La nueva fuerza de trabajo
Las estadísticas son impresionantes, durante los próximos 20 años, más de 800 personas pasarán a la tercera edad diariamente y poco después, se jubilarán de su trabajo, si es que lo tienen. Además de implicar problemas de salud y de políticas sociales, este hecho significa un cambio en la naturaleza de la fuerza de trabajo y en la forma de administrarla. Lo anterior no es una situación particular para México, muchos países ya están enfrentando el mismo problema.
En primer lugar existirá -de hecho ya existe-, escasez de personas preparadas para puestos clave, esto puede parecer difícil de creer ante la gran cantidad de desempleados que hay en el país sin embargo, para reemplazar a las personas que ingresan a la tercera edad y dejan su trabajo, hay muy pocas personas jóvenes preparadas disponibles. Simplemente en el área de choferes de camiones pesados, existe un gran déficit de personas preparadas para los próximos años. Los choferes que reemplazan a quienes se retiran, carecen de la experiencia, y los conocimientos requeridos y necesitan un entrenamiento minucioso para estar listos para el trabajo.
A pesar de la necesidad de expansión y crecimiento económico que experimenta Latinoamérica, algunas empresas han tenido que aplazar proyectos o aumentar la inversión en programas de formación interna y considerar incrementos en los salarios para retener a los empleados, ante la escasez de personal calificado para ocupar puestos gerenciales. La cifra de gerentes disponibles es aún muy pequeña para cubrir la demanda de las industrias.
Cuando me refiero a un cambio en la naturaleza de la fuerza de trabajo y en la forma de administrarla es por el hecho de que los nuevos trabajadores operaran de muy diferente manera que sus predecesores. Entre las demandas de los nuevos trabajadores están por ejemplo, la inmediata retroalimentación y atención, más flexibilidad en los horarios de trabajo, además prefieren vestir ropa informal para ser “ellos mismos”, valoran la naturaleza y la importancia del trabajo por encima del sueldo y las prestaciones y hoy quieren estar involucrados no solo en hacer el trabajo, sino también en participar en la planeación y la estrategia. Aunque quienes hoy están ingresando a la tercera edad también querían trabajos flexibles, encontrar significado en el trabajo, buena comunicación y ropa casual, la nueva generación los busca con más énfasis.
Algunos estudios recientes sugieren que, por la exposición a la intensidad de los medios de comunicación y la tecnología, se ha creado una nueva fuerza de trabajo con un alcance más corto en su capacidad de atención y más superficial, con menos disposición a profundizar en los temas, pero también con un arsenal de nuevas herramientas tecnológicas que facilitan el trabajo y lo hacen más eficiente.. Los gerentes deberán tomar las medidas necesarias para saber dirigir a esta nueva fuerza de trabajo y aprovechar sus ventajas.
Para que las empresas puedan hacer frente de manera eficiente a los planes de largo plazo, deben tomar en cuenta que es imprescindible prever el retiro de algunos miembros y su eventual sustitución para que siempre se cuente con personal experimentado para llevar a cabo los planes hasta el final.
Algunas empresas con visión tienen procesos de reclutamiento de talento para preparar planes de sucesión que eviten las urgencias al momento de que alguna persona clave se retira de la organización. Si se toma en cuenta que una gran parte de la habilidad y los conocimientos de la empresa se van junto con quienes se retiran –y ya no regresan-, es preferible prepararse por anticipado para cuando se vaya el personal experto.
Las empresas pueden tener a su disposición el mejor coaching y mentoring aprovechando el caudal de experiencia y conocimientos de quienes se retiran de la empresa por motivos de jubilación y que han pasado por las fases de ejecutores, gerentes, directores o consejeros, estando al frente de proyectos contribuyendo en su desarrollo porque tienen la capacidad para anticiparse y orientarse hacia la ejecución.
Las empresas deben crear un ambiente de trabajo en el que las nuevas generaciones puedan desarrollarse con flexibilidad, transparencia, compromiso y alegría –si, Alegría!- en su trabajo. Debemos de convertir el trabajo en un juego atractivo para que las nuevas generaciones se sientan atraídas por él y quieran quedarse y comprometer la misma alta energía que aplican en otras actividades para desarrollar con eficiencia su trabajo. En la competencia por atraer talento, lo anterior es clave para crear una organización ganadora.
Al referirme a la nueva generación de trabajadores, mi intención es marcar las diferencias con la generación de quienes estamos ingresando a la tercera edad, sin pretender definir cuál de ellas es la mejor, nuestro reto es pertenecer a distintos grupos generacionales, respetándonos y valorándonos mutuamente. En esta inevitable ola de cambios, la nueva fuerza de trabajo está aquí y debemos estar todos listos para continuar el desarrollo empresarial.