Juegos de Simulación para capacitar, ¿moda o tendencia?

 El vínculo entre juego y aprendizaje no es una novedad, ya desde la infancia temprana aprendemos y nos manifestamos a través de recursos lúdicos. Esta relación tampoco es desconocida en el mundo de la capacitación organizacional, donde desde hace décadas el juego fue incorporado a través de diversas técnicas interacción como por ejemplo el rol playing.

Más tarde, llegaron los juegos de simulación (hoy computarizados) planteando escenarios de negocios ficticios para que los usuarios “practiquen”, la toma de decisiones y sus consecuencias.

Aquí un ejemplo de un juego de simulación para aprender a dirigir una empresa de producción - Ver video

¿Aprendemos más con los juegos de simulación?, ¿Llegaron para quedarse? Un estudio realizado por la Universidad de Colorado en 2011 sugiere que los juegos de simulación podrían ser más efectivos que otras capacitaciones porque combinan simultáneamente procesos afectivos y cognitivos.

Participaron de dicha investigación 6476 personas, siendo el 53% varones con una edad promedio de 23 años.

El estudio cita como uno de los casos testigo a la empresa, Canon Inc., donde utilizan un juego de simulación para enseñar a reparar las máquinas fotocopiadoras. Los jugadores deben arrastrar y soltar las piezas en el lugar adecuado en una copiadora, que se asemeja a un tablero de operación, cuando el participante comete un error, una luz destella y suena una señal acústica. Según dieron a conocer quienes fueron capacitados con esta modalidad alcanzaron puntuaciones entre el 5% y el 8% más altas que los entrenados con las técnicas más antiguas, tales como manuales.

¿Qué diferencias existen entre aprendizaje tradicional y experiencial? El aprendizaje tradicional puede definirse en relación al procesamiento y a la interpretación de la información, en tanto que el aprendizaje experiencial (estimulado en los juegos de simulación) se basa en la asunción de que el conocimiento se crea a través de la transformación provocada por la experiencia. También podemos agregar que en este caso las personas se sienten menos expuestas restándoles presión, lo cual podría facilitar el aprendizaje. No obstante es válido preguntarnos cómo reaccionarían fuera del juego, situados en un escenario real.

Las conclusiones del estudio indican por un lado que los juegos de simulación tienen el potencial para mejorar el aprendizaje de habilidades y conocimientos relacionados con el trabajo. En la investigación el conocimiento general fue el 11% mayor para los entrenados con juegos de simulación respecto del grupo comparativo. El conocimiento de procesos fue el 14% superior, la retención fue del 9% y la autoeficacia el 20% superior.

El objetivo final de los equipos de diseño del juego de simulación es aprovechar la capacidad motivacional de los juegos para mejorar habilidades relacionadas con el trabajo de los empleados. Por lo tanto, según el mismo estudio observa sería necesaria una investigación adicional para examinar la interacción dinámica de los procesos cognitivos y afectivos durante el juego y, en última instancia, su efecto sobre la transferencia de la formación.

El estudio deja entrever que este tipo de aprendizaje, debería pensarse de acuerdo al contexto, la actividad y la población a entrenar. Finalmente nada hace pensar que pese a que la tecnología cada vez ocupa más lugar en nuestras vidas pueda reemplazar la capacitación vivencial. En cuanto a los juegos de simulación habrá que ver su aceptación y la evolución que presentan a través del tiempo.