Los nuevos paradigmas organizacionales; entre la innovación y la tradición.

La historia de las organizaciones se construye sobre los aprendizajes de quienes fueron dejando una huella en el camino, sea porque ya van muy adelante o bien porque sus resultados les obligó a dejar el rastro de lecciones no aprendidas pero disponibles para quienes quieren edificar y convertir en triunfo lo que para otros significó la derrota.

Las banderas de la innovación y la tecnología como herramienta de éxito, son la invitación permanente a reconocer que el futuro se construye apoyándose en las bases de la historia y no en la expectativa de situaciones posibles.

Para muchas compañías es imperativo levar anclas y aventurarse en nuevos escenarios que implican re-diseñar la gestión y arriesgarse en terrenos que los alejan de la tradicional seguridad que brindan los productos y servicios que hasta ahora constituían sus ingresos. Reconocen que estamos en un nuevo contexto competitivo que obliga a enfrentar el temor queda dejar la comodidad que brinda la zona de confort.

El liderazgo comienza a dejar de ser un discurso vistoso y conveniente para convertirse en una exigencia, los retos corporativos obligan a reconocer que las fronteras van desapareciendo y las “ventajas comparativas” ya no son tan robustas, la barreras de entrada son cada vez más fáciles de saltar y nos sorprendemos de la cantidad de competidores que están en nuestra misma carrera.

Las estrategias que llevaron a los campeones de la industria a permanecer como líderes comienza a ser replicadas y modificadas por quienes vienen con nuevas y mejores maneras de hacer las cosas, no sólo en términos de producto sino en un diseño mucho más práctico y con mayor acogida en quienes hasta hace poco eran nuestros clientes más fieles.

La incursión de las redes sociales en los procesos de gestión y su utilización por parte de las empresas para ganar nuevos clientes y para saber lo que ellos piensan de la empresa es sólo un ejemplo del giro que han dado las herramientas tecnológicas que pasaron de ser un factor de diversión y ocio a una potencial fuente de empleo o una manera de darse a conocer por lo que expresa en su perfil público.

Los nuevos paradigmas empresariales obligan a ampliar las fronteras que delimitan la acción organizacional, se trata de fortalecer la cultura que vivimos al interior de las empresas, reconocer que nuestros proveedores son, cada vez más, un aliado necesario para generar productos y servicios para clientes exigentes y dispuestos a cambiarnos por otro a la menor oportunidad. Se trata de identificar que los nuevos mercados a los que queremos llegar y entrar esperan de nosotros diferenciadores que ofrezcan experiencias dignas de ser repetidas y no sólo una transacción que finaliza con la factura.

La internacionalización y la globalización hace que tengamos que negociar con los esquemas tradicionales, que podamos retar la imaginación para ser audaces en el diseño de nuevas opciones de servicio para nuestros clientes, que imaginemos nuevos modelos de gestión que incluyan los mandatos del pacto mundial, es decir que nuestra empresa sea sostenible financieramente, socialmente responsable y ambientalmente amigable.

Las nuevas generaciones de colaboradores y directivos tienen interpretaciones diversas de lo que significan las estrategias organizacionales, las estructuras de gestión y los esquemas de recompensa y motivación. Las nuevas maneras de hacer negocios invitan a reconocer que el futuro es una realidad que se construye desde la imaginación pero que se apoya en la realidad de un presente que desafía el status quo y de un pasado de donde se nutre la esencia organizacional.

Espero que estas breves reflexiones nos motiven a seguir encontrando nuevas condiciones y situaciones en las cuales podamos evidenciar que estamos en un punto crucial donde la historia nos exige reconocer que no basta con permanecer en la turbulencia de mercados cada vez menos predecibles. Las nuevas teorías empresariales, los informes de sostenibilidad y las normatividades gubernamentales nos llevarán a ser los protagonistas de una historia que ojalá pueda ser contada en tiempo presente por las generaciones que aún no han nacido.