sus Clientes se lo agradecerán.

Su obligación como líder, es lograr transformar la vida de quienes le rodean, y es así como podrá hacer que éstos den a su Cliente lo mejor de si mismos.

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