Cuatro ocasiones en las que…Menos es Mas

Cuatro ocasiones en las que…Menos es Mas

- Durante los procesos de cambio permite que los procesos se asienten

Generalmente hablamos de las dificultades y la resistencia para implementar cambios, pero lo cierto es que cuando esas barreras se vencen, el cambio genera mucho entusiasmo y energía. Comienzas a probar cosas nuevas, funciona, ves los resultados y de pronto, ya no puedes esperar para ir por más.

Inquieto por producir la transformación lo antes posible, es común caer en la inercia de hacer- hacer- hacer. Y por supuesto, la acción es sumamente deseable, pero a veces menos es más. Llegado cierto punto en un proceso de cambio, es tan importante saber esperar que los procesos se asienten como implementar mejoras y moverse a la acción.

¿Por qué? En primer lugar, porque no todo el entorno se mueve a tu mismo ritmo. Tu entorno, de hecho, puede estar aún en la fase de resistencia. Permítele aclimatarse, sentirse seguro dentro del nuevo paradigma, para que así, esté mejor dispuesto a acompañarte. En segundo lugar, los cambios necesitan asentarse para ser duraderos. Necesitamos aprender del cambio, cómo lo hicimos y qué es necesario continuar haciendo.

- Cuando es vital alcanzar los objetivos rápidamente crea espacios para mirar con perspectiva

Si manejas proyectos con fechas límites o estás presionado a conseguir objetivos inminentes, es muy fácil entrar en la agitación, la sobrecarga de trabajo y el estrés. La suposición que sustenta nuestro comportamiento es: necesito hacer lo más posible en la mínima cantidad de tiempo, por lo que voy a hacer cosas incansablemente.

La realidad es que para cumplir con la primera parte de la suposición, es necesario descansar. Es necesario para hacer un buen uso de la energía y llegar motivado aún a las últimas fases. Y es necesario porque para maximizar resultados, es imprescindible planificar estratégicamente. Detenerse para planificar, detenerse para observar, detenerse para reorientar, suelen ser las mejores inversiones que pueden hacerse cuando el tiempo es limitado.

El gran peligro de los apuros es el desorden y la falta de coordinación. Es que estamos tan encima del asunto que perdemos margen de respuesta. La invitación es a detenerse para recuperarlo. Es a salir momentáneamente de la agitación, comunicarse, realinearse y así determinar “acciones láser”: concretas y poderosas.

- Cuando tu equipo depende mucho de ti demuéstrales tu confianza y genera oportunidades para que se desarrollen.
Delegar es una excelente práctica para generar mayor y mejor trabajo en equipo. Hoy en día más que nunca, liderar implica apoyar a que otros desarrollen sus habilidades y motivarlos para que las enfoquen en el logro de objetivos comunes. Para que esto sea posible, es necesario crear espacios de confianza y experimentación.

Si siempre acaparas las tareas y decisiones, probablemente tu equipo no tenga posibilidad de desarrollarse. Ofréceles espacios para que se pongan a prueba, para que asuman nuevos desafíos y, entre tanto, disfruta de hacer menos.

- Cuando necesitas comunicar un mensaje de impacto sé concreto y déjales una idea clara de lo que necesitan retener.
Muchas veces creemos que dar contexto, explicaciones, referencias, datos… es más que necesario para que las personas capten el mensaje que queremos transmitir. A menudo, eso es cierto. Pero es importante considerar que cuando queremos dar un mensaje de impacto, uno que perdure en la cabeza de nuestros oyentes, menos es más.

Si estás por transmitir una idea de este tipo, dedícate algo de tiempo a refinar el concepto hasta que tengas un mensaje conciso, directo y muy claro. Cuando lo comuniques, sé breve también, concéntrate en decir sólo ese concepto refinado, sin explicaciones ni más. De esta manera, las personas podrán retener mejor lo que les transmitas y disminuirás las posibilidades de malos entendidos.